El 60% de los contratos indefinidos firmados en abril fueron a tiempo parcial o discontinuos

Abril fue el primer mes en el que la reforma laboral se aplic¨® en su totalidad. El resultado fue abrumador. En esas cuatro semanas se suscribieron 698.646 contratos indefinidos, casi la mitad de los 1,4 millones que se rubricaron. Antes de la reforma, estos contratos apenas representaban en torno a un 10% en un mes normal. Ante una regulaci¨®n que restringe la contrataci¨®n temporal, las empresas optaron en masa por ese formato. Sin embargo, de esos contratos indefinidos, el 60% fue a tiempo parcial o discontinuo: 413.914 de los casi 700.000, seg¨²n la estad¨ªstica oficial. Nunca antes se hab¨ªa dado una proliferaci¨®n tan grande de estos contratos. De hecho, es la primera vez que la suma de estos supera a los indefinidos a tiempo completo. En concreto, 175.154 fueron a tiempo parcial y 238.760, fijos discontinuos.

Evidentemente, no se han disparado de un mes para otro las necesidades de trabajadores a tiempo parcial o solo para una temporada. En el fondo, semejante efervescencia deja al descubierto los distintos mecanismos a los que est¨¢n recurriendo las empresas para adaptarse al nuevo ecosistema laboral. Una parte importante ha decidido hacer fijos a quienes antes contrataban como temporales. Y ah¨ª la reforma ha sido un ¨¦xito. Pero hay otra parte que ha buscado f¨®rmulas m¨¢s baratas para hacer frente al nuevo marco. ¡°No se puede hacer magia. Sin cambiar el modelo productivo tendr¨¢s simplemente un nuevo formato para esa temporalidad¡±, se?ala una fuente empresarial.

Varios abogados consultados explican que, en un entorno de elevada incertidumbre, las empresas han buscado c¨®mo canalizar la temporalidad que ahora se ha restringido. Y la parcialidad es una forma m¨¢s barata al ahorrar horas, cotizaci¨®n e indemnizaci¨®n. Este abril su uso se triplic¨® frente al mismo mes del 2019, a?o en el que tambi¨¦n cay¨® la Semana Santa en abril.

Cabe pensar que la inspecci¨®n deber¨ªa revisar estos contratos por si pudieran ser fraudulentos. Sin embargo, la mayor¨ªa de los expertos a¨²n ve buena fe: simplemente estar¨ªan probando y, si va bien, luego podr¨ªa haber una conversi¨®n de estos al tiempo completo. ¡°Antes te contrataban a jornada completa por un mes, 15 d¨ªas o una semana, y as¨ª no se pillaban los dedos. Cubr¨ªan todas las horas que necesitaban por un tiempo determinado, y si hac¨ªa falta extenderlo, ampliaban la duraci¨®n del contrato. Ahora est¨¢n recurriendo a esta f¨®rmula del indefinido a tiempo parcial para testear si verdaderamente necesitan a una persona todo el d¨ªa para cubrir los huecos que tienen o no¡±, explica Cristina Est¨¦vez, secretaria de Pol¨ªtica Institucional y Pol¨ªticas Territoriales de UGT.

En cuanto al fijo discontinuo, este se ha multiplicado por 10 frente a abril de 2019. Esta es la modalidad que la reforma coloca como el predeterminado para cubrir vacantes estacionales. Se trata de contratos que ofrecen al empleado un grado de protecci¨®n algo mayor (la indemnizaci¨®n es m¨¢s alta y tienen derecho a vacaciones, por ejemplo), aunque un despliegue desmesurado puede contribuir al estancamiento de miles de trabajadores al dejarlos a expensas de la llamada del empresario y carecer de una jornada regular completa. ¡°El impulso de esta modalidad es un paso en la buena direcci¨®n, aunque est¨¢ claro que no se trata de la modernizaci¨®n definitiva de las relaciones laborales y su homologaci¨®n con el resto de Europa¡±, se?ala Carlos Mart¨ªn Urriza, director del Gabinete Econ¨®mico de CC OO.

Cristina Est¨¦vez justifica el auge de los fijos discontinuos en abril por tratarse del mes en el que se despleg¨® por completo la reforma laboral tras los tres meses de vacatio legis o periodo transitorio, en los que las empresas pod¨ªan seguir contratando de acuerdo a la norma anterior, pero con una duraci¨®n m¨¢xima de seis meses. ¡°Los efectos din¨¢micos de la reforma laboral no los podremos ver hasta dentro de unos meses, que es cuando se podr¨¢ comprobar si los contratos indefinidos se est¨¢n haciendo, por ejemplo, en consonancia con el n¨²mero de horas que es necesario cubrir en cada puesto indicado¡±, a?ade Est¨¦vez.

El economista Miguel ?ngel Garc¨ªa explica que todav¨ªa es pronto para sacar conclusiones sobre la reforma: ¡°En cuanto a la estabilidad que han ganado muchos trabajadores, la reforma ya puede considerarse como algo positivo. Lo que est¨¢ por ver es si aumenta la ocupaci¨®n midiendo el total de horas trabajadas y la tasa de desempleo¡±. En teor¨ªa, los defensores de la reforma se?alan que al ganar en estabilidad, los asalariados deber¨ªan mejorar su productividad y, por tanto, se generar¨ªa m¨¢s empleo.

Las mismas cautelas expresa Marcel Jansen, profesor de la Universidad Aut¨®noma de Madrid e investigador de Fedea: ¡°Por un lado, ha habido una normalizaci¨®n de una parte del enorme stock de contratos temporales que exist¨ªan antes de la reforma. Por otro, las empresas han intentado mantener la flexibilidad que les brindaba el temporal reduciendo costes y horas, ya sea con el tiempo parcial o el fijo discontinuo¡±. En cualquier caso, Jansen recalca que las reformas siempre suelen tener efectos indeseados al tratarse de un puzle muy complejo y operar con prohibiciones en lugar de incentivos. ¡°Hay que huir del alarmismo, seguir su evoluci¨®n, evaluarlo, hacerlo p¨²blico y corregir lo que no funcione¡±, concluye.

No obstante, el Gobierno argumenta que el cambio de modelo en el empleo es evidente, puesto que se ha producido un trasvase ordenado entre temporales e indefinidos tomando datos acumulados de lo que va de a?o. Seg¨²n cifras de la Seguridad Social, entre enero y abril, el n¨²mero de trabajadores indefinidos a jornada completa aument¨® en 407.824, una cifra pr¨¢cticamente similar a la de los temporales que desaparecieron con la misma jornada completa (401.537). Algo parecido sucedi¨® con los temporales a jornada parcial, que cayeron en 342.337, coincidiendo con los 261.885 que subieron los indefinidos con la misma jornada parcial. De ah¨ª que el Ejecutivo hable de trasvase. Adem¨¢s, los fijos discontinuos crecieron en 258.126 en el primer cuatrimestre, aunque ninguna tabla estad¨ªstica especifica por ahora qu¨¦ tipo de jornada laboral, a tiempo parcial o completa, tienen.

Otro de los argumentos a favor de la mejora de las condiciones de trabajo es la disminuci¨®n progresiva del n¨²mero de contratos de poca duraci¨®n (de menos de siete d¨ªas), para los que la reforma laboral contempla una penalizaci¨®n en la cotizaci¨®n de 27 euros. Estos en abril pasaron a ser poco m¨¢s de una cuarta parte del total de los contratos, frente a los tres cuartos que supon¨ªan para este mes antes de la reforma.