Bruselas alerta de que el ¡®plan Biden¡¯ discrimina al coche el¨¦ctrico europeo
La Comisi¨®n exige a EE UU que retire del plan fiscal medidas que cree que favorecen las compras de autom¨®viles fabricados al otro lado del Atl¨¢ntico
El plan estrella de Joseph Biden amenaza con convertirse en una nueva batalla comercial entre Estados Unidos y Europa. La ley de est¨ªmulo fiscal promovida por el presidente estadounidense ya ha sido aprobada por el Senado, aunque todav¨ªa no tiene el visto bueno de la C¨¢mara de Representantes, y Bruselas advierte de que en su redacci¨®n actual ¡°es claramente discriminatoria¡± con los veh¨ªculos el¨¦ctricos que se fabrican en la UE, seg¨²n explica a EL PA?S un portavoz de la Comisi¨®n Europea. Esto ha llevado al Ejecutivo que preside Ursula von der Leyen a exigir por escrito y oralmente ante el Departamento de Estado y el de Comercio que esos ¡°elementos discriminatorios¡± desaparezcan del texto ¡°para garantizar que cumple con las normas de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC)¡±.
Nadie esperaba que la sola llegada de Biden a la Casa Blanca resolviera de un plumazo todos los conflictos comerciales que hay entre Bruselas y Washington, tanto los que abri¨® Donald Trump como los que ven¨ªan de antes. De hecho, en la historia pol¨ªtica estadounidense es m¨¢s f¨¢cil encontrar a los dem¨®cratas en el lado proteccionista que a los republicanos, al menos hasta la llegada a la Casa Blanca del magnate neoyorquino y sin olvidar las estruendosas salvedades de algunas decisiones de George Bush hijo. Sin embargo, con esta Administraci¨®n en Washington, las relaciones a ambos lados del Atl¨¢ntico han mejorado mucho y se ha empezado a resolver varios conflictos: en junio de 2021, por ejemplo, se suspendi¨® por cinco a?os el conflicto Airbus-Boeing, abierto en 2004, y los aranceles que ambas partes se aplicaban por esta pelea, que ascend¨ªan a unos 10.300 millones de euros; adem¨¢s, cuatro meses despu¨¦s empezaron las conversaciones para acabar con las disputas sobre el aluminio y el acero. Ahora, en cambio, surge este obst¨¢culo cuando los dos socios est¨¢n mucho m¨¢s pendientes de China y de ver c¨®mo aumentan las exigencias que imponen al gigante asi¨¢tico para competir con ¨¦l en igualdad de condiciones.
El problema que dice haber detectado la Comisi¨®n Europea se ve¨ªa ya en versiones anteriores del texto. Esto habr¨ªa llevado al vicepresidente del Ejecutivo comunitario Valdis Dombrovskis a transmitir sus quejas a la embajadora estadounidense ante la UE, Katherine Thai, en septiembre y octubre del a?o pasado, y a enviarles cartas a los l¨ªderes de dem¨®cratas y republicanos en el Congreso. Una de estas misivas, remitida el 29 de octubre de 2021, estaba firmada conjuntamente con autoridades de Canad¨¢, M¨¦xico y Corea del Sur, apuntan fuentes comunitarias. ¡°Medidas como estas van contra los esfuerzos recientes de reconstruir nuestra relaci¨®n para resolver los problemas del pasado y evitar a?adir nuevos puntos de tensi¨®n¡±, a?aden. Los movimientos al parecer han continuado en las ¨²ltimas semanas.
Aprovechando la llamada Ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n, la Administraci¨®n de Biden ha incluido medidas para estimular la fabricaci¨®n de coches el¨¦ctricos en Estados Unidos. A Europa esto le gusta. ¡°La UE est¨¢ de acuerdo en que los cr¨¦ditos fiscales pueden servir de importante incentivo para impulsar la demanda de veh¨ªculos el¨¦ctricos. Esto es crucial para promover la transici¨®n hacia un sector de movilidad sostenible y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero¡±, a?aden los portavoces comunitarios. Al fin y al cabo, la Comisi¨®n de Von de Leyen ha hecho de la lucha contra el cambio clim¨¢tico su principal prioridad. Pero a partir de aqu¨ª comienzan las discrepancias.
Vulneraci¨®n de las reglas de la OMC
Lo que preocupa en Bruselas es que para tener acceso a las ayudas fiscales, hay requisitos que castigan a los veh¨ªculos el¨¦ctricos y componentes fabricados en la Uni¨®n Europea. Una de las exigencias de Washington consiste en que los minerales utilizados para construir el coche y sus piezas se hayan extra¨ªdo en Estados Unidos, se hayan reciclado all¨ª o procedan de pa¨ªses con los que tenga un tratado de libre comercio. La otra condici¨®n, que tambi¨¦n Bruselas considera ¡°discriminatoria¡±, prev¨¦ que la desgravaci¨®n fiscal, que llegar¨ªa al 100% en 2028, se aplique a bater¨ªas y veh¨ªculos ensamblados en el pa¨ªs.
¡°Favorece a determinados pa¨ªses ricos en recursos minerales, a la producci¨®n de bater¨ªas y al ensamblaje de coches en Norteam¨¦rica, en detrimento de los productos de la UE exportados a Estados Unidos¡±, concluyen en la capital europea, hasta el punto de que creen que se sale de las reglas que establece la OMC.
El sector de fabricaci¨®n de autom¨®viles en todo el mundo afronta una situaci¨®n complicada. La pandemia provoc¨® la ruptura de las cadenas de suministro y la escasez de componentes, especialmente de semiconductores. A la salida de la crisis que provoc¨® el coronavirus la situaci¨®n se agrav¨® por el r¨¢pido aumento de la demanda, que someti¨® a m¨¢s presi¨®n a estas cadenas, sobre las que ahora se ha a?adido la guerra de Ucrania y la tensi¨®n creciente entre China y Taiw¨¢n, una de las zonas de mayor tr¨¢fico mar¨ªtimo del mundo. Y, por debajo de esta coyuntura, se encuentra la transici¨®n estructural que tienen que hacer los fabricantes, desde el veh¨ªculo movido por combustibles f¨®siles en exclusiva hacia los h¨ªbridos o los que solo usan electricidad.
Precisamente, esto ¨²ltimo es lo que subyace en este potencial conflicto comercial: el futuro del sector pasa por este tipo de coches; el plan de Biden quiere estimular las ventas de los coches y componentes fabricados all¨ª; Estados Unidos se convirti¨® en 2021 en el principal destino de la exportaci¨®n europea de veh¨ªculos (casi 26.000 millones de los 140.000 millones de euros vendidos fuera de la UE) en 2021; y, por ¨²ltimo, el saldo comercial de los Veintisiete en este sector, tanto con Estados Unidos como con todo el mundo, es francamente favorable a Europa, de 18.000 millones y 73.500 millones, respectivamente. Estas cuatro pinceladas y los datos que las acompa?an explican, en buena medida, los intereses que se juegan aqu¨ª los dos gigantes comerciales en una industria que genera empleo estable y bien pagado.
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