Atreverse con la desigualdad
En Espa?a, la pandemia ha vuelto a desbaratar la senda de reducci¨®n de la pobreza que hab¨ªa empezado en 2017
La desigualdad no es solo una cuesti¨®n de diferencias de renta entre ricos y pobres. La desigualdad mata como ya titul¨® el soci¨®logo sueco G?ran Therborn su investigaci¨®n sobre esta materia. El profesor explic¨® que la desigualdad afecta directamente a la salud, causa exclusi¨®n en la educaci¨®n, provoca muertes prematuras y es la principal causante de la pobreza, que cada vez adquiere m¨¢s la forma de salarios paup¨¦rrimos.
Es tambi¨¦n un hecho constatado la relaci¨®n entre desigual...
La desigualdad no es solo una cuesti¨®n de diferencias de renta entre ricos y pobres. La desigualdad mata como ya titul¨® el soci¨®logo sueco G?ran Therborn su investigaci¨®n sobre esta materia. El profesor explic¨® que la desigualdad afecta directamente a la salud, causa exclusi¨®n en la educaci¨®n, provoca muertes prematuras y es la principal causante de la pobreza, que cada vez adquiere m¨¢s la forma de salarios paup¨¦rrimos.
Es tambi¨¦n un hecho constatado la relaci¨®n entre desigualdad e infelicidad. El premio Nobel Angus Deaton y su mujer Anne Case explicaron en Muertes por desesperaci¨®n y el futuro del capitalismo (Deusto, 2020) los destrozos que estaba causando el esquema de bajos salarios y bajos impuestos en Estados Unidos. Un pa¨ªs que registr¨® 158.000 muertos en 2017 ¡°por desesperaci¨®n¡±: por suicidios y alcoholismo entre los trabajadores blancos con bajo nivel de educaci¨®n.
Entre los instrumentos empleados para reducir la desigualdad destacan los impuestos progresivos que han permitido la constituci¨®n de servicios sociales y la creaci¨®n de instituciones como el salario m¨ªnimo interprofesional. Los impuestos elevados promovieron sociedades m¨¢s igualitarias y la consolidaci¨®n de una amplia clase media en muchos pa¨ªses occidentales entre 1950 y 1980. Durante las ¨²ltimas tres d¨¦cadas las ideas neoliberales impulsaron una dr¨¢stica reducci¨®n de los tipos impositivos que agravaron el aumento de las desigualdades propulsado por la concentraci¨®n de riqueza. El tipo del impuesto de sociedades en los pa¨ªses de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) ha bajado del 32,5% en 2000 al 23,9% en 2018. El profesor Thomas Piketty en su obra ya cl¨¢sica El capital del siglo XXI (Fondo de Cultura Econ¨®mica, 2014), demostr¨® la estrecha relaci¨®n entre la reducci¨®n de los tipos fiscales m¨¢ximos y el aumento de las desigualdades.
En Espa?a, Hacienda ha revelado que las grandes empresas son las que pagan proporcionalmente menos impuestos. En 2019 pagaron el 4,6% sobre beneficios, que correspond¨ªa a un 18,9% sobre la base imponible. Ahora, el Gobierno ha propuesto que para 2022 el tipo sobre la base imponible sea del 15%. El m¨ªnimo acordado del 15% para las multinacionales es un punto de inflexi¨®n importante en la trayectoria bajista de las ¨²ltimas d¨¦cadas, pero no supondr¨¢ ning¨²n esfuerzo extraordinario para estas corporaciones. Estamos muy lejos de los niveles de contribuci¨®n de las empresas de la OCDE de hace 20 a?os. Los Papeles de Pandora han vuelto a poner al descubierto la evasi¨®n fiscal a trav¨¦s de los para¨ªsos fiscales. Una evasi¨®n que en la UE supera los 135.000 millones de euros al a?o.
Aterrizando a la vida m¨¢s cotidiana, comprobamos que en Espa?a la pandemia de la covid-19 ha vuelto a desbaratar la senda de reducci¨®n de la pobreza que hab¨ªa empezado en 2017. La estad¨ªstica de Eurostat indica que Espa?a termin¨® 2020 con un 27% de sus ciudadanos en riesgo de pobreza o exclusi¨®n social, ocho d¨¦cimas m¨¢s que en 2019. En 2016 la proporci¨®n de familias que viv¨ªan en una situaci¨®n cr¨ªtica alcanz¨® el 28,8%.
La regulaci¨®n de los ingresos de los trabajadores a trav¨¦s de salarios m¨ªnimos ha sido otro instrumento importante para la reducci¨®n de las desigualdades. El profesor Joseph Stiglitz, tambi¨¦n galardonado con el Nobel, ha explicado la relevancia de las pol¨ªticas p¨²blicas en esta materia en El precio de la desigualdad (Taurus, 2012). Precis¨® que ¡°aunque las fuerzas del mercado contribuyen a determinar el grado de desigualdad, las pol¨ªticas gubernamentales determinan esas fuerzas del mercado¡±.
En materia de salario m¨ªnimo los ¨²ltimos d¨ªas hemos recibido noticias muy alentadoras. La Academia sueca acaba de conceder el Nobel al profesor David Card por sus estudios sobre el impacto del salario m¨ªnimo. Card y Alan Krueger demostraron hace a?os que el aumento de salario m¨ªnimo no implicaba una disminuci¨®n de la creaci¨®n de empleo. La defensa de salarios decentes ha recibido un importante apoyo.
M¨¢s relevante por su proyecci¨®n en la econom¨ªa real es la propuesta de las formaciones socialdem¨®cratas, verdes y liberales en Alemania de aumentar el salario m¨ªnimo interprofesional un 25%. La subida significar¨ªa que los actuales 1.585 euros al mes en 12 pagas pasar¨ªan a ser 1.981. En Espa?a estamos en 1.126 euros en doce pagas (965 en catorce).
Los estragos causados por las desigualdades est¨¢n forzando cambios en la academia y en los Gobiernos. El Gobierno de coalici¨®n ha presentado unos Presupuestos con un fuerte compromiso de reducci¨®n de las desigualdades. Es decisivo que ante la eventualidad de un menor crecimiento o las presiones de la oposici¨®n no renuncie a sus prop¨®sitos de crear una sociedad menos injusta y m¨¢s estable.