Los escollos de la negociaci¨®n entre el Gobierno y la banca para aliviar las hipotecas de las familias vulnerables
Todav¨ªa faltan por concretar la amplitud del plan de apoyo y si se incluye en el C¨®digo de Buenas Pr¨¢cticas o se lleva a cabo con otro protocolo temporal
El deterioro de la situaci¨®n econ¨®mica aprieta al Gobierno y la banca para que saquen adelante nuevas medidas de apoyo para los hipotecados vulnerables. Las contundentes alzas de tipos del Banco Central Europeo (BCE) han hecho escalar al eur¨ªbor de forma r¨¢pida ¡ªla mayor¨ªa de las hipotecas variables est¨¢n referenciadas a este ¨ªndice¡ª. Las previsiones, que apuntan a un frenazo de la econom¨ªa, tampoco ayudan. De ah¨ª que el Ejecutivo lleve semanas presionando al sector financiero para crear un amplio paquete de medidas que sirva de escudo social a los hogares endeudados que sufren el encarecimiento de pr¨¦stamos e hipotecas. Hay puntos en com¨²n, principalmente la necesidad de redefinir el concepto de cliente vulnerable, aunque hay otras cuestiones sin consenso.
El sector conf¨ªa en que se pueda lograr el pacto en cuesti¨®n de d¨ªas, como ha avanzado este jueves Mar¨ªa Dolores Dancausa en la presentaci¨®n de resultados de Bankinter: ¡°Espero que se apruebe pronto¡±. Sin embargo, desde el Ejecutivo son algo m¨¢s esc¨¦pticos, pese a que tienen mucho inter¨¦s en que salga lo antes posible. El motivo es que no quieren cerrar algo que no colme sus expectativas. ¡°Doy la bienvenida al compromiso y la implicaci¨®n que veo en las entidades bancarias para encontrar soluciones y poner sobre la mesa ese cat¨¢logo de medidas que nos permitan minimizar el impacto negativo¡±, ha asegurado este jueves en Fr¨¢ncfort la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calvi?o. Es decir, insiste en que es necesario que haya un ¡°cat¨¢logo de medidas¡± y no reducirlo a una sola propuesta. Estos son los principales puntos en com¨²n y diferencias entre ambas partes:
Diferencias
Ocurre en la mayor¨ªa de negociaciones: no todo se acuerda de forma r¨¢pida. Como se vislumbra en las propuestas que hay sobre la mesa, existe un escollo notable entre las partes: si los cambios que se realicen deben estar dentro del C¨®digo de Buenas Pr¨¢cticas o si se debe aprobarse un nuevo protocolo que est¨¦ en vigor solo de forma temporal. ¡°Tiene l¨®gica que sea temporal y cuando pase este contexto de crisis se vuelva a lo anterior, que funciona bien. Debe ser algo transitorio¡±, defienden varias fuentes financieras.
Sin embargo, el Ejecutivo no lo ve de esta forma. Al menos no por el momento. Y prefiere que se actualice o se le incluya una adenda mejor que la opci¨®n de realizar otro protocolo. ¡°El marco de actuaci¨®n sigue siendo el C¨®digo de Buenas Pr¨¢cticas para que sea un plan amplio¡±, insisten fuentes de la Administraci¨®n. De hecho, de esta parte estriba otro de los caballos de batalla: el sector ha llevado propuestas muy concretas, tanto que incluso las ha analizado desde el punto de vista de riesgo para cifrar el impacto en sus cuentas. Pero el Gobierno se muestra inflexible: es necesario que sea un paraguas m¨¢s amplio, como ha reconocido Calvi?o. Adem¨¢s, la banca reclama que se le exima de realizar nuevas provisiones por estas refinanciaciones, aunque el aval de esta ventaja depender¨ªa de los supervisores y reguladores, no del Ejecutivo. La Autoridad Bancaria Europea ya dio margen en la pandemia en el Viejo Continente, pero se antoja complicado que haga ahora lo propio solo para los bancos espa?oles, seg¨²n fuentes financieras.
En este contexto, el proceso se puede demorar algo m¨¢s hasta que se limen estas asperezas. Una vez se pacten estos puntos principales, las partes creen que el resto de asuntos t¨¦cnicos se solventar¨¢ con rapidez. ¡°Se est¨¢n valorando las medidas y la mejor opci¨®n para vehicularlo legalmente, pero falta por matizar todas las propuestas¡±, sostienen fuentes gubernamentales. Es decir, todos tendr¨¢n que ceder si quieren encontrarse. ¡°Hay mucha colaboraci¨®n entre las partes, aunque es normal que existan diferencias que pulir¡±, zanjan fuentes conocedoras de la negociaci¨®n.
Puntos en com¨²n
Al inicio de las reuniones, en la fase preliminar, todos coincidieron en una cuesti¨®n: era necesario actualizar la definici¨®n de qu¨¦ es un cliente vulnerable. ¡°Se va a ajustar el concepto y los criterios de qui¨¦n se considera vulnerable y c¨®mo se aplica¡±, aseguran las mismas fuentes desde hace semanas. Hasta ahora, el C¨®digo de Buenas Pr¨¢cticas considera vulnerables a los hogares que sus ingresos no superen en tres veces el IPREM (indicador p¨²blico de renta de efectos m¨²ltiples) de 14 pagas ¡ª24.318,84 euros, aunque a partir de enero ser¨¢n 25.200 euros anuales¡ª, que el hogar haya sufrido una alteraci¨®n significativa de sus circunstancias econ¨®micas y que la cuota hipotecaria supere el 50% de los ingresos netos.
Sobre esta base, el sector ha planteado modificar o incluso eliminar el requisito de que se haya producido una disminuci¨®n de los ingresos de la unidad familiar. De ah¨ª una de las propuestas que se debaten: que se puedan acoger los clientes que no superen el IPREM de 14 pagas que sufran una subida de sus costes financieros de al menos un 30%. Es decir, no se tendr¨ªa en cuenta si ha tenido un deterioro de sus ingresos o no. La raz¨®n es que ahora la clave son los costes debido a la inflaci¨®n y al alza del eur¨ªbor.
Tambi¨¦n se debate sobre la posible rebaja de la tasa de esfuerzo de la cuota hipotecaria para poder acceder a una protecci¨®n especial. Esta tasa se sit¨²a en el c¨®digo en vigor en el 50% con car¨¢cter general, una cifra que en los papeles de trabajo que se intercambian entre el Gobierno y el sector se ha reducido al 40%. Estos cambios se explican por la especificidad de la crisis actual: en estos momentos es posible que los clientes financieros lleguen a una situaci¨®n de crisis aunque mantengan sus puestos de trabajo. ¡°La clave ahora est¨¢ en la fuerte subida de los gastos, por ejemplo la cuota hipotecaria por el repunte del eur¨ªbor, as¨ª como los costes energ¨¦ticos o de otros productos b¨¢sicos por la inflaci¨®n¡±, sostienen fuentes del sector.
Esta definici¨®n se considera fundamental, ya que si se modifica este concepto en el protocolo vigente permitir¨¢ que haya m¨¢s familias que se puedan acoger al escudo social que existe desde 2012. Es decir, podr¨ªan beneficiarse, por ejemplo, de una carencia en la amortizaci¨®n de capital de cinco a?os, ampliar el plazo del pr¨¦stamo o reducir el tipo de inter¨¦s aplicable a eur¨ªbor m¨¢s 0,25%, seg¨²n recoge ya el C¨®digo de Buenas Pr¨¢cticas. Y no acabar¨ªa ah¨ª la protecci¨®n, ya que las nuevas propuestas que se a?adan formar¨ªan un paraguas protector todav¨ªa mayor que ser¨ªa permanente, no solo para el momento actual.
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