El secreto de la pir¨¢mide
Mientras el mundo de las criptomonedas se tambalea, parece conveniente recordar que sus principios inspiradores se han esfumado

La historia de FTX es la de un balance contable imposible. Una compa?¨ªa con 900 millones de d¨®lares en activos y 9.000 millones de pasivo. Un disparate num¨¦rico que solo es posible en una industria no regulada y, probablemente, salvaje. En la ca¨ªda de esta bolsa de negociaci¨®n de criptoactivos se han observado otros desprop¨®sitos como apropiaci¨®n de fondos de clientes, o activos de dudosa procedencia o valor. Incluso algunos a todas luces inventados. Este s¨ª que parece el secreto de la pir¨¢mide, pero no el que trataba de resolver Sherlock Holmes en la entretenida pel¨ªcula de Barry Levinson de 1985, sino un esquema piramidal en el sentido m¨¢s fraudulento. Binance, otra estrella del firmamento cripto, iba a adquirir FTX, pero un simple proceso de due diligence (auditor¨ªa muy detallada) indic¨® que comprar humo a precio de oro no es una opci¨®n sensata.
La cuesti¨®n es que mientras el mundo de las criptomonedas se tambalea, parece conveniente recordar que sus principios inspiradores se han esfumado. Cuando se cre¨® bitcoin, su famoso y ya m¨ªtico documento de apoyo se?alaba que la moneda nac¨ªa para acabar con un sistema monetario basado en instituciones financieras, adem¨¢s de para reducir el fraude y proteger a los consumidores. Y aqu¨ª estamos... Bitcoin ha perdido m¨¢s del 70% de su valor respecto a hace un a?o. El resto de las criptomonedas ha seguido una suerte parecida, incluidas las consideradas ¡°estables¡± (aquellas que tratan de mantener una paridad con una moneda fiduciaria).
Es posible que muchos sigan pensando que el caso de FTX es solamente una excepci¨®n que empa?a al resto del criptomercado. Sin embargo, estafa aparte, revela la dificultad de establecer la propuesta de valor que hay detr¨¢s de gran parte de la oferta de estos productos. Las tecnolog¨ªas de registro distribuido (como blockchain) dan soporte a esta industria, pero ya quedan atr¨¢s aquellos momentos de euforia inicial en los que se pensaba que podr¨ªan servir para todo, desde establecer contratos seguros de forma r¨¢pida a escala internacional (algo que es posible) hasta curar enfermedades (algo, cuando menos, exagerado). El problema es que si separamos la tecnolog¨ªa (registros descentralizados) del activo (monedas, tokens) el segundo se queda m¨¢s a la vista que un rey desnudo, aunque algunos solo quieren seguir viendo la realeza y no la crudeza de las carnes expuestas.
Para los que mantienen la base de la pir¨¢mide, mientras los de arriba se derrumban o hunden, tengan en cuenta que el caso de FTX no es el ¨²nico de sonoros fracasos e inversores dejados en la estacada estos d¨ªas. Otros ya reportados incluyen Hotbit, Hodlnaut, Invictus Capital, Vauld, Voyager y un largo etc¨¦tera. Una vez que la ¨¦poca de tipos de inter¨¦s negativos se despide, la excentricidad pone a la tecnolog¨ªa en su sitio y a la imaginaci¨®n sin valor de respaldo en el suyo. La gran oportunidad de las empresas tecnol¨®gicas de entrar con ¨¦xito en el negocio financiero a corto y medio plazo puede estar evapor¨¢ndose. Para el largo plazo, si desean entrar, har¨¢n falta propuestas de valor sin posibilidad de fraude y m¨¢s all¨¢ de metaversos y criptos piramidales.
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