El abismo fiscal de las derechas
La furia de rebajas de impuestos conduce a la desigualdad. La campeona de esta aventura es Liz Truss
La furia de rebajas de impuestos generalizadas e indiscriminadas conduce al abismo econ¨®mico y agrava la desigualdad social.
Es lo que est¨¢ sucediendo en varios pa¨ªses europeos, a manos de derechas ultraideologizadas. La campeona de esta aventura es la nueva l¨ªder brit¨¢nica, Liz Truss. Se ha pulido todos los aumentos fiscales que plane¨® su predecesor y padrino, Boris Johnson, a lo que se ve, un izquierdista enmascarado.
De una sola tacada, Truss ha anulado el alza del Impuesto de Sociedades al 25%, y lo devuelve al 19%. Ha rebajado el IRPF: el tramo m¨¢s alto, del 45% al 40%; y el m¨¢s bajo, del 20% al 19%. Ha cancelado el aumento de las cotizaciones sociales. Ha anulado el impuesto a los beneficios extraordinarios, ca¨ªdos del cielo, de las energ¨¦ticas. Y ha rebajado el de transmisiones patrimoniales a la vivienda.
Sus reducciones son antirredistributivas. Las rentas altas, las de las 630.000 personas que ganan al a?o m¨¢s de 170.000 euros, se benefician mucho m¨¢s (cinco puntos) en el impuesto sobre la renta, que las bajas (un punto). Llueve sobre mojado en el pa¨ªs que tras EE UU ostenta la mayor desigualdad por renta disponible de los m¨¢s desarrollados, seg¨²n la OCDE.
Y la experiencia dice que asimismo son ineficaces. Sostiene Truss que la rebaja en Sociedades fomentar¨¢ la inversi¨®n y el crecimiento y aumentar¨¢ la recaudaci¨®n. Pero la anterior carrera conservadora a la baja (del 30% al 19% entre 2007 y 2019) no lo logr¨®. La inversi¨®n privada es ¡°la m¨¢s baja del G-7 y de las m¨¢s bajas de la OCDE¡±, constata el Institute for Public Policy Research (Cutting corporation tax is not a magic bullet for increasing investment, 20 de septiembre).
Y es que el fondo de armario fiscal de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, aupado por la fantasiosa curva de Laffer, se mostr¨® ineficaz para mejorar la cosecha fiscal: desemboc¨® en d¨¦ficits y deudas astron¨®micas y en aumento del desempleo. ¡°40 a?os despu¨¦s, el thatcherismo es una idea zombi¡±, ha concluido el liberal Martin Wolf (Financial Times, 20 de septiembre)
Pero eso ya se volver¨¢ a comprobar. De momento, la previsi¨®n en los mercados de que la receta fiscal paradis¨ªaca acabe en el peor infierno, ha disparado el p¨¢nico, ha ahuyentado a los inversores, ha desarbolado a la libra y ha provocado ya que el Banco de Inglaterra tenga que salir al rescate: mediante una compra de bonos gigantesca de 65.000 millones de libras (que podr¨¢ debilitar a¨²n m¨¢s la divisa), una medida expansiva a contrapi¨¦ de la l¨ªnea restrictiva que iba siguiendo, como segundo gran halc¨®n de los tipos.
Y es que la rebaja fiscal provocar¨¢ en lo inmediato un agujero presupuestario de 50.000 millones de euros. A los que se suman los 150.000 millones comprometidos en ayudas a empresas y familias para afrontar la crisis energ¨¦tica provocada por la invasi¨®n rusa de Ucrania. Un total de 200.000 millones, en torno al 24% del total del presupuesto (de 2019/2020) y un 7% de la deuda: del 85,4% sobre el PIB en 2019 y del 95,35% en 2021. As¨ª que el FMI acaba de urgir a Truss, en un ¨¢spero comunicado oficial (27 de septiembre), a ¡°reevaluar¡± el plan de recortes de impuestos. No solo porque ¡°incrementar¨¢ la desigualdad¡±. Tambi¨¦n porque ¡°dadas las elevadas presiones inflacionistas en muchos pa¨ªses, incluido el Reino Unido, no recomendamos paquetes fiscales amplios y no focalizados¡±.
En la misma onda de censura, el economista jefe del BCE, Phillip Lane, recomend¨® en el peri¨®dico austriaco Der Standard que ¡°desde un punto de vista macroecon¨®mico los gobiernos deber¨ªan sostener los ingresos y el consumo de aquellos hogares que est¨¢n sufriendo m¨¢s¡±, y no de los que menos.
Y aconsej¨® introducir ¡°impuestos m¨¢s altos a los que tienen mayores ingresos o a aquellas industrias y empresas que son muy rentables pese al shock energ¨¦tico¡±, una alternativa ¡°menos inflacionaria que ampliar los d¨¦ficits para financiar la ayuda¡±. Pues como estima la agencia Moody¡¯s, ¡°los recortes de impuestos¡±, al recaudar menos, ¡°llevar¨¢n a mayores d¨¦ficits estructurales¡±.
Tambi¨¦n el consorcio de las derechas y la ultraderecha italiana opta por rebajas fiscales generalizadas. Aunque sea m¨¢s preocupante su pretensi¨®n separatista de reformar la Constituci¨®n para residualizar el derecho europeo, renegociar el Plan de recuperaci¨®n Next Generation y el sesgo nacionalista de sus propuestas proteccionistas sobre ayudas de Estado. Y aunque los impuestos hayan generado menor debate p¨²blico en las elecciones, tanto el programa de Fratelli d¡¯Italia ¡ªlos ultras de Giorgia Meloni¡ª como el pacto de coalici¨®n tambi¨¦n se apuntan al ¡°para¨ªsismo fiscal¡±.
As¨ª, el Accordo quadro di programma per un governo di centrodestra (sic) propugna una ¡°reducci¨®n de la presi¨®n fiscal para familias, empresas y aut¨®nomos¡±; se opone a los impuestos patrimoniales, de sucesiones y donaciones; postula la rebaja del IVA, un tipo plano hasta 100.000 euros, y la abolici¨®n de los ¡°microtributos¡±. Sin entrar en mucho m¨¢s detalle.
En el caso de Espa?a, la abanderada de la reducci¨®n casi universal de impuestos es la oposici¨®n, el PP. Sin inquietarle que la presi¨®n fiscal espa?ola sea 5,7 puntos inferior a la comunitaria (datos de un a?o ¡°normal¡±, 2019) ni que la desigualdad haya aumentado un 6,9% entre 2007 y 2017 (seg¨²n el ¨ªndice de Gini), directa o indirectamente propone rebajar la carga del IRPF, del IVA, y aumentar los incentivos (o sea, los agujeros) en el Impuesto de Sociedades (aunque sus resultados hayan bajado de 44.000 millones en 2.007 a 26.000 millones en 2021), lo que supone ¡°tocar¡± los tres grandes impuestos por capacidad recaudatoria (ver su Plan de medidas urgentes y extraordinarias, de 22 de abril; y sus Propuestas para un pacto energ¨¦tico, de 12 de septiembre).
Todo ello, sin incluir las improvisaciones m¨¢s t¨¢cticas, como la supresi¨®n del Impuesto sobre el Patrimonio (v¨ªa exenci¨®n auton¨®mica al 100%). O espectaculares errores de bulto, como el de que ¡°el impuesto de patrimonio no existe en la UE, salvo una peque?a tasa en Noruega¡±, como resbal¨® Alberto N¨²?ez Feij¨®o, en FAES el d¨ªa 23. Ese pa¨ªs no forma parte de la Uni¨®n, lo ha rechazado en refer¨¦ndum por dos veces, en 1972 y 1994.
En la otra acera, la del Gobierno, tambi¨¦n se registran vaivenes (en buena parte a consecuencia de que se ha aplazado la reforma fiscal integral), como el que ha redundado en la rebaja al tramo inferior del IRPF.
Pero un mayor equilibrio entre realidad e ideolog¨ªa propicia que sus retoques encajen mejor en las recomendaciones del FMI, la OCDE y el BCE: mantenimiento de la recaudaci¨®n, conservaci¨®n o aumento de la progresividad del sistema, limitaci¨®n de las rebajas solo a las selectivas y compensadas con alzas a las mayores rentas o ganancias extraordinarias, apoyo a los vulnerables m¨¢s por la v¨ªa de ayudas espec¨ªficas y focalizadas que por la impositiva. Quiz¨¢ provoquen menos ondas expansivas. Pero las cosas del dinero son enemigas del ruido excesivo.
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