El BCE se prepara para poner fin a sus compras de deuda en verano por la desbocada inflaci¨®n
La instituci¨®n resalta el ¡°grave deterioro¡± de la confianza de empresas y consumidores y el alza de los precios
Hace ya meses que no hay reuniones de tr¨¢mite en el Banco Central Europeo (BCE). Ni siquiera en Jueves Santo. Ante la galopante inflaci¨®n que atraviesa la zona euro agravada por la guerra en Ucrania, la instituci¨®n que preside Christine Lagarde decidi¨® dar otro peque?o aceler¨®n hacia ese proceso que ha bautizado como ¡°normalizaci¨®n monetaria¡±, que consiste en dejar atr¨¢s la era de los tipos negativos. El Eurobanco se ha fijado el tercer trimestre para poner fin al programa de compras de deuda con el que en los ¨²ltimos ha desplegado una extraordinaria expansi¨®n monetaria para ir recogiendo cable. Paso a paso. ¡°Un trimestre tiene tres meses¡±, record¨® Lagarde en su comparecencia posterior al Consejo de Gobierno del BCE, en referencia a que puede concluir las compras en septiembre. Pero las enormes ondas expansivas de la guerra a la econom¨ªa europea apuntan a julio. Seg¨²n el banco central, un mes y medio despu¨¦s de la invasi¨®n rusa, la econom¨ªa est¨¢ notando ya los ¡°graves¡± efectos del conflicto.
¡°?Me he quedado sin voz!¡±, se excus¨® Lagarde ¡ªa la que el covid oblig¨® a quedarse en casa¡ª para no responder a un periodista que le preguntaba sobre los rumores de que ser¨¢ la pr¨®xima primera ministra francesa, en caso de una victoria de Emmanuel Macron. Las elecciones francesas, y en concreto la renovada amenaza de la extrema derecha, se erig¨ªan hace unos meses como el mayor riesgo geopol¨ªtico que pod¨ªa afrontar Europa. Aun sin despejarse esa variable, la principal fuente de inestabilidad hoy es Ucrania. ¡°El conflicto y la incertidumbre asociada pesan mucho sobre la confianza de las empresas y los consumidores¡±, asegur¨® Lagarde. La guerra ha provocado un aumento de las materias primas y la energ¨ªa, nuevos cuellos de botellas y problemas de distribuci¨®n y nuevas tensiones comerciales derivadas de las sanciones de Occidente a Rusia. El resultado ha sido una rampante inflaci¨®n, del 7,5% en la zona euro, y una merma en el crecimiento econ¨®mico.
Divisi¨®n interna
Las actas del ¨²ltimo Consejo de Gobierno ya mostraron su divisi¨®n interna sobre la direcci¨®n que emprender. Los halcones ped¨ªan acelerar el camino hacia la subida de tipos, mientras que las palomas quer¨ªan esperar. Y hasta ahora, Lagarde ha ido optando por conciliar ambas almas con concesiones a ambos bandos. No sin dar alg¨²n que otro bandazo. ¡°El Consejo ha considerado que los nuevos datos disponibles desde su ¨²ltima reuni¨®n refuerzan su expectativa de que las compras netas en el marco de su programa de compras de activos deber¨ªan concluir en el tercer trimestre¡±, sostiene el comunicado emitido por la instituci¨®n. Hasta ahora, el fin de las adquisiciones de deuda era una sola posibilidad. Ahora no: es m¨¢s que eso. Y probablemente se producir¨¢ en julio. A cambio, la francesa sigue respetando el tiempo que pide el Sur para constatar que se dan todas las condiciones para subir tipos. Es decir, que los incrementos no ser¨¢n inmediatos desde que se guarde la bazuca, que a¨²n inyectar¨¢ 40.000 millones de euros en abril, 30.000 en marzo y 20.000 en junio.
El BCE sigue por detr¨¢s del Banco de Inglaterra y la Reserva Federal, que enfilan ya las subidas. Fr¨¢ncfort mantuvo este jueves los tipos en el 0%. ¡°Europa es diferente y el BCE es diferente. En lugar de una reacci¨®n de p¨¢nico, el BCE contin¨²a con su normalizaci¨®n muy gradual, lo que, en nuestra opini¨®n, supone poner fin a las compras netas de activos durante el verano y el fin de la era de tipos de inter¨¦s negativos antes de fin de a?o¡±, afirma Carsten Brzeski, analista de Macro de ING. La propia Lagarde marc¨® de nuevo distancias con Estados Unidos: la zona euro ni tiene sus bajos niveles de empleo, ni las tensiones salariales del otro lado del Atl¨¢ntico y, adem¨¢s, es fronteriza con un pa¨ªs en guerra.
Tipos de cambio
Los mercados, sin embargo, siguen creyendo que los tipos subir¨¢n m¨¢s pronto que tarde. De hecho, el fin del programa de deuda acerca ese incremento. Y eso tiene su reflejo ya en los mercados de deuda: el bono alem¨¢n a diez a?os ofrece ya un rendimiento superior al 0,8%, mientras que la deuda espa?ola se asoma al 1,8% y la italiana al 2,5%. El Eur¨ªbor tambi¨¦n aumenta y entra ya en terreno positivo, encareciendo unas hipotecas que se beneficiaron de a?os de tipos negativos. ¡°Se espera que los est¨¢ndares crediticios se endurezcan a¨²n m¨¢s en los pr¨®ximos meses, ya que los bancos tienen en cuenta el impacto econ¨®mico adverso de la agresi¨®n de Rusia hacia Ucrania y los precios m¨¢s altos de la energ¨ªa¡±, afirm¨® la francesa. En cambio, esa gradualidad en la que insisti¨® Lagarde hizo que el euro volviera a ceder ante el d¨®lar y se quedara por debajo de los 1,08 d¨®lares. El tipo de cambio, que penaliza a Europa porque los contratos de energ¨ªa se denominan en d¨®lares, tambi¨¦n est¨¢ bajo el radar del BCE al influir en la inflaci¨®n a medio plazo a trav¨¦s de las importaciones.
El discurso de Lagarde, pues, no se apart¨® de la m¨¢xima que ha querido imprimir a su pol¨ªtica desde que en diciembre del a?o pasado anunciara que se acercaban nuevos tiempos: ¡°Opcionalidad, gradualidad y flexibilidad¡±. Y datos. Por ello, no se prev¨¦ que hasta que se puedan dar nuevos pasos adelante hasta que se dispongan de nuevas perspectivas econ¨®micas en junio. Entre otros, la instituci¨®n observa dos: las expectativas de inflaci¨®n y los posibles efectos de segunda ronda. Es decir, subidas salariales, que la francesa dijo que por ahora est¨¢n siendo ¡°modestas¡±. En el constante dilema entre crecimiento e inflaci¨®n, el BCE parece haberse decantado por el segundo, a riesgo de que se disparen las primas de riesgo. A la instituci¨®n le preocupa esa fragmentaci¨®n, pero por ahora no se plantea nuevas soluciones. Aun as¨ª, record¨®: ¡°El Consejo de Gobierno adoptar¨¢ cuantas medidas sean necesarias para cumplir el mandato de estabilidad de precios encomendado por el BCE y para contribuir a salvaguardar la estabilidad financiera¡±.
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