Las ejecuciones hipotecarias tocan m¨ªnimos en plena escalada del eur¨ªbor
Las dificultades econ¨®micas para familias y empresas no se traducen hasta ahora en inicios de embargo de vivienda, que caen casi un 40% respecto a 2021
Con el eur¨ªbor en el nivel m¨¢s alto de los ¨²ltimos 14 a?os, las hipotecas variables se est¨¢n encareciendo hasta niveles que pueden acabar siendo insostenibles para muchas familias. Sin embargo, ese movimiento incipiente no se refleja de momento en las ejecuciones hipotecarias, que siguen reduci¨¦ndose en Espa?a. De hecho, el tercer trimestre del a?o ha marcado la cifra m¨¢s baja de la serie estad¨ªstica (que arranca en 2014) en cuanto al inicio de ejecuciones, con 4.105 fincas afectadas por este procedimiento. Es un 38,3% menos que en el mismo periodo de 2021.
Todas las categor¨ªas de inmuebles ven reducir las ejecuciones hipotecarias hasta m¨ªnimos hist¨®ricos. Las viviendas, como habitualmente, suponen el grueso de los inicios de embargo, con 2.884 casos, lo que supone un 29,9% menos que un a?o atr¨¢s. M¨¢s se reducen todav¨ªa las ejecuciones sobre solares (100 casos, un 51,5% menos que en el tercer trimestre de 2021), otras fincas urbanas tales como garajes o trasteros (933 casos, -51,6%) y fincas r¨²sticas (188 casos, -53,1%).
De vuelta a las viviendas, la estad¨ªstica difundida este lunes por el INE recoge una menor reducci¨®n de las ejecuciones que afectan a particulares (la mayor¨ªa, con 2.507 casos y un 14,5% de bajada interanual) que en las casas que pertenecen a empresas (377 casos, un 68,1% menos que un a?o atr¨¢s). Este ¨²ltimo dato se entiende normalmente como un reflejo de la situaci¨®n por la que atraviesa el tejido empresarial, ya que se refiere a pr¨¦stamos que han pedido empresarios o compa?¨ªas poniendo como aval una vivienda a nombre de la sociedad. Sin embargo, es tambi¨¦n el dato que m¨¢s a las claras muestra las limitaciones de la estad¨ªstica, que bebe de los registros de la propiedad y recoge el momento en que un acreedor inicia el procedimiento de ejecuci¨®n para, si no recupera el dinero que se le debe, acabar embargando el bien.
Se trata, por tanto, de un proceso que no se plasma hasta meses despu¨¦s de que familias y empresas comiencen a experimentar dificultades para devolver una hipoteca. Y los problemas ya han empezado: el pasado viernes, una estad¨ªstica judicial recog¨ªa un aumento extraordinario de los concursos de acreedores (la antigua suspensi¨®n de pagos) como resultado del final de la moratoria que el Gobierno aprob¨® durante el coronavirus y que permit¨ªa a las empresas evitar temporalmente este procedimiento para intentar reflotar sus cifras. Muchas no lo han conseguido y eso, en un entorno econ¨®mico deteriorado por la inflaci¨®n, los altos costes energ¨¦ticos y la subida de los tipos de inter¨¦s, se deber¨ªa traducir en un repunte de las ejecuciones. Pero este no se ve ni en la estad¨ªstica del INE ni en la judicial de lanzamientos, un momento todav¨ªa m¨¢s avanzado del procedimiento de embargo porque es cuando el juzgado ordena la posesi¨®n del inmueble para el prestamista.
Lo mismo pasar¨¢ con las familias. Conforme las dificultades financieras se prolonguen, y especialmente si se deteriora el empleo, pagar el pr¨¦stamo se har¨¢ m¨¢s dif¨ªcil. De momento, la morosidad sigue en m¨ªnimos, en torno al 3,8%, pero el sector bancario espera que suba progresivamente. Un informe de la consultora EY, publicado tambi¨¦n este lunes, apunta a un aumento de la morosidad hasta el 4,5% en 2023. De hecho, seg¨²n el Banco de Espa?a, el deterioro en la renta de las familias se producir¨¢ en los pr¨®ximos trimestres. ¡°El grueso de las revisiones hipotecarias con eur¨ªbor alto se van a producir entre noviembre y verano del a?o que viene¡±, explic¨® hace unas semanas ?ngel Estrada, director general de Estabilidad Financiera, Regulaci¨®n y Resoluci¨®n del Banco de Espa?a.
Lo que de momento no se espera es una situaci¨®n como la de la Gran Recesi¨®n. Entonces, tras el estallido de la gran burbuja inmobiliaria de principios de siglo, miles de familias espa?olas perdieron sus viviendas por no poder pagar la hipoteca y los desahucios generaron una amplia alarma social (no por casualidad el INE empez¨® entonces a recoger datos). Es m¨¢s, los excesos de burbuja todav¨ªa son patentes en los embargos actuales: la mitad de las ejecuciones hipotecarias iniciadas en el tercer trimestre de este a?o (un 49,7%, exactamente) se corresponden con viviendas compradas entre 2005 y 2008. En los ¨²ltimos a?os, sin embargo, los problemas de asequibilidad de la vivienda se han desplazado de la compra al alquiler, que es donde se producen actualmente la inmensa mayor¨ªa de los desahucios en Espa?a.
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