Alemania proh¨ªbe la venta a China de dos fabricantes de chips en plena redefinici¨®n de sus relaciones con el gigante asi¨¢tico
La reciente entrada de capital chino en el puerto de Hamburgo y la visita de Olaf Scholz a Pek¨ªn han generado una oleada de cr¨ªticas a la pol¨ªtica mercantilista de Scholz
Cambio radical de criterio en apenas unos d¨ªas. El Gobierno alem¨¢n ha prohibido la venta a China de dos empresas, una dedicada a la fabricaci¨®n de chips y la otra a los semiconductores, en un movimiento que evidencia las crecientes reservas que despiertan en la Uni¨®n Europea las inversiones chinas en tecnolog¨ªas sensibles e infraestructuras cr¨ªticas. La decisi¨®n se produce solo unos d¨ªas despu¨¦s de que el Gobierno alem¨¢n autorizara la entrada de capital chino en una de las tres terminales del puerto de Hamburgo, el tercero por volumen de mercanc¨ªas en Europa. La luz verde a esta operaci¨®n, sumada a la visita de tintes eminentemente econ¨®micos del canciller, Olaf Scholz, a China la semana pasada, han generado una oleada de cr¨ªticas que parecen haber hecho mella en el Ejecutivo de coalici¨®n.
Las empresas de chips seguir¨¢n siendo alemanas. Una de las transacciones vetadas es la venta del fabricante Elmos, con sede en Dortmund, en el oeste del pa¨ªs, a la firma sueca Silex, participada al 100% por la china Sai Microelectronics. El ministro de Econom¨ªa y Clima, el verde Robert Habeck, adelant¨® este martes que no ve¨ªa con buenos ojos la operaci¨®n, que hasta entonces se daba por hecha. El Consejo de Ministros tambi¨¦n ha prohibido este mi¨¦rcoles la venta de la compa?¨ªa ERS Electronic, con sede en Baviera, que se dedica a los semiconductores.
En ambos casos, la decisi¨®n se justifica en la necesidad de garantizar la seguridad nacional, asegur¨® Habeck en una comparecencia. El mensaje fue claramente m¨¢s pol¨ªtico que t¨¦cnico. El ministro defendi¨® que Alemania seguir¨¢ abierta a inversiones extranjeras, que ¡°son bienvenidas como siempre¡±. Tambi¨¦n las ofertas chinas, pero a?adi¨® que no hay que ser ¡°ingenuos¡± y que la prioridad del Gobierno es ¡°proteger los intereses de Alemania¡±. ¡°Los sectores de producci¨®n cr¨ªticos requieren especial protecci¨®n¡±, subray¨®.
El veto a las dos compras se produce en un momento muy sensible en las relaciones entre Berl¨ªn y Pek¨ªn. El Gobierno alem¨¢n se debate entre la necesidad de mantener los flujos comerciales con su principal socio y el reto de reducir su dependencia para no caer en los mismos errores que se cometieron con Mosc¨² y los hidrocarburos. Es un equilibrio delicado que tensiona la coalici¨®n de socialdem¨®cratas, verdes y liberales. El Gobierno est¨¢ actualmente trabajando en una nueva estrategia respecto al gigante asi¨¢tico que, si recoge las claves que pactaron los tres partidos en el acuerdo de coalici¨®n, implicar¨¢ un discurso mucho m¨¢s duro. Los anteriores gobiernos consideraban a China un socio estrat¨¦gico mientras que el nuevo la califica de ¡°rival sist¨¦mico¡±.
Operaci¨®n del puerto de Hamburgo
Hasta hace unos d¨ªas todo parec¨ªa indicar que la operaci¨®n iba a tener el visto bueno del Gobierno, pero la controversia que ha generado la venta de la terminal del puerto de Hamburgo a Cosco ha provocado un cambio de rumbo. El trato de Hamburgo consist¨ªa inicialmente en la adquisici¨®n por parte de la naviera china Cosco del 35% de las participaciones de la terminal. El canciller estaba a favor, pero la oposici¨®n de varios de sus ministros ¡ªtanto los de sus socios liberales y verdes como algunos socialdem¨®cratas¡ª le oblig¨® a aceptar una soluci¨®n de compromiso. Finalmente, el consejo de ministros aprob¨® la venta del 24,9% para evitar que Cosco pueda tomar parte en decisiones operativas.
El Ejecutivo discute estos d¨ªas c¨®mo modificar los procedimientos de evaluaci¨®n de inversiones extranjeras. A partir de ahora se analizar¨¢ especialmente la cuesti¨®n de las dependencias y de si se trata de infraestructuras cr¨ªticas o de tecnolog¨ªas o conocimientos clave que no deber¨ªan estar en manos de terceros pa¨ªses rivales.
La Oficina para la Protecci¨®n de la Constituci¨®n, la agencia de seguridad nacional alemana, hab¨ªa alertado al Ejecutivo de que la venta de Elmos presentaba riesgos. Recomend¨® vetarla. Y ello pese a reconocer que la empresa, de tama?o mediano y que da trabajo a unas 300 personas, no maneja tecnolog¨ªa puntera. Los expertos han explicado que los chips de Elmos, de 350 nan¨®metros, se han quedado obsoletos frente a los de 130 nan¨®metros que producen empresas como Siemens. Malte Schaumann, analista de Warburg Research, se?al¨® en la televisi¨®n p¨²blica ARD que no entiende la prohibici¨®n desde un punto de vista t¨¦cnico y que, de no haberse producido la pol¨¦mica con el puerto de Hamburgo, el Gobierno probablemente habr¨ªa autorizado la venta.
Elmos anunci¨® en diciembre del a?o pasado su intenci¨®n de vender la planta de producci¨®n de chips a su competidor sueco Silex por 85 millones de euros. La empresa asegura que la entrada de capital extranjero le permitir¨ªa asegurar su viabilidad futura en un entorno muy competitivo. Los chips de Elmos se utilizan en la industria automovil¨ªstica alemana. Silex y Sai los usan para tecnolog¨ªa m¨¦dica y de telecomunicaciones.
En lo que va de a?o, el Ministerio de Econom¨ªa ha iniciado 261 procedimientos de evaluaci¨®n de inversiones extranjeras. La mayor¨ªa se aprueban con rapidez porque las ofertas proceden de Estados Unidos, Jap¨®n o la Uni¨®n Europea. Actualmente, hay 44 solicitudes pendientes, incluidas 17 de China, seg¨²n ha publicado el S¨¹ddeutsche Zeitung. En abril, el gobierno prohibi¨® la venta de la empresa de tecnolog¨ªa m¨¦dica Heyer Medical, que entre otras cosas fabrica respiradores, a un inversor chino. El contexto era distinto y la noticia apenas tuvo repercusi¨®n. Con Alemania en pleno proceso de reevaluaci¨®n de sus dependencias de terceros pa¨ªses, esas 17 compras chinas ser¨¢n analizadas con lupa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.