Estados Unidos sigue creando empleo a toda m¨¢quina pese a la subida de tipos de inter¨¦s
La tasa de paro se mantiene en el 3,6%, muy cerca del m¨ªnimo en d¨¦cadas
Las ofertas de empleo saltan a la vista en Washington como en cualquier gran ciudad de Estados Unidos. Uno va a comprar ropa y en la tienda hay un cartel ofreciendo trabajo. Igual en el restaurante. Antes de empezar la pel¨ªcula, junto a los anuncios de pr¨®ximos estrenos, otro animando a pedir un puesto en el cine. Y en el banco, un cartel ofrece como reclamo una prima de fichaje de hasta 1.500 d¨®lares para quienes se animen a trabajar en la entidad. La econom¨ªa ha creado empleo a toda m¨¢quina tras la pandemia y la tasa de paro es del 3,6%. En algunos Estados, nunca ha sido tan baja. El pa¨ªs est¨¢ pr¨¢cticamente en pleno empleo.
Las cifras del mes de mayo publicadas este viernes por la Oficina de Estad¨ªsticas Laborales confirman esa tasa de paro del 3,6%, la misma que en marzo y abril y muy cerca del m¨ªnimo en d¨¦cadas, el 3,5% que se marc¨® justo antes de la pandemia. La econom¨ªa encadena 17 meses consecutivos de creaci¨®n de empleo. En mayo, las empresas han creado 390.000 empleos no agr¨ªcolas pese al endurecimiento de la pol¨ªtica monetaria y las subidas de tipos de inter¨¦s. Aunque es la cifra m¨¢s baja de los ¨²ltimos meses, es bastante m¨¢s de lo previsto, y no se queda lejos de las cifras de los dos ¨²ltimos meses.
Los aumentos de empleo m¨¢s notables se han producido en el ocio y la hosteler¨ªa, en los servicios profesionales y empresariales y en el sector del transporte y el almacenamiento, mientras que el empleo cay¨® en el comercio minorista.
En Estados Unidos el mercado de trabajo se mide principalmente con dos encuestas: una a las empresas y otra a los hogares. La primera se toma como referencia principal para la cifra de creaci¨®n de empleo y la segunda sirve para medir la poblaci¨®n activa y la tasa de paro. En esta segunda encuesta, la creaci¨®n de empleo ha sido algo menor (120.000 puestos en el mes), lo que unido al aumento de la poblaci¨®n activa, ha dejado la cifra de paro en 5,95 millones de personas, ese 3,6%.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha comparecido este viernes para destacar los 8,7 millones de empleos creados durante su mandato (recuperados en su mayor¨ªa de los que quedaron en suspenso por la pandemia). Biden intenta trasladar el mensaje de que la econom¨ªa va bien a pesar de la inflaci¨®n, que se ha convertido en la mayor preocupaci¨®n de los ciudadanos y ha erosionado su popularidad. Biden ha puesto en marcha una estrategia de comunicaci¨®n dirigida a subrayar las buenas noticias econ¨®micas, como la creaci¨®n de empleo. Tambi¨¦n ha echado la culpa de las subidas de precios a Vladimir Putin por la guerra de Ucrania y ha insistido en que la lucha contra la inflaci¨®n es su prioridad econ¨®mica, aunque cediendo el protagonismo (?y otra parte de la culpa?) a la Reserva Federal.
Esa escenificaci¨®n responde al miedo de que el malestar por la inflaci¨®n pase factura a los dem¨®cratas en las elecciones legislativas del pr¨®ximo 8 de noviembre. En esos comicios de mitad de mandato se renuevan los 435 esca?os de la C¨¢mara de Representantes y algo m¨¢s de un tercio de los 100 del Senado. La mayor¨ªa que salga de las urnas puede bloquear su agenda legislativa de los pr¨®ximos dos a?os.
Tras la fuerte destrucci¨®n de empleo por el confinamiento, la pol¨ªtica econ¨®mica y monetaria estuvo dirigida a recuperar la actividad. La Reserva Federal inund¨® de liquidez los mercados con compra de activos financieros y bajos tipos de inter¨¦s. La Administraci¨®n reparti¨® cheques a diestro y siniestro. Lo m¨¢s parecido a la met¨¢fora de tirar dinero desde un helic¨®ptero, la feliz met¨¢fora de Milton Friedman popularizada por Ben Bernanke.
Eso permiti¨® sostener la actividad y apuntalar la recuperaci¨®n, pero cuando la demanda ha ido cogiendo fuerza, algunos problemas en la oferta (atascos en la cadena de suministros, confinamientos en China, guerra de Ucrania y consiguiente subida de precios de la energ¨ªa y los alimentos...) han traducido ese exceso de liquidez en inflaci¨®n. Los precios suben al mayor ritmo en 40 a?os, a una tasa superior al 8%. La estad¨ªstica publicada este viernes muestra que los costes laborales por hora est¨¢n subiendo un 5,2% interanual, de modo que se alimenta la inflaci¨®n de segunda ronda.
La Reserva Federal de Estados Unidos tiene un doble mandato del Congreso: lograr el pleno empleo y la estabilidad de precios. Mientras que en la primera asignatura tiene matr¨ªcula de honor, en la segunda suspende. Sus defensores argumentan que la Fed ha evitado una larga recesi¨®n, que en pleno despegue no era el momento de apagar los motores del avi¨®n y que buena parte de las subidas de precios son ex¨®genas y no se habr¨ªan evitado con una pol¨ªtica monetaria m¨¢s dura. Sus cr¨ªticos se?alan que el banco central no calcul¨® bien el riesgo de inflaci¨®n ni retir¨® a tiempo los est¨ªmulos monetarios.
Ahora, con el paro en m¨ªnimos y la inflaci¨®n en m¨¢ximos, la Fed est¨¢ endureciendo las condiciones monetarias a buen ritmo, tanto subiendo los tipos de inter¨¦s como reduciendo su balance. Y, adem¨¢s, con sus mensajes. De hecho, los tipos de inter¨¦s de los mercados, y con ellos los de las hipotecas, han subido m¨¢s y m¨¢s r¨¢pido que los tipos oficiales. La Fed, que aplic¨® en mayo una subida de tipos de medio punto, la mayor en 22 a?os, prev¨¦ realizar al menos otras dos de igual cuant¨ªa en junio y julio y algunos de sus miembros ya avisan de que pueden hacer falta m¨¢s.
La gran cuesti¨®n es si la Fed ser¨¢ capaz de contener la inflaci¨®n sin provocar por ello una recesi¨®n. El camino hacia ese objetivo es estrecho.
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