Gobierno, sindicatos y patronales, atascados en la negociaci¨®n del Pacto de Rentas
El calendario no establece futuros encuentros entre unos agentes sociales que se culpan unos a otros de inmovilismo
Reza el dicho que dos no pelean si uno no quiere y, aunque voluntad no les falta, sindicatos y patronales se encuentran inmersos en un combate tenso, pero sin golpes, desgastados por haber sido incapaces de alcanzar un acuerdo (ni siquiera de enfocarlo) en sus ¨²ltimas reuniones para definir las pr¨®ximas subidas salariales con las que contener los efectos de la inflaci¨®n. Tampoco el Gobierno ha dado con la f¨®rmula para tratar de agilizar unas conversaciones en las que, a pesar de no poder participar directamente (algo que le fue recordado cuando trat¨® de inmiscuirse), resultan fundamentales para la confecci¨®n de un Pacto de Rentas que corre serio riesgo de convertirse en papel mojado. Dos meses despu¨¦s de ser anunciado, no hay fecha en el calendario para un nuevo encuentro.
¡°Parado¡± y ¡°bloqueado¡± son dos adjetivos a los que recurren con frecuencia quienes participan en la negociaci¨®n para definir la situaci¨®n actual. Los planteamientos de UGT y CC OO, que no contemplan una renovaci¨®n del Acuerdo para el Empleo y la Negociaci¨®n Colectiva (AENC) ¨Duna especie de piedra de Rosetta para la negociaci¨®n de los convenios laborales¨D, sin la presencia de cl¨¢usulas que permitan corregir el alza de los precios, chocan frontalmente con la negativa de las patronales CEOE y Cepyme a aceptarlas. Consideran (como el Banco de Espa?a) que de reconocerse estas salvaguardas, la inflaci¨®n y los salarios entrar¨ªan en un c¨ªrculo vicioso de crecimiento imparable (y conjunto) que acabar¨ªa resultando perjudicial para la econom¨ªa.
¡°No tenemos problemas con los d¨ªgitos de subida, pero no admitiremos que no haya una cl¨¢usula que garantice el mantenimiento del poder adquisitivo¡±, reconoce una fuente sindical que participa en las reuniones. Esos d¨ªgitos oscilan entre el 8% y el 9%, repartidos durante un periodo de tres a?os, pero que ser¨ªan revisados una vez cumplido el trienio para ajustarlos de acuerdo con las desviaciones del IPC. A pesar del envite, no es la jugada m¨¢s ambiciosa que hayan presentado los representantes de los trabajadores: en un inicio planteaban que esa revisi¨®n fuera anual, lo que elevaba considerablemente el porcentaje de subida final, y cargaba sobre las empresas un peso que estas aseguraban no estar capacitadas para soportar.
¡°Si la CEOE no entiende que igual que ellos piden indexar sus contratos administrativos ¨Dreajustarlos de acuerdo con el encarecimiento de los precios¨D, y que los propietarios de alquileres puedan actualizarlos sobre el IPC, los trabajadores esperan que no sean los salarios los que se vean otra vez devaluados, y acaben siendo los ¨²nicos que paguen el efecto perverso de la inflaci¨®n¡±, a?ade esta misma fuente.
Fuentes del Ministerio de Trabajo defienden que su posici¨®n desde el comienzo de la negociaci¨®n ¡°siempre ha sido que los trabajadores y trabajadoras no pueden pagar el coste de la crisis y esta subida de precios¡±, y que, ¡°no puede aplicarse de nuevo una pol¨ªtica equivocada, la devaluaci¨®n salarial, que se ha seguido durante a?os en nuestro pa¨ªs y no podemos volver a caer en el mismo error¡±. Al mismo tiempo, estas mismas fuentes aseguran tambi¨¦n que ¡°el Gobierno respeta el di¨¢logo bipartito entre sindicatos y empresarios¡±.
Movilizaciones
Desde el lado de los empresarios, el argumentario para mantenerse firmes en su rechazo a las cl¨¢usulas salariales (que no a los porcentajes de subida, con los que sintonizan) sigue pivotando alrededor de que esta soluci¨®n sobreexpondr¨ªa a las empresas, y desequilibrar¨ªa el reparto de los esfuerzos para hacer frente a la inflaci¨®n. El presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, se ha mostrado siempre f¨¦rreo en esta negativa, y en su ¨²ltima referencia al bloqueo actual quiso marcar los tiempos, y adelant¨® que no volver¨ªan a hablar, como m¨ªnimo, hasta que pase el Primero de Mayo. ¡°Soy muy respetuoso con las reivindicaciones sindicales¡±, asegur¨® el jueves, abriendo la puerta a un posible encuentro el pr¨®ximo lunes, no sin antes dejar claro (nuevamente) que su posici¨®n en la mesa de negociaci¨®n seguir¨ªa siendo la misma. ¡°Lo que se est¨¢ planteando, nosotros no lo vemos. Lo digo con toda claridad¡±, a?adi¨® el presidente de la patronal.
Las manifestaciones organizadas por las centrales de UGT y CC OO que recorrieron el pa¨ªs este domingo en el Primero de Mayo han servido para presionar todav¨ªa m¨¢s a favor de un AENC que establezca mecanismos que impidan una devaluaci¨®n salarial. ¡°Es fundamental incluir en los convenios colectivos las cl¨¢usulas de revisi¨®n salarial, que permitan proteger los sueldos ante incrementos desmesurados de los precios. Rechazar estas cl¨¢usulas, como est¨¢n haciendo las asociaciones empresariales, es una forma muy oportunista de intentar hacer caja de una manera irresponsable¡±, rezaba el manifiesto elaborado por ambos sindicatos. ¡°No podemos consentir que se pretenda salir de esta crisis, a costa de devaluar los salarios, degenerar m¨¢s pobreza laboral y mayor desigualdad social¡±, conclu¨ªa el texto.
Con el AENC calado, el Pacto de Rentas que anunci¨® el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, a principios de marzo, ha pasado a convertirse en una quimera. ¡°Ni est¨¢, ni se le espera, pero por incomparecencia del resto de las partes, sobre todo desde el Gobierno. Yo estoy perplejo¡±, lament¨® el secretario general de CC OO, Unai Sordo, el pasado lunes. Por el momento no hay ninguna reuni¨®n convocada, y, ante el distanciamiento entre sindicatos y patronales, su posible desarrollo durante el segundo trimestre empieza a estar en cuesti¨®n.
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