El Consello da Cultura Galega contabiliza 275 proyectos e¨®licos en tr¨¢mite y pide a la Xunta que los pare

No ha sido f¨¢cil conseguir los datos ni siquiera para una instituci¨®n con prestigio en la comunidad como el Consello da Cultura Galega (CCG), que act¨²a en numerosas ocasiones como ¨®rgano consultivo y asesor de la propia Xunta de Galicia. Despu¨¦s de nueve meses de trabajo, el organismo cultural habla de la existencia de 275 parques e¨®licos en tr¨¢mite, que si se aprueban sumar¨¢n 7.200 megavatios a los 3.867 actuales, correspondientes a las 176 instalaciones que ya funcionan. Toda esta cantidad de aerogeneradores (hoy un 45% m¨¢s altos y con un 70% m¨¢s de radio en el ¨¢rea de barrido de sus aspas) alcanzar¨ªa 189 municipios, m¨¢s del 60% del territorio auton¨®mico.

Se trata, advierte el CCG, de ¡°una explosi¨®n sin precedentes¡± que tambi¨¦n est¨¢ recibiendo una contestaci¨®n social rotunda, como no tuvieron los molinos que se instalaron en el anterior periodo de fuerte crecimiento, entre 1995 y 2009. El mapa que ha preparado el ge¨®grafo que forma parte de la comisi¨®n de siete expertos que ha estudiado el fen¨®meno muestra una Galicia sembrada de aerogeneradores en ciernes: ¡°Estemos donde estemos, veremos un molino¡±, resume el panorama futuro una trabajadora de la instituci¨®n. El Consello es tajante y urge al Gobierno de Alberto N¨²?ez Feij¨®o a frenar todos estos proyectos que est¨¢n sobre la mesa. Porque la Xunta anunci¨® una moratoria de a?o y medio, hasta verano de 2023, pero solo para la recepci¨®n de nuevas solicitudes.

Si no se echa el freno, explica el informe Energ¨ªa e¨®lica y paisajes culturales en Galicia ¡ªpresentado este martes por la presidenta del CCG, Rosario ?lvarez, y la coordinadora de la comisi¨®n de expertos, Rebeca Blanco-Rotea¡ª, los da?os pueden ser ¡°graves o irreversibles¡±. Para el organismo cultural es necesario adaptar a la nueva situaci¨®n un plan sectorial que data de 1997, est¨¢ ¡°obsoleto¡± y tiene grandes defectos, porque adem¨¢s, en los ¨²ltimos a?os, la Xunta aprob¨® normativas para reactivar la industria que, en la pr¨¢ctica, sirven de coladero a las empresas e¨®licas. Las modificaciones legislativas comenzaron en febrero de 2017 y supusieron, recuerda el Consello, ¡°la llegada a Galicia de la liberalizaci¨®n de la promoci¨®n de energ¨ªa e¨®lica: Con la eliminaci¨®n de las convocatorias anuales como mecanismo de asignaci¨®n de potencia y con la flexibilizaci¨®n de las condiciones para adquirir la declaraci¨®n de utilidad p¨²blica¡±.

En 2018, un cambio legal redujo a la mitad los plazos de exposici¨®n p¨²blica para las iniciativas empresariales ¡°prioritarias¡±; y en 2021, en pleno remonte de la pandemia, se acord¨® otra simplificaci¨®n administrativa ¡°de apoyo a la reactivaci¨®n¡±. Esta ¨²ltima medida permite en la pr¨¢ctica la implantaci¨®n de parques fuera de las ¨¢reas incluidas en el plan sectorial: ¡°Desde este momento, todas las tierras r¨²sticas sobre las que no exista figura de protecci¨®n ambiental podr¨¢n albergar parques¡±, dice el informe del CCG. Esa es, precisamente, la Galicia de los castros, los petroglifos y los monumentos megal¨ªticos sin catalogar.

¡°Un bum sin parang¨®n¡±

Esto ha propiciado, seg¨²n el jurista del equipo, Carlos Amoedo, que lo que est¨¢ sucediendo en Galicia no tenga ¡°parang¨®n¡± en otras comunidades espa?olas. El ¡°bum e¨®lico¡± gallego es ¡°realmente notable¡± y en estos meses de estudio el CCG solo detect¨® una situaci¨®n parecida ¡°en Asturias y Castilla y Le¨®n¡±. Estas son, explica el experto, las tres autonom¨ªas ¡°a la cabeza de Espa?a¡±. Y mientras tanto, critica el informe, las cifras oficiales bailan en cuesti¨®n de meses y es ¡°imposible acceder a una informaci¨®n¡± completa ¡°en las p¨¢ginas de la Xunta¡±. Amoedo asegura que el Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica, encargado de tramitar los parques de m¨¢s de 50 megavatios (35 en tr¨¢mite desde 2017 hasta 2021), es ¡°m¨¢s transparente¡± que la Administraci¨®n auton¨®mica. En la actualidad, recoge adem¨¢s el documento, ¡°no existe ning¨²n parque autorizado por el Gobierno de Espa?a. Todos los que est¨¢n en funcionamiento, lo fueron por el Gobierno gallego¡±.

Para la instituci¨®n cultural, que en esta ocasi¨®n no ha investigado a petici¨®n de la Xunta, sino por propia iniciativa ¡ªdespu¨¦s de recibir ¡°una lluvia¡± solicitudes de Ayuntamientos, colectivos sociales e incluso empresas de productos ecol¨®gicos¡ª, antes de conceder ninguna nueva autorizaci¨®n urge revisar el plan sectorial e¨®lico y someterlo a evaluaci¨®n ambiental estrat¨¦gica. Porque no est¨¢ adaptado a los objetivos establecidos en las directrices del paisaje aprobadas por la Xunta, que entraron en vigor en febrero de este a?o, ni a la Ley 5/2016, de patrimonio cultural de Galicia.

Desde 2011, adem¨¢s, se encuentra paralizada la ampliaci¨®n de la Red Natura, con numerosos territorios susceptibles de protecci¨®n que ahora est¨¢n desamparados ante el aluvi¨®n de solicitudes e¨®licas. Solo el 12% de Galicia cuenta con esta figura de protecci¨®n, frente al 27% de la media estatal, y a pesar de esto, seg¨²n el Consello, en Galicia ¡°es algo muy extendido que los parques e¨®licos y sus infraestructuras ocupen ecosistemas protegidos por la Red Natura 2000¡å. En concreto, el informe se?ala que ¡°las ¨¢reas de desarrollo e¨®lico ocupan 107.000 de las casi 320.000 hect¨¢reas¡± supuestamente blindadas en la comunidad, con una potencia total de 1.200 megavatios.

Despiece de parques para sortear tr¨¢mites

El equipo que tambi¨¦n integra el economista Xavier Sim¨®n ¡°valora positivamente la implantaci¨®n de energ¨ªa renovable¡±, pero avisa de que ¡°la manera en que se est¨¢ desarrollando es negativa¡± incluso ¡°para la econom¨ªa¡± porque ¡°afecta a los paisajes, al medio ambiente y al patrimonio¡±. ¡°La instalaci¨®n de parques e¨®licos supera la capacidad de carga del sistema natural, rompe con la imagen del paisaje tradicional y con la memoria colectiva de sus habitantes¡±, alerta Blanco-Rotea. Con esto, ¡°va en contra de la normativa auton¨®mica, espa?ola y europea¡± y hasta se ¡°elimina el informe preceptivo de la Direcci¨®n General de Patrimonio Cultural¡± de la Xunta.

El equipo habla de ¡°pecados capitales¡± de la normativa y destapa los trucos de las empresas para sortear los obst¨¢culos de la declaraci¨®n de impacto y el resto de tr¨¢mites. La estrategia industrial consiste, sobre todo, en ¡°fragmentar¡± los parques. Con esta ¡°pr¨¢ctica irregular¡±, comenta Amoedo, se consigue que sean de menos de 50 megavatios y la tramitaci¨®n caiga en manos de la Xunta en lugar de en el Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica. Adem¨¢s de ¡°dividir en dos, tres o m¨¢s un parque enorme¡±, la arquitecta Teresa Nieto explica que otro tipo de ¡°fraccionamiento¡± frecuente consiste en someter los distintos elementos que conforman un mismo parque (aerogeneradores, l¨ªnea de evacuaci¨®n de energ¨ªa y accesos) a distintas evaluaciones de impacto. De esta manera, aunque ¡°todos forman parte de la misma infraestructura, no se tiene en cuenta el impacto real en su conjunto¡±.