Una reforma estructural con futuro
Este cambio normativo, actuando sobre unas pocas piezas claves, puede tener suficiente impacto como para eliminar ciertas desviaciones perversas y al tiempo construir un modelo m¨¢s equilibrado
Frente a reformas laborales previas, extensas y aparentemente profundas, pero que en la pr¨¢ctica provocaron efectos diversos de los oficialmente pretendidos, la ¨²ltima puede tener otro signo de importante calado. Esta nueva reforma, actuando sobre unas pocas piezas claves, puede tener suficiente impacto como para eliminar ciertas desviaciones perversas y al tiempo construir un modelo m¨¢s equilibrado. Ello, adem¨¢s, se produce en un contexto favorecedor de su impacto real, siendo determinante c¨®mo se implemente por sus actores principales. Un importante consenso respecto de los efectos perniciosos de ciertas pr¨¢cticas laborales, una jurisprudencia que ¨²ltimamente ha corregido algunos efectos negativos, un acuerdo de concertaci¨®n que facilita su aplicaci¨®n, as¨ª como una posici¨®n favorable desde Europa, se presentan como elementos decisivos para que esta reforma pueda tener efecto real y estabilidad temporal. Sus piezas claves se pueden resumir como sigue.
Atajar la temporalidad desbocada, superando la negativa rotaci¨®n laboral. Muchas de las reformas previas formalmente han pretendido reducir la desmesurada temporalidad, si bien con muy escasos resultados, lo que ha provocado un elevado escepticismo de que otras reformas lo puedan lograr. Eso s¨ª, debe destacarse que aquellas reformas siempre dejaron v¨ªas de escape al mantenimiento del uso abusivo de la temporalidad, aparte de que la levedad de las sanciones provocaba un c¨¢lculo de costes de los escasos riesgos por los excesos en la temporalidad. Frente a ello, la presente reforma, sin contener originalidades ficticias, pretende evitar todas esas posibles v¨ªas de escape: elimina el contrato de obra como causa justificativa de la temporalidad, pone coto a la contrataci¨®n sucesiva de diversos trabajadores en un mismo puesto, reafirma que el contrato mercantil en la subcontrataci¨®n no puede justificar la contrataci¨®n temporal, impide la contrataci¨®n temporal ante necesidades c¨ªclicas que se canalizan hacia los fijos discontinuos, reduce la posibilidad de que los convenios ampl¨ªen el uso de la temporalidad. En definitiva, establece una definici¨®n estricta del nuevo contrato por circunstancia de la producci¨®n, al tiempo que le fija l¨ªmites temporales que, con una interpretaci¨®n finalista, debe evitar abusos. Complementariamente, se intensifican las sanciones frente a los incumplimientos, lo que puede eliminar la tentaci¨®n de asumir sus costes manteniendo el uso indebido de la temporalidad.
Fortalecer la negociaci¨®n colectiva sectorial como instrumento de gesti¨®n de la pol¨ªtica salarial, favorecedora de un cambio de la especializaci¨®n productiva menos centrada en un uso intensivo de trabajos descualificados y poco remunerados. La clave de la preferencia del convenio empresarial, que facilitaba en las microempresas la devaluaci¨®n salarial, viene corregida con el simple expediente de eliminar dicha preferencia respecto de la cuant¨ªa de la retribuci¨®n. Ello va a permitir un papel protagonista a los convenios sectoriales, esperemos sobre todo de los estatales, de modo que los mismos marquen la evoluci¨®n general de los salarios de modo homog¨¦neo, conjurando los riesgos de pr¨¢cticas de competencia desleal en costes salariales y modelos basados en la baja productividad y escasa innovaci¨®n tecnol¨®gica. La recuperaci¨®n de la ultraactividad del convenio puede coadyuvar a este resultado.
Corregir el uso desviado de la subcontrataci¨®n, evitando que se convierta en un mero instrumento de competencia desleal sobre la base de trabajos precarizados, orient¨¢ndola hacia la aut¨¦ntica especializaci¨®n productiva. El uso perverso producido por las empresas multiservicios, con efectos de una notable inestabilidad en el empleo y de un intenso deterioro salarial entre los trabajos de menor cualificaci¨®n, puede corregirse por la doble v¨ªa de reafirmar que la subcontrataci¨®n no justifica la temporalidad y, especialmente, de las nuevas reglas sobre el convenio aplicable en caso de subcontrataci¨®n.
Situar los ERTE como los protagonistas por excelencia de los procesos de reestructuraci¨®n empresarial, desplazando a los despidos colectivos a un papel secundario o de ¨²ltima alternativa. A algunos ha llamado la atenci¨®n que esta reforma no haya actuado sobre el r¨¦gimen de los despidos, corrigiendo los efectos de intensa destrucci¨®n de empleo de la reforma anterior. Sin perjuicio de que hubiera sido recomendable hacer algo en este terreno, lo m¨¢s importante es que cada instituci¨®n laboral constituye una pieza de un puzle completo, de modo que mover ficha en una instituci¨®n puede arrinconar el espacio de otra que no se modifica. Esto es lo que puede suceder con el impulso decisivo a los ERTE, que pretenden convertirse en el instrumento por excelencia para afrontar los escenarios individualizados o generalizados de crisis empresariales futuras. De producirse este resultado, junto a un uso m¨¢s generalizado de la flexibilidad interna consensuada, los despidos colectivos podr¨ªan perder influencia, al convertirse en la alternativa ¨²ltima frente a las situaciones coyunturales de excedentes de empleo.
Jes¨²s Cruz Villal¨®n es catedr¨¢tico de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universidad de Sevilla
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.