El Banco de Espa?a se?ala que la inflaci¨®n resta tres puntos de PIB
El organismo detecta una ralentizaci¨®n en las cuentas empresariales en el tercer trimestre. Advierte de la ca¨ªda de m¨¢rgenes empresariales respecto a 2021 y 2019
El gobernador del Banco de Espa?a, Pablo Hern¨¢ndez de Cos, cifr¨® este martes en el Senado el coste de la inflaci¨®n para la econom¨ªa espa?ola en unos tres puntos de PIB en el conjunto de 2022, esto es, cerca de 40.000 millones de euros que hay que pagar de m¨¢s al exterior por el encarecimiento de bienes que no producimos. ?C¨®mo se est¨¢ repartiendo esta p¨¦rdida? Es muy dif¨ªcil determinarlo y el supervisor no ha hecho un estudio al detalle. Pero a la luz de los ¨²ltimos datos de las compa?¨ªas publicados este jueves por el banco, hasta el tercer trimestre tanto las empresas como los trabajadores estar¨ªan perdiendo poder adquisitivo una vez se resta la inflaci¨®n, seg¨²n ha explicado el director de Econom¨ªa de la instituci¨®n, ?ngel Gavil¨¢n.
De acuerdo con los datos de la central de balances trimestral del banco, que toma informaci¨®n de unas 1.000 compa?¨ªas y que, por lo tanto, recoge una mayor presencia de compa?¨ªas grandes, las empresas no fueron capaces de repercutir todo el aumento de costes que tuvieron por la escalada de los precios de la energ¨ªa y las materias primas. En los nueve primeros meses del a?o, los costes intermedios se dispararon m¨¢s de un 50%. De esta forma, el margen sobre ventas descendi¨® respecto a 2021 y todav¨ªa m¨¢s sobre 2019. Seg¨²n el supervisor, se encuentra unos 20 puntos por debajo del nivel prepandemia.
Aunque eso s¨ª: existe una gran heterogeneidad. As¨ª, los que tienen un uso muy intensivo de la energ¨ªa no logran traspasar costes y su margen se contrae abruptamente. De hecho, la industria hab¨ªa conseguido en 2021 subir bastante los m¨¢rgenes en medio de la crisis de suministros por los cuellos de botella. Y ahora est¨¢n retrocediendo por la subida de costes energ¨¦ticos. Por el contrario, en el comercio y la hosteler¨ªa parece que han aprovechado el tir¨®n de la demanda que se dio tras las restricciones para incluso superar los m¨¢rgenes que ten¨ªan antes de la pandemia. En general, disminuye en aquellas empresas que ya ten¨ªan m¨¢rgenes amplios y que pod¨ªan permitirse reducirlo. Y tambi¨¦n en las que exportan, que han de competir en los mercados internacionales por mantener su demanda for¨¢nea y no pueden repercutir precios con tanta facilidad. En cambio, aquellas que sufren una posici¨®n financiera vulnerable son las que m¨¢s est¨¢n traspasando a precio sus costes con el fin de hacer frente al endeudamiento.
El reparto de la tarta
Por otra parte, en lo que va de a?o los resultados empresariales est¨¢n experimentando un fuerte incremento. El resultado econ¨®mico bruto es el excedente que le queda a la empresa tras pagar los consumos necesarios para producir y las plantillas. Este se dispara hasta septiembre un 38%. En claro contraste, los gastos de personal han aumentado a un ritmo mucho m¨¢s moderado: crecen un 6,9%, gracias a que el empleo ha aumentado un 3,6% y los salarios, un 3,2%. Se trata de un incremento bastante menor que el del resultado de las empresas. Pero esto se debe a que durante la pandemia la rentabilidad empresarial se desplom¨®, mientras que los gastos en plantillas se mantuvieron relativamente estables. Las compa?¨ªas estar¨ªan recobrando ahora las cotas anteriores a la covid. De hecho, seg¨²n explica el Banco de Espa?a, el reparto de la tarta entre el excedente empresarial y lo que se destina a los asalariados ha vuelto a la misma distribuci¨®n de 2019. Aunque var¨ªa mucho por sector, normalmente unos dos tercios se dedican a personal y el resto al excedente, con el que luego la empresa hace frente a las amortizaciones, intereses, impuestos y dividendos.
Y estas evoluciones son en t¨¦rminos nominales, subraya el organismo supervisor. Una vez se resta la inflaci¨®n igual que se hace con los salarios, en realidad tanto las empresas como los trabajadores estar¨ªan perdiendo poder adquisitivo con lo que obtienen, concluyen los economistas de la instituci¨®n. El Banco de Espa?a ya hab¨ªa apuntado en varias ocasiones que en la pr¨¢ctica se est¨¢ produciendo un pacto de rentas al observar la moderaci¨®n en los m¨¢rgenes y sueldos.
Respecto a la particular evoluci¨®n de los m¨¢rgenes sobre ventas en el sector del refino, el Banco de Espa?a recuerda que el fuerte incremento obedece a una situaci¨®n de excepcionalidad y que es una rama muy vol¨¢til, dependiente de los precios internacionales y donde sus resultados se hundieron mucho con la pandemia. En el sector energ¨¦tico, se ven comportamientos muy dispares: entre las generadoras, las empresas son m¨¢s capaces de repercutir m¨¢rgenes; mientras que las comercializadoras padecen los incrementos de costes porque tienen en gran medida los precios ya pactados con los consumidores. Lo que el supervisor no indica es que generadoras y comercializadoras suelen pertenecer a los mismos grupos empresariales.
En cuanto a la evoluci¨®n a m¨¢s corto plazo, la ralentizaci¨®n econ¨®mica ya se nota en las cuentas de las empresas. El Banco de Espa?a advierte de una ¡°p¨¦rdida de dinamismo¡± durante el tercer trimestre con los datos de esas cerca de 1.000 compa?¨ªas. Sobre todo se aprecia una mayor debilidad en el sector industrial, muy golpeado por el pico del precio del gas que se registr¨® en agosto.
Por el momento, las subidas de tipos no est¨¢n teniendo un impacto apreciable en el coste medio de la deuda empresarial, que ha repuntado este a?o levemente del 1,5% al 1,7%. Dicho esto, el banco advierte de que es previsible que el efecto se note con mayor fuerza conforme se vayan renovando las deudas en los pr¨®ximos trimestres.
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