Washington vuelve a alquilar terrenos p¨²blicos federales para incentivar la explotaci¨®n de petr¨®leo

El presidente Joe Biden ha convertido el control de la inflaci¨®n en objetivo pol¨ªtico. Con las inciertas elecciones de medio mandato en noviembre, y los precios de la energ¨ªa en m¨¢ximos hist¨®ricos en EE UU en parte como consecuencia de la guerra de Ucrania, el mandatario quiere incentivar la producci¨®n nacional de gas y petr¨®leo para aliviar la presi¨®n sobre hogares y empresas. Para ello, Washington conceder¨¢ nuevas licencias de explotaci¨®n en terrenos p¨²blicos a compa?¨ªas privadas, aunque a precios m¨¢s altos.

La medida, que entrar¨¢ en vigor la pr¨®xima semana, supondr¨¢ el alquiler de una superficie de 145.000 acres (unas 58.700 hect¨¢reas) de terrenos federales p¨²blicos repartidos en nueve de los 50 Estados del pa¨ªs. Las empresas concesionarias deber¨¢n pagar al Gobierno federal un impuesto equivalente al 18,75% de las ganancias que extraigan de la explotaci¨®n, seis puntos m¨¢s que hasta ahora.

Los nuevos arrendamientos, los primeros de la Administraci¨®n de Biden, ponen fin a la moratoria establecida en enero de 2021 -cuando el dem¨®crata lleg¨® a la Casa Blanca-, que suspend¨ªa los permisos de explotaci¨®n de gas y petr¨®leo en terrenos federales para combatir la crisis clim¨¢tica. Biden recurri¨® entonces a una bater¨ªa de ¨®rdenes ejecutivas, o decretos presidenciales, para burlar la oposici¨®n republicana y de conspicuos representantes de su propio partido, como el senador Joe Manchin, muy vinculado a la industria de la energ¨ªa y confeso detractor de las iniciativas verdes de Biden.

El precio de la energ¨ªa, cuya tasa interanual se increment¨® un 32% en marzo, es el principal responsable de la inflaci¨®n, que alcanz¨® el 8,5% ese mes, tambi¨¦n en tasa anualizada, y un desaf¨ªo acuciante para Biden una vez que la pandemia de coronavirus ha entrado en una fase de control o nueva normalidad, pese al impacto de la variante BA.2. El mandatario se encuentra entre la espada y la pared: entre sus promesas de combatir el cambio clim¨¢tico y su brindis a la clase media, en torno a la que articul¨® el contenido de su campa?a. Apremiado por las circunstancias, cuando el gal¨®n de gasolina (una medida equivalente a 3,7 litros) supera los 4 d¨®lares, ha optado por aparcar una de sus promesas de 2020, si bien las nuevas concesiones deber¨¢n tener en cuenta la evaluaci¨®n de impacto ambiental en la superficie.

La medida fue anunciada este Viernes Santo por el Departamento del Interior, del que dependen las tierras p¨²blicas federales, y cosech¨® cr¨ªticas de inmediato a uno y otro lado: por parte de los grupos ecologistas y por la industria, que lamenta que Biden no haya ido m¨¢s lejos aunque lo considere un paso en la buena direcci¨®n, y que adem¨¢s entretiene con el dem¨®crata una relaci¨®n llena de suspicacias sobre todo en lo relativo al fracking, o t¨¦cnica de fractura hidr¨¢ulica, que el mandatario quiso regular. En el punto de mira de los ecologistas, el fracking es objeto de cr¨ªticas por su acusado impacto ambiental debido a la contaminaci¨®n de terrenos y acu¨ªferos por el empleo de qu¨ªmicos.

Fuentes ambientalistas han calificado la concesi¨®n de nuevas licencias de ¡°fracaso imprudente del liderazgo clim¨¢tico¡±. El presidente dem¨®crata devolvi¨® a EE UU al Acuerdo global del clima de Par¨ªs, del que su antecesor, el republicano Donald Trump, se hab¨ªa retirado. Biden prometi¨® reiteradamente en campa?a que detendr¨ªa las subastas federales de perforaci¨®n, pero su intento ha sido bloqueado por el desaf¨ªo judicial de los Estados liderados por republicanos, en buena parte dependientes de la industria energ¨¦tica.

La anunciada hoy no es la primera medida de la Administraci¨®n de Biden para abaratar el precio de la energ¨ªa. En tres ocasiones desde el pasado noviembre su Ejecutivo ha recurrido a liberar millones de barriles de las reservas estrat¨¦gicas de petr¨®leo. Desde diciembre, dos meses antes de la invasi¨®n rusa de Ucrania, el Ejecutivo ha venido instando a la industria a aumentar la producci¨®n y el n¨²mero de plataformas, mientras reabren algunas en campos casi abandonados desde 2020 por el bajo precio del petr¨®leo y la escasa rentabilidad, en Oklahoma y Colorado. Washington ha reiterado que las compa?¨ªas no enfrentan restricciones gubernamentales para perforar a corto plazo, aunque en el largo plazo siga invit¨¢ndolas a adoptar formas de energ¨ªa m¨¢s limpias en respuesta al cambio clim¨¢tico.