Hallado ahorcado en su celda el banquero que se fug¨® a Sud¨¢frica para evitar la c¨¢rcel en Portugal

Uno de los ¨²ltimos mensajes de Jo?o Rendeiro, el banquero que mejor encarn¨® el ascenso social en Portugal antes de llegar a ser tan solo uno de los 50 reclusos que se apelotonaban en una celda de la prisi¨®n de Westville, en Sud¨¢frica, fue que jam¨¢s regresar¨ªa a su pa¨ªs. El deseo se ha cumplido. Rendeiro, de 69 a?os, fue hallado ahorcado por los funcionarios sudafricanos que se dispon¨ªan a trasladarle al juzgado para una audiencia, seg¨²n confirm¨® su abogada a varios medios portugueses. Los detalles iniciales apuntan hacia un suicidio, aunque los responsables de la prisi¨®n han abierto una investigaci¨®n para esclarecer lo ocurrido. La vista para decidir la extradici¨®n de Rendeiro a Portugal estaba fijada para junio, pero el pr¨®ximo viernes 20 de mayo deb¨ªa celebrarse una sesi¨®n preliminar.

El banquero fue detenido en un hotel de lujo en Durb¨¢n (Sud¨¢frica) en diciembre de 2021, tras una huida de casi tres meses para evitar su ingreso en prisi¨®n en Portugal, donde ten¨ªa tres condenas por fraude fiscal, blanqueo de capitales, abuso de confianza y falsificaci¨®n de documentos. A pesar de ir acumulando sentencias, que sumaban 19 a?os y 2 meses de c¨¢rcel, Rendeiro hab¨ªa logrado no ingresar en prisi¨®n en su pa¨ªs y gozar de una sorprendente permisividad judicial para viajar al extranjero.

Cuando percibi¨® que el riesgo de ingresar en prisi¨®n era cercano, el banquero aprovech¨® una de estas salidas internacionales para fugarse. El 14 de septiembre viaj¨® a Londres con permiso judicial y, cuatro d¨ªas despu¨¦s, aterriz¨® en Sud¨¢frica. Unos d¨ªas m¨¢s tarde escribi¨® en su blog Arma Cr¨ªtica que no pensaba volver a Portugal y que su fuga era un acto de ¡°leg¨ªtima defensa¡±. En una posterior entrevista a CNN Portugal, precis¨® que solo regresar¨ªa con un indulto de la presidencia de la Rep¨²blica.

Tras su detenci¨®n en Sud¨¢frica, Rendeiro hab¨ªa apelado incluso a la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para tratar de conseguir la libertad provisional. En una carta al organismo, su abogada aseguraba que el banquero sufr¨ªa extorsiones de otros reclusos y que su liberaci¨®n era ¡°una cuesti¨®n de vida o muerte¡±.

Su final simboliza de forma tr¨¢gica la extinci¨®n de una ¨¦poca de las finanzas portuguesas, marcada por incompetencias y corrupciones. Su trayectoria personal, sin embargo, no tiene nada que ver con la de Ricardo Salgado, el hombre que lo fue todo en el Banco Esp¨ªritu Santo y que ahora se enfrenta a la acusaci¨®n por 65 delitos por el hundimiento del Grupo Esp¨ªritu Santo (GES). El fallecimiento de Rendeiro coincide con las audiencias que se est¨¢n celebrando en Lisboa para decidir sobre la instrucci¨®n del caso GES.

Salgado naci¨® en una familia poderosa con un imperio empresarial y financiero en construcci¨®n, mientras que Rendeiro era hijo de un zapatero de Campo de Ourique que se form¨® como economista y logr¨® convertirse en millonario a los 30 a?os, despu¨¦s de vender al Banco Trotta el fondo de inversi¨®n que hab¨ªa creado en 1986. Diez a?os despu¨¦s fund¨® el Banco Privado Portugu¨¦s (BPP) y se dedic¨® a captar una clientela de grandes patrimonios, de ah¨ª que se le conociese como el banco de los ricos. Ah¨ª comienzan los d¨ªas de exhibici¨®n de m¨²sculo: Rendeiro ficha a gente con buenos contactos (en Espa?a, entre otros, el exministro Marcelino Oreja Aguirre, el empresario Juan Villar-Mir o el expresidente de Telef¨®nica C¨¢ndido Vel¨¢zquez-Gaztelu) y lleva a la cantante Mariza a dar conciertos ante una clientela exclusiva. ¡°Tiene la man¨ªa de las grandezas¡±, dijo de ¨¦l su antiguo socio en el BPP y antiguo primer ministro portugu¨¦s, Francisco Pinto Balsem?o.

En diciembre de 2008, el BPP fue intervenido por el Banco de Portugal debido a su estado de insolvencia, con un d¨¦ficit de 700 millones de euros, y Rendeiro fue apartado de la presidencia. Dos a?os despu¨¦s, el Banco de Portugal retir¨® al BPP la licencia para operar. Su antiguo fundador comenz¨® a acudir a los tribunales por diferentes procesos que desembocaron en una absoluci¨®n y tres condenas. En uno de ellos fue acusado de desviar, junto a otros directivos, 31 millones de euros del banco para uso personal.

Tras su ca¨ªda en desgracia, el banquero, gran coleccionista de arte contempor¨¢neo, escribi¨® varios libros defendi¨¦ndose. En el primero de ellos afirm¨® que dejar¨ªa toda su fortuna a la sociedad portuguesa. Rendeiro estaba casado con Maria de Jes¨²s da Silva de Matos, sometida a vigilancia judicial con pulsera electr¨®nica tras descubrirse la desaparici¨®n de 12 obras de arte de la pareja de las 124 que hab¨ªan sido intervenidas por la justicia portuguesa. La esposa del banquero hab¨ªa sido designada responsable de la custodia de los cuadros, que siguieron en la vivienda familiar de Cascais.