La UE relajar¨¢ el control de las emisiones para compensar la falta de gas ruso con otras fuentes de energ¨ªa m¨¢s contaminantes
Bruselas considera imprescindible recuperar la producci¨®n con carb¨®n e incluso incentivarla con subvenciones p¨²blicas
La amenaza del corte de suministro de gas ruso puede llevarse por delante, al menos temporalmente, el control de las emisiones industriales m¨¢s contaminantes y de las emisiones de di¨®xido de carbono. El plan de la Comisi¨®n Europea para capear la crisis energ¨¦tica aboga por impulsar la sustituci¨®n del gas por otros combustibles, aunque sean m¨¢s contaminantes, tanto en la producci¨®n industrial como en la generaci¨®n de electricidad. Bruselas, seg¨²n el plan, se muestra partidaria de relajar las exigencias medioambientales vigentes para facilitar el cambio e, incluso, de incentivarlo mediante subvenciones p¨²blicas.
El plan de la Comisi¨®n, una comunicaci¨®n titulada Ahorra gas para un invierno seguro que se espera aprobar el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, se?ala que la ca¨ªda del flujo de gas ruso en las ¨²ltimas semanas anticipa ¡°un probable deterioro del suministro¡± y defiende la necesidad de que la UE ¡°anticipe dicho riesgo y se prepare con un esp¨ªritu de solidaridad para una disrupci¨®n del gas ruso prolongada y, probablemente, total, que puede producirse en cualquier momento¡±.
El documento pide la introducci¨®n inmediata de medidas coordinadas a nivel europeo para reducir el consumo de gas, como la limitaci¨®n de termostato en los sistemas de aire acondicionado y de calefacci¨®n o la reducci¨®n del nivel de producci¨®n en ciertas industrias. Y entre las medidas preventivas para evitar males mayores, como un racionamiento de la energ¨ªa disponible, la Comisi¨®n incluye la necesidad de aprovechar todas las fuentes alternativas posibles, sean o no con un mayor nivel de emisiones que el gas.
¡°Aunque el cambio a las fuentes renovables de energ¨ªa es la principal prioridad, la Comisi¨®n aplicar¨¢ tambi¨¦n temporalmente toda la flexibilidad disponible en la directiva de emisiones industriales y en la directiva de evaluaci¨®n del impacto medioambiental¡±, promete el organismo presidido por Ursula von der Leyen en el borrador del plan al que ha tenido acceso EL PA?S.
El organismo comunitario apunta que sus primeras estimaciones indican que se puede ahorrar ¡°una cantidad significativa de gas¡± con el cambio a otros combustibles. El relevo hacia otras nuevas fuentes se est¨¢ produciendo en algunos casos de forma autom¨¢tica como consecuencia de la escalada del precio del gas. En algunos pa¨ªses, adem¨¢s, se ha vuelto a autorizar la producci¨®n el¨¦ctrica en plantas de carb¨®n, como en Alemania, o se ha aplazado el cierre de algunas centrales nucleares, como en B¨¦lgica.
Pero Bruselas considera imprescindible acelerar la recuperaci¨®n de fuentes que se estaban abandonando por motivos medioambientales, aunque sea a costa de sacrificar los avances de los ¨²ltimos a?os. ¡°El cambio de combustible tendr¨¢ un impacto en la poluci¨®n del aire¡±, reconoce el borrador del plan energ¨¦tico.
Rebote de las emisiones
El 40% de la capacidad el¨¦ctrica de la UE procede de las grandes instalaciones de combusti¨®n, pero su nivel de emisiones se hab¨ªa reducido dr¨¢sticamente en los ¨²ltimos a?os tras la aplicaci¨®n de las normas comunitarias. Entre 2004 y 2020, las emisiones de di¨®xido de sulfuro y de polvo en este tipo instalaciones cay¨® un 91%, seg¨²n datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente. Las de ¨®xido de nitr¨®geno, en un 61%, seg¨²n la misma fuente.
El nivel de emisiones de gases con efecto invernadero tambi¨¦n se ha reducido un 24% desde 1990, seg¨²n datos de la Comisi¨®n. Y se aspira a alcanzar una rebaja del 55% en 2030. Casi el 26% de esas emisiones proceden de las industrias energ¨¦ticas y otro 26% del uso de combustibles f¨®siles para la producci¨®n de electricidad.
Adem¨¢s, en 2020, por primera vez, las fuentes renovables superaron, con un 39% del total, a la generaci¨®n con combustibles f¨®siles, que se qued¨® en el 36%, seg¨²n los datos de Eurostat. Todos esos logros podr¨ªan revertirse, al menos temporalmente, si la guerra de Rusia contra Ucrania se prolonga y Mosc¨² corta el suministro de gas, como parece probable, en represalia por las sanciones impuestas por la UE.
De entrada, la Comisi¨®n recuerda que la directiva comunitaria en vigor permite derogar los l¨ªmites de emisiones de las grandes centrales de combusti¨®n en caso de una necesidad de suministro imperiosa. En teor¨ªa, la norma prev¨¦ que esa contaminaci¨®n ilimitada no se prolongue m¨¢s de 10 d¨ªas. Pero Bruselas se?ala que, en caso de necesidad, la tolerancia se puede extender sine die. Y la Comisi¨®n se declara favorable a aplicar la normativa con toda la flexibilidad posible.
Relajar las normas
La comunicaci¨®n del organismo comunitario tambi¨¦n ofrece computar como cero emisiones di¨®xido de carbono, a efectos del mercado de emisiones, el aumento de la capacidad en el sector del refino. Y defiende que ¡°en ciertos casos, quiz¨¢ se necesite una relajaci¨®n temporal de ciertos requisitos regulatorios¡±. La Comisi¨®n tambi¨¦n precisa que el marco temporal de supervisi¨®n de ayudas de Estado permite subvencionar el cambio de combustible, sobre todo, en aquellos sectores que se consideren neur¨¢lgicos y en los que una falta de suministro energ¨¦tico ¡°podr¨ªa impactar negativamente en la protecci¨®n, la alimentaci¨®n, la sanidad o la seguridad a nivel europeo o global¡±.
El plan es la segunda fase de la respuesta comunitaria a lo que, seg¨²n Bruselas, equivale a una utilizaci¨®n del gas como instrumento de guerra comercial por parte del presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin. El flujo de gas ruso a finales de 2021 ascend¨ªa a unos 14.000 millones de metros c¨²bicos al mes, de acuerdo con los datos de la Comisi¨®n. Pero desde la invasi¨®n de ucrania en febrero de este a?o, se ha desplomado hasta menos de 5.000 millones.
El sistema gas¨ªstico europeo ha logrado compensar el cierre parcial de los gasoductos rusos con un aumento de 21.000 millones de metros c¨²bicos de las importaciones por barco de gas licuado y de 14.000 millones en la entrada de gas procedente de los gasoductos de Noruega, el mar Caspio, el Reino Unido y el norte de ?frica.
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