Reglas fiscales: sobre las normas presupuestarias nacionales
Aunque quedan meses para cerrar el debate sobre la renovaci¨®n del Pacto de Estabilidad, los Gobiernos necesitan una orientaci¨®n clara para elaborar los presupuestos de 2023 y las reglas previas son inaplicables
Con t¨ªtulo ¡°Reglas fiscales: un asunto oculto en el debate p¨²blico¡±, el 25 de octubre escrib¨ªa en este diario una columna en la que aportaba un prisma comunitario a la necesaria revisi¨®n de las normas presupuestarias, y defend¨ªa el mantenimiento estructural del Next Generation EU (NGEU). Esto permitir¨ªa, adem¨¢s de dotar a la UE de un instrumento antic¨ªclico, dar coherencia a la convivencia entre el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y el Procedimiento de Desequilibrio Macroecon¨®mico. En todo caso, es necesario tambi¨¦n apuntar algunas ideas sobre la propia revisi¨®n del Pacto, es decir, las reglas a aplicar sobre los presupuestos nacionales.
En primer lugar, todo parece indicar que podr¨ªamos irnos a unos an¨¢lisis individualizados de la sostenibilidad de la deuda nacional con un instrumento de control observable como pudiera ser la evoluci¨®n (neta de impuestos) del gasto p¨²blico, m¨¢s o menos restrictivo dependiendo de si el pa¨ªs est¨¢ en el brazo correctivo o preventivo. Esta individualizaci¨®n de las recomendaciones por pa¨ªs ya ven¨ªa siendo practicada informalmente por la Comisi¨®n, aunque no focalizada en variables observables, y ser¨ªa necesario ahora darle carta de naturaleza legal. En ese escenario, el poder de la Comisi¨®n se ver¨ªa notablemente amplificado con una mayor discrecionalidad en los an¨¢lisis de la sostenibilidad de la deuda, aun cuando las reglas pudieran ser m¨¢s claras.
En ese sentido, ser¨ªa razonable que el proceso del Semestre se iniciara con una propuesta formal de la Comisi¨®n sobre la posici¨®n fiscal anual agradada para la Uni¨®n, donde se valorara tambi¨¦n el concurso del presupuesto comunitario y el NGEU, y que tuviera que ser ratificada por el Consejo de la UE y Parlamento. Despu¨¦s, ya el Ecofin, en su papel de co-ejecutivo, junto con la Comisi¨®n negociar¨ªan la traslaci¨®n de esa visi¨®n macro a cada uno de los presupuestos nacionales, a partir de las propias reglas fiscales. Complementariamente, las instituciones fiscales independientes deber¨ªan controlar t¨¦cnicamente todo el proceso, pero la pol¨ªtica fiscal, el coraz¨®n de nuestras democracias, no se puede externalizar a ese tipo de organismos a riesgo de entregar la bandera de la democracia liberal. No taxation, without representation.
En segundo lugar, hay que debatir dos asuntos urgentes. Por una parte, c¨®mo abordamos el proceso de consolidaci¨®n fiscal de la deuda ya emitida. Y, por otra, c¨®mo financiar la ingente inversi¨®n p¨²blica necesaria para avanzar, especialmente en el proceso de transici¨®n ecol¨®gica.
Con independencia de que el l¨ªmite m¨¢ximo de deuda p¨²blica permitida para mantenerse en el brazo preventivo del Pacto se mantenga o no en el 60% del PIB, la restricci¨®n m¨¢s dura se sustancia en la obligada reducci¨®n de la deuda que exceda ese l¨ªmite a una velocidad de un veinteavo anual. El Mecanismo Europeo de Estabilidad publicaba una propuesta de reforma que elevaba el l¨ªmite de deuda al 100%, pero manten¨ªa la velocidad de ajuste. Ciertamente, se podr¨ªan encontrar combinaciones de l¨ªmites y velocidad de ajuste equivalentes. Sin embargo, desde un punto de vista pol¨ªtico, revisar el 60 por ciento de deuda exige una unanimidad de los Estados, toda vez que la actualizaci¨®n de un veinteavo puede abordarse por mayor¨ªa y codecisi¨®n por parte del Parlamento. De este modo, ser¨ªa m¨¢s oportuno apostar por una reducci¨®n de la velocidad de ajuste.
Por otra parte, en el debate sobre el necesario impulso a la inversi¨®n p¨²blica para acelerar la transici¨®n verde, se contempla de nuevo la posibilidad de alg¨²n tipo de golden rule. Pero una reforma del Pacto que solo se ocupe de este asunto prestar¨ªa muy poco servicio a los pa¨ªses endeudados si no se aborda tambi¨¦n el punto anterior. Una golden rule, sin reducir sensiblemente la velocidad de ajuste de la deuda ya emitida, obligar¨ªa igualmente a unos super¨¢vits primarios que podr¨ªan hacer impracticable utilizar esa flexibilidad. Si a esto unimos la flexibilizaci¨®n de las ayudas de Estado, orientada a facilitar tambi¨¦n la inversi¨®n p¨²blica verde, estar¨ªamos profundizando las divergencias en el mercado ¨²nico, en la medida en que no todos los pa¨ªses podr¨ªan usar esos instrumentos en igualdad de condiciones. Adem¨¢s, en una situaci¨®n de estr¨¦s financiero, compute o no en las normas de la UE, toda la deuda es igualmente un pasivo.
En todo caso, s¨ª parece que se pudiera avanzar algo para el impulso a las inversiones verdes, ¡°descontables¡± o no del Pacto, y facilitadas por la Uni¨®n mediante el Recovery and Resilience Facility, supervisado por la Comisi¨®n y con acceso a todos los Estados. As¨ª lo ha propuesto, por ejemplo, el Center for European Reform. Esta opci¨®n es preferible a una golden rule nacional, y contribuir¨ªa al despliegue de nuevas inversiones. Ahora bien, esa v¨ªa no deber¨ªa eliminar la naturaleza antic¨ªclica con la que naci¨® el Next Generation EU, que defiende, por cierto, el Real Instituto Elcano. M¨¢s all¨¢ de las urgencias del presente, no podemos perder de vista la necesidad de dotarnos de un estabilizador autom¨¢tico comunitario, basado en el propio NGEU y en el programa de desempleo, SURE.
En fin, nos quedan a¨²n meses para cerrar este debate y quiz¨¢ no haya acuerdo antes del posible levantamiento de la actual cl¨¢usula general de escape esta primavera. Los gobiernos necesitan una orientaci¨®n clara para elaborar los presupuestos de 2023 y las reglas previas son inaplicables. Veremos.
Jon¨¢s Fern¨¢ndez, diputado al Parlamento Europeo y portavoz del Grupo de Socialistas y Dem¨®cratas en el Comit¨¦ de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios. Colaborador de Agenda P¨²blica.
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