La batalla el¨¦ctrica en Europa
Los precios no pueden depender exclusivamente de una l¨®gica del mercado aplicada de forma deficiente como hasta ahora
El desmadre de los precios de la electricidad ha provocado un abierto enfrentamiento entre pa¨ªses en Europa. Los principales puntos de fricci¨®n son la mala aplicaci¨®n del sistema marginalista de precios y la falta de reservas estrat¨¦gicas de gas, cuyo coste se ha multiplicado por cinco.
Espa?a y otros cuatro pa¨ªses (Francia, Italia, Grecia y Ruman¨ªa), que representan m¨¢s del 45% de la poblaci¨®n de la UE, han solicitado la reforma de sistema. Parte de las demandas relativas a las reservas de gas ya han empezado a ser atendidas por la Comisi¨®n Europea como adelanta este lunes este peri¨®dico.
Es decisivo que esta batalla se desarrolle en el seno de la Uni¨®n donde los derechos de los consumidores cobran cada vez mayor relevancia y los precios no pueden depender exclusivamente de una l¨®gica del mercado aplicada deficientemente como hasta ahora.
En Espa?a, las variaciones de los precios de la electricidad en el mercado mayorista durante 2021 han revelado la incongruencia del sistema marginalista. El 31 de enero el precio del megavatio hora se situ¨® a 1,42 euros, el 7 de octubre a 288,53 euros y el ¨²ltimo d¨ªa de ese mes volvi¨® a caer a 79 euros. La consecuencia es que la factura de la electricidad para los hogares ha subido un 35% en lo que va de a?o.
El debate sobre la aplicaci¨®n del sistema marginal de precios es la pr¨®xima batalla. La racionalidad de este sistema se basa en que el coste de la ¨²ltima unidad producida es la que marca el precio total. Su fundamento es que as¨ª se estimula la competencia entre las distintas tecnolog¨ªas. En el caso de la electricidad a trav¨¦s de un sistema de subastas primero se utilizan las energ¨ªas baratas (nuclear, e¨®lica, hidr¨¢ulica) y cuando no son suficiente se emplea el gas, que es la m¨¢s cara. Este precio final se aplica luego a todas las energ¨ªas.
Pero la aplicaci¨®n pr¨¢ctica de este sistema por las compa?¨ªas ha sido muy perversa. La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Transici¨®n Energ¨¦tica, Teresa Ribera, ya observ¨® la contradicci¨®n que supon¨ªa que una energ¨ªa barata como la hidroel¨¦ctrica hubiera marcado el precio m¨¢ximo en el 64% de las ocasiones en julio y junio. En el pasado Consejo de Energ¨ªa de la UE, Ribera indic¨®: ¡°Necesitamos que el precio de la electricidad se parezca mucho m¨¢s al coste medio de generaci¨®n y no al coste marginal. No basta solo dar estabilidad a los inversores, hay que proteger sobre todo a los consumidores¡±.
Las criticas al sistema marginalista son compartidas por el ministro de Econom¨ªa de Francia, Bruno Le Maire, para quien ¡°el mercado europeo de la energ¨ªa es una aberraci¨®n¡±. El ministro consider¨® inaceptable que sus compatriotas tuvieran que pagar el coste del precio marginal del gas a 100 euros por megavatio cuando tenemos centrales nucleares que lo producen a 40 euros. Las voces contra la irracionalidad del actual sistema son cada vez m¨¢s poderosas. Europa, que es una construcci¨®n de derecho, ha empezado a atenderlas.
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