Macron y Draghi forjan su propio eje para reformar las reglas fiscales de la UE
Par¨ªs y Roma cierran filas y no descartan plasmar su alianza en un documento conjunto en el que recoger¨ªan su visi¨®n sobre el futuro de la Uni¨®n
El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, y el primer ministro italiano, Mario Draghi, hacen gala desde hace semanas de una clara sinton¨ªa sobre el futuro de la UE y, en particular, sobre su gobernanza econ¨®mica. Y ambos est¨¢n dispuestos a liderar una ofensiva para transformar de manera dr¨¢stica las normas sobre fiscalidad, inversi¨®n y ayudas de Estado que agravaron la primera gran crisis del euro (2010-2014) y que amenazan con frustrar o lastrar la recuperaci¨®n tras la pandemia. Par¨ªs y Roma cierran filas y, seg¨²n varias fuentes europeas, no descartan plasmar su alianza en un documento conjunto en el que recoger¨ªan su visi¨®n sobre el futuro de la UE.
El primer gesto de acercamiento entre Par¨ªs y Roma fue la reciente firma del Tratado del Quirinal. La visita de Macron a la capital italiana para rubricar ese convenio de amistad bilateral sirvi¨® tambi¨¦n para sentar las bases de lo que deber¨ªa ser un documento com¨²n que afronte los nuevos retos de la UE, desde la creaci¨®n de una verdadera pol¨ªtica de defensa a la revisi¨®n del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Pero va a¨²n m¨¢s lejos: Macron ha asumido la representaci¨®n de Italia en la cumbre de la UE de este mi¨¦rcoles con los pa¨ªses del llamado partenariado oriental.
La iniciativa franco-italiana, que el Palacio Chigi ha rechazado comentar, pero no ha desmentido, apunta a la publicaci¨®n de un documento de doble firma en el que se recoja la visi¨®n conjunta sobre el futuro de la UE. Las mismas fuentes se?alan que la visi¨®n de Draghi y Macron coincide en varios puntos, en particular, en cuanto a la necesidad de revisar las normas presupuestarias y de desarrollar la pol¨ªtica de seguridad.
La recobrada amistad entre Francia e Italia despu¨¦s de a?os de turbulentas relaciones coincide con la reconfiguraci¨®n del mapa de alianzas dentro de la UE despu¨¦s de 16 a?os de hiperdominio de la Alemania de Angela Merkel. La salida de la canciller conservadora, sustituida por el socialista Olaf Scholz, ha puesto en marcha la recolocaci¨®n de todas las capitales en una Uni¨®n que, al menos de momento, dejar¨¢ de tener en Berl¨ªn el eje inevitable y empezar¨¢ a ser m¨¢s multipolar.
En busca del apoyo t¨¢cito de Alemania
El empuje de dos pesos pesados como Francia e Italia, que suponen algo m¨¢s de un tercio del PIB de la zona euro, pretende marcar el terreno ante el inicio de debates que ser¨¢n fundamentales en la era pospandemia y la futura gobernanza pol¨ªtica y econ¨®mica de la UE. Espa?a ya intent¨® promover un documento oficioso en oto?o (non paper en la jerga diplom¨¢tica) que entroncar¨ªa la reforma de las normas presupuestarias con la gestaci¨®n del fondo de recuperaci¨®n para la pandemia. La elaboraci¨®n de ese texto, sin embargo, qued¨® aplazada a la espera de tener un nuevo interlocutor en Berl¨ªn con la toma de posesi¨®n del nuevo canciller. Bruselas ve con buenos ojos la aportaci¨®n espa?ola, como ya sucedi¨® con el Next Generation Fund, pero la propia Comisi¨®n Europea pidi¨® hace unos meses a Espa?a que retrasara esas propuestas hasta la presidencia francesa de la Uni¨®n y una vez pasadas las elecciones en Alemania, cuyo tripartito marcar¨¢ el grado de ambici¨®n de las futuras reformas.
Berl¨ªn apunta con timidez hacia la reforma del Pacto de Estabilidad. Y Bruselas pretende que Francia e Italia, con el apoyo t¨¢cito de Alemania y m¨¢s expl¨ªcito de Espa?a, permitan cambios de suficiente calado. Olaf Scholz, que ya ha visitado Bruselas y Par¨ªs, tiene previsto desplazarse a Roma la pr¨®xima semana, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas. El relevo de Merkel se ha mostrado abierto a buscar una salida consensuada a un debate sobre las normas fiscales que todas las capitales consideran imprescindible. Francia ya ha anunciado la convocatoria de un Consejo Europeo extraordinario en marzo para abordar la reforma del marco presupuestario. Una cita que se anticipa como el primer asalto de una dura pero inevitable batalla.
La propia Comisi¨®n Europea ya ha lanzado el debate sobre la reforma del Pacto de Estabilidad y aboga por introducir cambios que adapten el marco de vigilancia presupuestaria a la realidad de n¨²meros rojos que ha provocado la pandemia. El d¨¦ficit de la zona euro pas¨® del 0,6% del PIB en 2019 al 7,2% en 2020, m¨¢s del doble que el l¨ªmite previsto en el Pacto (3%). Y la deuda p¨²blica cerr¨® el a?o pasado en 97,3%, muy por encima del l¨ªmite del 60%. En un buen pu?ado de pa¨ªses, incluidos Italia y Espa?a, la deuda supera con creces el 120% del PIB. Con d¨¦ficits muy abultados y endeudamientos de ese calibre, el cumplimiento del Pacto de Estabilidad es casi una quimera en el corto y casi en el medio plazo.
Las normas del Pacto, de momento, est¨¢n suspendidas. Pero algunos pa¨ªses abogan por reintroducirlas en 2023 tal y como fueron concebidas cuando se estrenaron en 1997. Una idea inviable tanto para Roma como para Par¨ªs, que consideran que el viejo Pacto se ha quedado obsoleto, seg¨²n el documento que ya tienen cerrado, seg¨²n las fuentes consultadas, y que publicar¨¢n despu¨¦s de la visita de Scholz a Roma.
Bruselas da por descontado que, como m¨ªnimo, deber¨¢ quedar en suspenso la norma que exige reducir dr¨¢sticamente los niveles de deuda superiores al 60%. Y no se descarta elevar temporalmente el nivel de deuda tolerado (se ha mencionado llegar hasta el list¨®n del 100%) o excluir ciertas partidas de inversi¨®n, como las de tecnolog¨ªa, medioambiente o defensa, del c¨®mputo de los n¨²meros rojos a efecto de la aplicaci¨®n del Pacto. Las ideas espa?olas van en esa misma l¨ªnea, pero el Gobierno espa?ol se mantiene, de momento, al margen de ese debate, a la espera de que cristalice la propuesta franco-italiana y Berl¨ªn se decante con m¨¢s claridad, seg¨²n las fuentes consultadas en Madrid.
Los partidarios de reformar el Pacto, entre los que figura el comisario europeo de Econom¨ªa, el tambi¨¦n italiano Paolo Gentiloni, son conscientes de que necesitan generar la masa cr¨ªtica necesaria en el Consejo de la UE para llevar a cabo los cambios necesarios. En un reciente encuentro con diputados italianos de la comisi¨®n de Asuntos Europeos, Gentiloni sugiri¨® la idea de forjar alianzas para vencer la previsible resistencia de algunos pa¨ªses del norte (Holanda, Austria o Finlandia) a lo que interpretar¨¢n como una puerta abierta al despilfarro en gasto p¨²blico. ¡°Cuantos m¨¢s pa¨ªses [a favor], mejor¡±, se?al¨® Gentiloni durante el citado encuentro.
El comisario italiano, seg¨²n fuentes europeas, tiene en mente una iniciativa para pactar un per¨ªodo de transici¨®n que permita pasar de unas normas a otras sin el trauma que podr¨ªa suponer la reintroducci¨®n del viejo Pacto de Estabilidad.
El propio Macron se?al¨® la semana pasada, durante la presentaci¨®n en Par¨ªs del programa de la presidencia francesa de la UE (de enero a junio de 2022) que ¡°debemos volver a reglas presupuestarias comunes, pero no podemos hacer como si no hubiera pasado nada¡±. El presidente franc¨¦s dio por superado el Pacto de Estabilidad y reclam¨® un nuevo marco que permita las inversiones masivas que requerir¨¢n tanto la transici¨®n energ¨¦tica como la consolidaci¨®n de una econom¨ªa digital. ¡°La Europa del pleno empleo es la Europa de la paz y la prosperidad¡±, proclam¨® Macron. Y dio por cerrada, en teor¨ªa, la era de la frugalidad. ¡°Si para ello hace falta invertir 100.000 [millones], se hace, porque es una decisi¨®n pol¨ªtica. No puede ser que EE UU o China invierta 100.000 y Europa solo 10.000¡å.
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