El Banco de Espa?a rebaja su previsi¨®n de crecimiento al 4,1% para este a?o
El mecanismo ib¨¦rico para limitar el precio de la luz podr¨ªa bajar la inflaci¨®n hasta en cinco d¨¦cimas y dejarla este a?o en una media del 7,2%
El Banco de Espa?a ha revisado a la baja su previsi¨®n de crecimiento para este a?o hasta el 4,1% desde el 4,5% que preve¨ªa en abril. Se trata de un incremento del PIB todav¨ªa robusto pero que retrasa el momento de la recuperaci¨®n de los niveles precovid hasta la segunda mitad de 2023 y que coincide con el que acaba de pronosticar la OCDE esta misma semana. El motivo de esta rebaja es que el primer trimestre del a?o fue bastante peor de lo esperado, con un hundimiento del consumo debido a la variante ¨®micron, la huelga de transportistas y el estallido de la guerra de Ucrania, que ha intensificado una inflaci¨®n que ya era elevada y que ha erosionado la confianza.
Dicho esto, la instituci¨®n detecta que el tono de la econom¨ªa ha mejorado esta primavera. Los servicios est¨¢n tirando gracias al fin de las restricciones. La confianza est¨¢ remontando. Y el empleo mantiene su fortaleza, aunque se ha resentido algo en las ramas m¨¢s afectadas por los cuellos de botella, como la construcci¨®n y las manufacturas, y en aquellos sectores que m¨¢s crecieron durante la pandemia, como la sanidad y la educaci¨®n. Adem¨¢s, las medidas del Gobierno est¨¢n mitigando parte de la escalada de los costes energ¨¦ticos. Aun as¨ª, a corto plazo la guerra seguir¨¢ lastrando por su impacto en los precios y en los socios comerciales. Y la energ¨ªa contin¨²a teniendo ¡°un pronunciado impacto negativo sobre el poder adquisitivo¡±, recuerdan los economistas del organismo supervisor.
Para el segundo trimestre, el servicio de estudios del banco prev¨¦ un avance trimestral del PIB del 0,4% frente al 0,3% que se registr¨® en el primero. Sin embargo, conforme avance el a?o espera que el turismo, los fondos europeos y la inversi¨®n brinden un mayor impulso. Tambi¨¦n vaticina que se vayan desatascando las cadenas de aprovisionamiento y que la confianza se restablezca. Todo ello deber¨ªa propiciar un mejor final de a?o con el consumo recuper¨¢ndose respaldado por el ahorro acumulado durante la pandemia.
A pesar de la recuperaci¨®n gradual que vislumbra, el organismo supervisor destaca que la incertidumbre es todav¨ªa muy elevada. Todos estos supuestos descansan en que poco a poco se modere la inflaci¨®n, se alivien las disrupciones en los suministros y se diluyan los impactos de la guerra de Ucrania. Seg¨²n subraya el informe, hasta ahora los salarios y los m¨¢rgenes empresariales han mostrado cierta contenci¨®n, alejando por el momento el riesgo de una espiral inflacionaria, lo que en la jerga econ¨®mica se llama efectos de segunda ronda. As¨ª las cosas, de acuerdo con las predicciones del banco, la inflaci¨®n armonizada con criterios europeos se moderar¨¢ este a?o hasta medio punto por el mecanismo ib¨¦rico, situ¨¢ndose en una media del 7,2%. Y para el a?o que viene descender¨¢ hasta un promedio del 2,6%, seis d¨¦cimas m¨¢s que en su pron¨®stico de abril. Estas previsiones sobre el IPC se basan en que ¡°ya se haya producido¡± la traslaci¨®n de los costes a precios y en que ¡°las demandas salariales responder¨¢n de forma limitada al repunte inflacionista¡±, recalca el documento publicado este viernes.
Es decir, la entidad que dirige Pablo Hernandez de Cos todav¨ªa ve la botella medio llena. Pero eso no quita que alerte de unos riesgos que van en aumento. Tres meses y medio despu¨¦s del inicio de la guerra, ¡°la incertidumbre contin¨²a sin disiparse¡±, dice. El crecimiento global se ralentiza por el conflicto. Los cuellos de botella persisten con m¨¢s contumacia de la esperada, en parte por la pol¨ªtica de covid cero en China de la que ya va saliendo. Las presiones inflacionistas no ceden y se han generalizado m¨¢s all¨¢ de la energ¨ªa y los alimentos hacia los bienes industriales y los servicios, ¡°limitando el dinamismo y ensombreciendo las perspectivas¡±, recuerda. Estas tensiones en los precios han provocado que se acelere la retirada de los est¨ªmulos monetarios. Y si bien los costes de financiaci¨®n han permanecido en cotas hist¨®ricamente bajas, el banco considera que cabr¨ªa esperar que subiesen, ¡°lo que podr¨ªa incidir negativamente en la capacidad de gasto de los agentes¡±. En el escenario principal que maneja el banco, esto podr¨ªa llevar a ¡°una cierta moderaci¨®n del ritmo de expansi¨®n¡±. Pero tambi¨¦n caben otros escenarios de mayor riesgo: al haber m¨¢s inflaci¨®n y subidas de tipos, las empresas y hogares m¨¢s vulnerables podr¨ªan experimentar mayores dificultades para hacer frente al pago de sus deudas. Incluso, en un contexto de endurecimiento de la pol¨ªtica monetaria y de preocupaci¨®n de los inversores por el crecimiento, ¡°no pueden descartarse episodios de turbulencias financieras¡±, concluye a modo de advertencia. El Banco de Espa?a no escamotea ninguna de las amenazas a las que se puede enfrentar la econom¨ªa espa?ola en un horizonte pr¨®ximo.
A la entidad le preocupa en particular que los consumidores y los mercados crean que la inflaci¨®n vaya a ser algo mayor. En su opini¨®n, aunque el IPC continuar¨¢ en tasas elevadas durante varios meses, este deber¨ªa perder fuelle una vez se ponga en marcha el nuevo tope al precio del gas en el mercado el¨¦ctrico y conforme se vayan solventando los problemas de suministro. Tambi¨¦n deber¨ªa frenar si se atiende a los contratos de futuros en los mercados de materias primas, aquellos que se firman para asegurarse un precio en el futuro. Las medidas fiscales del Gobierno sobre el precio de la luz y la rebaja de los carburantes ya est¨¢n ayudando a desacelerar los precios de la energ¨ªa. Y los c¨¢lculos del banco sugieren que el llamado mecanismo ib¨¦rico aprobado este jueves para limitar el coste del gas provocar¨ªa una intensa desaceleraci¨®n del componente energ¨¦tico: pasar¨ªa de haber crecido un 46% en el primer trimestre a tasas negativas a partir del oto?o de 2023.
Sin embargo, todav¨ªa hay elementos que est¨¢n presionando al alza y que podr¨ªan suponer un riesgo de enquistarse. Los precios de los alimentos y del ¨ªndice subyacente, aquel que excluye la energ¨ªa y los alimentos no elaborados, est¨¢n subiendo m¨¢s de lo esperado. La guerra de Ucrania y la pol¨ªtica de covid cero en China han recrudecido los problemas suministros y, por tanto, seguir¨¢n empujando hacia arriba la inflaci¨®n. Las empresas adem¨¢s han estado trasladando parcialmente las subidas de costes que sufren a sus precios de venta. Se est¨¢ produciendo un repunte bastante vigoroso en los servicios que sufrieron la pandemia y que ahora elevan sus precios. Y la recuperaci¨®n de la demanda al final del a?o limitar¨¢ hasta cierto punto la desaceleraci¨®n. Pero el mayor riesgo de todos es que la inesperada persistencia de la inflaci¨®n haga que las empresas contin¨²en subiendo precios y que los trabajadores eleven sus demandas salariales. De momento, en la negociaci¨®n colectiva se est¨¢n firmando aumentos de sueldos moderados y que entra?an p¨¦rdidas de poder de compra. Por su parte, los m¨¢rgenes empresariales est¨¢n a¨²n por debajo de los niveles prepandemia y muestran un dinamismo menor que en el resto de Europa. No obstante, tales comportamientos podr¨ªan cambiar ante el contagio que est¨¢ habiendo de la inflaci¨®n por todos los productos. Si esto sucede, podr¨ªa perderse competitividad, disparar la inflaci¨®n y tener menos actividad y empleo, alerta el supervisor.
Pese al crecimiento de la econom¨ªa, la tasa de paro descender¨¢ muy ligeramente del 13% en todo el horizonte de proyecci¨®n hasta 2024. Y existe cierta incertidumbre sobre el grado de ejecuci¨®n de los fondos europeos, dice el banco, lo que podr¨ªa demorar una inversi¨®n empresarial que ya est¨¢ acusando la guerra y los cuellos de botella.
Por otra parte, el d¨¦ficit de las cuentas p¨²blicas bajar¨¢ mucho este a?o hasta el 4,6% del PIB desde el 6,87% computado al cierre del a?o pasado. En gran medida por el robusto comportamiento de los ingresos. Pero a partir del a?o que viene, a menos que se tomen medidas, dejar¨¢ de descender y seguir¨¢ estancado en torno al 4%, algo que puede representar otro riesgo en un entorno de endurecimiento de los tipos.
Por ¨²ltimo, el Banco de Espa?a advierte de que este ejercicio de previsiones se cerr¨® con cifras a 24 de mayo. Pero en datos posteriores la inflaci¨®n sigue siendo un tanto m¨¢s elevada de lo previsto. Por otro lado, la pr¨®rroga de las medidas del Gobierno hasta septiembre ayudar¨¢ a mejorar ligeramente el PIB y la inflaci¨®n. En cambio, el nuevo embargo al petr¨®leo ruso podr¨ªa restar cierto crecimiento: menos que en otros pa¨ªses europeos y todav¨ªa existe tiempo hasta 2023 para prepararse, subraya el supervisor.
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