Europa confisca superyates de los oligarcas rusos valorados en m¨¢s de 1.800 millones
Una quincena de los llamados ¡®palacios flotantes¡¯ est¨¢n anclados con tripulaciones m¨ªnimas para mantenerse en buen estado y poder volver a navegar
M¨¢s de una docena de superyates han sido incautados en puertos europeos en las ¨²ltimas cinco semanas como parte de las amplias sanciones impuestas a los multimillonarios rusos. Desde Hamburgo, en el norte de Alemania, hasta la isla espa?ola de Mallorca, al menos 13 de los llamados palacios flotantes est¨¢n anclados con tripulaciones m¨ªnimas para mantenerse en buen estado y poder volver a navegar alg¨²n d¨ªa. Los funcionarios de Estados Unidos, el Reino Unido y la Uni¨®n Europea han apuntado a los barcos a la hora congelar los activos pertenecientes a los rusos ultrarricos, vistos como pr¨®ximos al Kremlin y al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin.
El m¨¢s grande y m¨¢s caro de los superyates detenidos es el Dilbar, de 156 metros y propiedad de Alisher Usmanov, quien ha sido sancionado por Estados Unidos, el Reino Unido y la UE. Descrito por el constructor de la embarcaci¨®n, Luerssen, como ¡°uno de los m¨¢s complejos y desafiantes yates jam¨¢s construidos¡±, tiene un valor de entre 538 y 573 millones de euros, seg¨²n el proveedor de datos mar¨ªtimos VesselsValue. Lleva inmovilizado en Hamburgo aproximadamente un mes.
Pero en ese tiempo las autoridades no han parado de anunciar nuevos embargos a los oligarcas. Esta misma semana, el Tango, un yate de 82 millones de euros perteneciente al multimillonario ruso Viktor Vekselberg, ha sido confiscado en Mallorca a petici¨®n de Estados Unidos. La incautaci¨®n fue coordinada a trav¨¦s de la justicia estadounidense, en cuya lista de sancionados figura desde marzo el propietario del barco. El Departamento del Tesoro anunci¨® las sanciones contra ¨¦l al considerar que mantiene ¡°estrechos v¨ªnculos¡± con los principales funcionarios del Gobierno ruso, incluidos Putin y el expresidente Dmitri Medv¨¦dev, quienes lo pusieron al frente de una fundaci¨®n que tiene por objetivo atraer inversi¨®n tecnol¨®gica a Rusia.
A la vez, un juez de Tarragona ha abierto una investigaci¨®n judicial contra el Crescent, otro megayate valorado en m¨¢s de 100 millones de euros y propiedad de ?gor Sechin, tambi¨¦n considerado pr¨®ximo a Putin. Este barco estaba inmovilizado desde el 16 de marzo por una orden de la Direcci¨®n General de Marina Mercante, dependiente del Ministerio de Transportes espa?ol, en aplicaci¨®n de las sanciones puestas en marcha por la Uni¨®n Europea contra 893 personas tras la invasi¨®n de Ucrania. Lleva atracado en el puerto de Tarragona desde el 2 de noviembre, cuando a¨²n no hab¨ªa estallado la guerra. Cuatro meses despu¨¦s, el 4 de marzo, cuando la Comisi¨®n Europea ya hab¨ªa acordado aplicar sanciones a los oligarcas rusos tras el inicio de la invasi¨®n de Ucrania, la tripulaci¨®n solicit¨® a la capitan¨ªa del puerto su salida, pero finalmente no zarp¨®.
En total, los superyates detenidos de los magnates rusos sancionados suman un valor que supera los 1.800 millones de euros. Muchos de ellos son m¨¢s largos que una ballena azul y cuentan con rasgos propios de casas de lujo como grandes piscinas, spa, helipuertos y l¨¢mparas de cristales Swarovski. Su mantenimiento es muy costoso, incluso cuando est¨¢n atracados. Esto plantea un desaf¨ªo para las tripulaciones, cuyos salarios son pagados por alguien que est¨¢ bajo sanciones, y para los puertos, que est¨¢n a merced de los derechos de atraque de los propietarios.
Conforme se ampliaban las sanciones, otros barcos de propiedad rusa han eludido a las autoridades navegando hacia aguas m¨¢s amigas. Dos de los superyates del expropietario del Chelsea Roman Abram¨®vich, con un valor conjunto de m¨¢s de 900 millones, se han trasladado a las costas de Turqu¨ªa en las ¨²ltimas semanas tras partir desde Barcelona y la isla caribe?a de San Mart¨ªn (con soberan¨ªa francesa y holandesa). Y el superyate Nord, del magnate del acero Alex¨¦i Mordashov, se dirige a Vladivostok, en Rusia, mientras otros huyen hacia Dub¨¢i o han desconectado sus transpondedores, ocultando as¨ª su paradero.
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