La fortaleza del mercado laboral mantiene la morosidad bancaria a raya pese a los s¨ªntomas de frenazo
El sector financiero no prev¨¦ que la tasa de impagos, del 3,86%, llegue a los niveles de la Gran Recesi¨®n
La morosidad ha sido tradicionalmente un term¨®metro de las crisis econ¨®mica para la banca: si la actividad se enfriaba, crec¨ªan los impagos. Por ese motivo, todos los ojos llevan meses puestos en la tasa de impagos. En la Gran Recesi¨®n (2008), rebas¨® el 13,6%. Pero esta vez est¨¢ siendo diferente. En agosto permaneci¨® en niveles hist¨®ricamente bajos, en el 3,86%. A diferencia de lo ocurrido en crisis pasadas, sigue a raya a pesar de los s¨ªntomas de desaceleraci¨®n econ¨®mica. La explicaci¨®n est¨¢, seg¨²n los expertos consultados, en el mercado laboral: los impagos no crecen, ni lo har¨¢n con fuerza, mientras el empleo aguante. En otras palabras, la hipoteca es lo ¨²ltimo que se deja de abonar y solo se desatienden los pagos cuando se pierde el puesto de trabajo y los ingresos caen de forma dr¨¢stica.
Los episodios de elevada morosidad son un problema para el sector bancario, puesto que se ve obligado a aumentar provisiones cuando recalifica los cr¨¦ditos como dudosos ¡ªaquellos en los que se ha producido un impago del principal o intereses durante un periodo de m¨¢s de 90 d¨ªas o cuando se considere improbable que el deudor cumpla ¨ªntegramente sus obligaciones, aunque a¨²n no haya importes impagados¡ª. Esto provoca que haya m¨¢s desahucios de vivienda habitual, lo cual para las entidades tambi¨¦n acarrea un da?o reputacional, como ocurriera en la crisis financiera de 2008.
Por ello, las medidas de apoyo al empleo desde la pandemia de forma indirecta beneficiaron tambi¨¦n a la banca. Adem¨¢s, rompieron una din¨¢mica hist¨®rica en la que se pod¨ªa prever la evoluci¨®n de la mora solo con la trayectoria del PIB, seg¨²n explica Joaqu¨ªn Maudos, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad de Valencia y director adjunto del IVIE: ¡°El principal determinante macroecon¨®mico de la morosidad bancaria es el ciclo econ¨®mico. Por este motivo, deber¨ªa de haber aumentado tras el intenso impacto de la pandemia, pero no lo ha hecho por las importantes medidas implementadas para amortiguar la crisis, como los ERTE o las moratorias. Gracias a esas medidas, la tasa de paro no ha aumentado y se ha seguido creando empleo. Con empleo se mantiene la renta disponible y, por tanto, la capacidad para hacer frente a los compromisos bancarios¡±.
Estas medidas, en la pr¨¢ctica, acabaron primero con la relaci¨®n entre la desaceleraci¨®n econ¨®mica y el aumento del paro. ¡°Se rompi¨® esa elasticidad y ha calado una nueva forma de gesti¨®n de las relaciones laborales. Ahora el ajuste no se realiza en las crisis tanto a trav¨¦s del despido. De hecho, en este tercer trimestre se espera que el crecimiento del PIB se sit¨²e en torno a cero, pero no se ha destruido empleo¡±, explica Manuel Lago, asesor econ¨®mico del gabinete del Ministerio de Trabajo. La l¨ªnea del aumento de los impagos, pues, no discurre ya de forma tan paralela a la que se?ala el deterioro econ¨®mico. La curva, en cambio, se asemeja m¨¢s al rastro que dibuja la tasa de paro. Es decir, a mayor desempleo, menor capacidad de pago y, por ende, mayor morosidad.
Otro de los factores que determinan el nivel de impagos es la pol¨ªtica monetaria: cuanto m¨¢s suban los tipos de inter¨¦s, m¨¢s se encarecer¨¢ la financiaci¨®n ¡ªespecialmente las hipotecas variables, que se actualizan una vez al a?o, habitualmente seg¨²n el eur¨ªbor¡ª, lo que presionar¨¢ sobre los deudores vulnerables. Sin embargo, tampoco este punto tiene mayor peso que el empleo, seg¨²n sostiene Leopoldo Torralba, economista de Arcano Economic Research. ¡°En la mora influye mucho m¨¢s el empleo que los tipos. Adem¨¢s, en la medida que los tipos no estar¨¢n mucho tiempo por encima de una tasa neutral del 2%, un nivel compatible con la estabilidad, el empleo no deber¨ªa resentirse mucho, por lo que la morosidad no debe crecer demasiado¡±. El consejero delegado del Banco Santander, Jos¨¦ Antonio ?lvarez, abund¨® este mi¨¦rcoles en esa idea: ¡°El problema con el pago de las hipotecas se dar¨¢ si aumenta el desempleo¡±.
Por este motivo, el Gobierno lleva semanas insistiendo en la necesidad de preparar un paquete de medidas de apoyo a los hipotecados vulnerables, como repiti¨® este martes la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calvi?o, en el Congreso: ¡°Estamos en conversaciones con la banca para sacar adelante un plan de ayudas en las pr¨®ximas semanas¡±. Por el momento, los encuentros se han centrado en redefinir qui¨¦n es un cliente vulnerable y de qu¨¦ forma se le puede socorrer para que pueda hacer frente al aumento de sus costes financieros.
El incremento de los gastos se produce ahora por diferentes v¨ªas: por la financiera, debido a la subida de los tipos de inter¨¦s; en la factura el¨¦ctrica, por la crisis energ¨¦tica, y en la compra de productos b¨¢sicos, por la inflaci¨®n. Los hogares pueden afrontar esos sobrecostes, en mayor o menor medida, en funci¨®n de la estabilidad de sus ingresos. Es decir, de su estabilidad laboral. ¡°Los hogares suelen asumir las cargas financieras todo el tiempo que mantengan su puesto de trabajo. Incluso cuando los ingresos laborales se reducen, por ejemplo, como consecuencia de la inflaci¨®n. Sin embargo, la p¨¦rdida de empleo incrementa fuertemente la probabilidad de impago¡±, incide Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas.
Alza en 2023
El sector, de todas formas, espera un repunte de la morosidad en los siguientes meses. ¡°Las previsiones del pr¨®ximo ejercicio reflejan un deterioro ligero del mercado de trabajo que, junto con otros factores, hacen esperar que el repunte de la morosidad sea m¨¢s contenido que el observado en episodios anteriores de crisis. El riesgo de impago se concentrar¨¢ en gran medida en aquellos segmentos de rentas m¨¢s bajas considerados como vulnerables¡±, afirma Marta Alberni, consultora del ¨¢rea de banca de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Con ese an¨¢lisis coincide Maudos: ¡°En breve veremos un punto de inflexi¨®n ante el cuadro macroecon¨®mico lleno de incertidumbres que tenemos y tambi¨¦n ante la subida de los tipos de inter¨¦s¡±.
Seg¨²n an¨¢lisis de organismos p¨²blicos, casas de estudio y los principales bancos del pa¨ªs, se espera una subida del nivel de impagos. Falta por ver la intensidad, aunque en ning¨²n escenario llegar¨¢ al nivel de la crisis de 2008. En el peor de los casos, apuntan fuentes del sector, se podr¨ªa casi duplicar (hasta el entorno del 6%), pero no se espera que se dispare a las cotas alcanzadas en 2013. Entonces lleg¨® al 13,62% en diciembre, un nivel que volver¨ªa a poner en apuros un sector que, de todas formas, ahora llega mucho mejor pertrechado y menos expuesto.
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