Sin noticias de las multas: tiendas con puertas abiertas y escaparates encendidos desaf¨ªan la ley
Los comercios del centro de Madrid, Barcelona y Sevilla cumplen solo parte del decreto de ahorro energ¨¦tico y las Administraciones no lo controlan
Un aluvi¨®n de potenciales clientes camina por la c¨¦ntrica calle de Fuencarral de Madrid una tarde fr¨ªa de enero en plena campa?a de rebajas. Son las siete y media, ya es de noche, y muchas de las tiendas mantienen abiertas sus puertas. A escasos metros, en la Gran V¨ªa, la escena es igual: apenas una docena de los negocios de la gran arteria comercial de la capital respetan la obligaci¨®n de mantenerlas cerradas. Esta imagen se repite en Barcelona y Sevilla. Cinco meses despu¨¦s de la aprobaci¨®n del real decreto de ahorro energ¨¦tico, y moderada la alarma social por la energ¨ªa, el texto legal ha quedado en el limbo: los comercios lo respetan a medias y las Administraciones no sancionan su incumplimiento. ¡°Por el real decreto del Gobierno vamos a tener que poner una puerta, pero a¨²n no sabemos cu¨¢ndo la van a colocar¡±, reconoce la empleada de una tienda de camisetas en la calle San Eloy de Sevilla.
Entre las medidas incluidas est¨¢ la regulaci¨®n de la temperatura y el apagado nocturno de la iluminaci¨®n, as¨ª como la obligatoriedad de mantener las puertas de los negocios cerradas. ¡°Con tanta gente entrando y saliendo es imposible tener la puerta controlada¡±, comenta una empleada de una tienda de zapatos en el centro de Madrid. En Barcelona, la cifra de comercios con las puertas abiertas de par en par en Portal de l¡¯?ngel se ha mantenido similar respecto al conteo que realiz¨® EL PA?S en verano: el 59% de los locales observados est¨¢n abiertos, la mayor¨ªa con un sistema de cierre autom¨¢tico desactivado que, se justifican, est¨¢ averiado. La escena es parecida en la calle San Eloy, en el epicentro comercial de la capital andaluza, donde los que solo cuentan con una persiana met¨¢lica no tienen ning¨²n parapeto que los resguarde de los 15 grados de temperatura del exterior. ¡°Aqu¨ª estamos siempre a temperatura ambiente, tanto en verano, como en invierno¡±, a?ade la trabajadora, mirando a un peque?o aparato de aire acondicionado que, asegura, nunca se enciende.
Aunque la obligaci¨®n de cierre no est¨¢ siendo respetada, el porcentaje de locales que cumple con el apagado de luces es mucho mayor. En el distrito comercial de Madrid, pasadas las diez de la noche, la mayor¨ªa de los escaparates est¨¢n a oscuras. En Barcelona, solo un 21% de los comercios observados manten¨ªan sus escaparates encendidos, frente al casi 60% que no cierra sus puertas. La Confederaci¨®n Espa?ola de Comercio (CEC) defiende que el sector del comercio ¡°ha asumido esta medida, cumpliendo estrictamente los horarios fijados¡±. Eso s¨ª, pr¨¢cticamente ninguno cumple con la obligaci¨®n de tener un cartel visible donde se indique la temperatura y las medidas tomadas para el ahorro energ¨¦tico.
Falta de control
Desde su entrada en vigor ¡ªen el caso de la obligaci¨®n de apagar luces y limitar las temperaturas, en agosto; y en el del cierre de las puertas, en septiembre¡ª, el real decreto es de obligado cumplimiento. De hecho, como reenv¨ªa al Reglamento de Instalaciones T¨¦rmicas en los Edificios (RITE), y este a la Ley de Industria, las multas por no respetarlo son elevadas: de 60.000 euros por una infracci¨®n leve a 100 millones por una infracci¨®n grave. Sin embargo, desde las Administraciones regionales no se est¨¢n imponiendo sanciones. ¡°Las comunidades aut¨®nomas est¨¢n tratando el tema con laxitud¡±, apuntan desde la CEC. ¡°Por un lado, los comercios no est¨¢n cumpliendo con las adaptaciones y por otro las Administraciones son conocedoras de esta situaci¨®n y no est¨¢n instando a cumplirlo¡±, sentencian.
Desde el Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica se?alan a EL PA?S que la idea de las medidas no es que se asocien a sanciones de forma autom¨¢tica, ni castigar a las empresas. Y as¨ª est¨¢ siendo: a las asociaciones de comercio regionales de Madrid y Catalu?a no les consta que se haya impuesto sanci¨®n alguna. En el caso de Madrid, la Consejer¨ªa de Medio Ambiente alega que no tiene competencias sobre el control del cumplimiento de las medidas establecidas en el real decreto, y se escuda en la ambig¨¹edad de la norma: ¡°Su control, ya que no queda claro en el texto, ser¨ªa en todo caso de competencia municipal¡±. Este peri¨®dico ha consultado al consistorio y a la polic¨ªa municipal, pero no ha recibido respuesta.
La Generalitat de Catalu?a afirma que est¨¢n en ¡°una fase informativa y de sensibilizaci¨®n¡±. Fuentes de la Generalitat recuerdan que desde septiembre han llevado a cabo m¨¢s de 550 inspecciones de eficiencia energ¨¦tica, que corresponden al RITE (aprobado en 2007): 85 a establecimientos ¡°nuevos¡±, de menos de dos a?os, y 471 a establecimientos ¡°viejos¡±, de m¨¢s de dos a?os. ¡°Lo que hemos hecho es aprovechar estas inspecciones rutinarias para advertir a los establecimientos de las obligaciones del nuevo real decreto de ahorro energ¨¦tico. Todav¨ªa no nos encontramos, pues, en una fase sancionadora¡±, defienden.
Renovaciones
La adaptaci¨®n de puertas autom¨¢ticas es el principal escollo que los comercios se han encontrado a la hora de ajustar sus establecimientos al real decreto de eficiencia energ¨¦tica. Muchos tienen pendiente realizar las obras para adaptarse. Es el caso de la franquicia de La casa de las Carcasas situada en Portal de l¡¯?ngel de Barcelona. Este comercio es uno de los que solo tiene una persiana para la apertura y el cierre, sin ning¨²n tipo de puerta. Su encargada reconoce que deben instalar sistemas de cierre para evitar el despilfarro de calefacci¨®n en invierno, y asegura que est¨¢n pendientes de que lleguen los servicios t¨¦cnicos para instalar una puerta. Barcelona habilit¨® en agosto dos millones de euros, en subvenciones de hasta 2.000 euros, para ayudar a los comercios a instalar puertas autom¨¢ticas.
El coste de instalar una puerta autom¨¢tica var¨ªa entre 2.500 y 4.000 euros, seg¨²n empresas del sector. Desde la patronal estatal sostienen que la medida no naci¨® del di¨¢logo con los sectores afectados. ¡°En la pr¨¢ctica es inviable tanto econ¨®micamente como por una cuesti¨®n de tiempos¡±, afirman. En Andaluc¨ªa, la patronal de comerciantes afirmaba en octubre que solo el 10% de las tiendas de la comunidad ¡ªun 30% de las empresas andaluzas¡ª se hab¨ªan adaptado. La Consejer¨ªa de Empleo de Andaluc¨ªa acaba de poner en marcha un plan de ayudas de 17,2 millones de euros, con cargo a los fondos europeos, que ha sido bien recibida por los comerciantes.
Con todo, y a pesar de la laxitud de su cumplimiento y control, las empresas est¨¢n consiguiendo bajar su consumo desde la aprobaci¨®n del real decreto. En el centro comercial Los Arcos, el m¨¢s antiguo de la capital andaluza, la adaptaci¨®n del espacio a las medidas de eficiencia energ¨¦tica establecidas por el Gobierno les ha supuesto un ahorro del 70%, se?ala su gerente, Ernesto Pardo. En Barcelona algunos trabajadores reconocen que han podido reducir el uso de los aires acondicionados tras el cierre de puertas. Seg¨²n Deborah, una empleada que lleva cinco a?os trabajando en el establecimiento de cosm¨¦tica Kiko Milano, el a?o pasado ten¨ªan la temperatura ¡°fuerte por tener la puerta abierta de par en par¡±. Ahora activan la temperatura de vez en cuando, con un m¨¢ximo de 25 grados.
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