Crece la oposici¨®n a la gran relajaci¨®n de ayudas de Estado que reclaman Francia y Alemania
Los ministros de Finanzas y la Comisi¨®n aceleran la negociaci¨®n sobre reglas fiscales para llegar a un pacto en marzo
La agenda econ¨®mica en Bruselas est¨¢ saturada estas semanas. Las negociaciones para la reforma de las reglas fiscales entran en su recta final al mismo tiempo que la Comisi¨®n Europea prepara una revisi¨®n de las normas sobre ayudas de Estado que permitan agilizar el apoyo econ¨®mico al sector privado en la transici¨®n ecol¨®gica y digital. Dos asuntos en los que confluyen -cuando no chocan- los intereses de los Veintisiete, y en los que se van alineando las posiciones cada vez con m¨¢s nitidez. Esto se ve, por ejemplo, en c¨®mo crece el rechazo a la manga ancha que piden Francia y Alemania para dar ayudas de Estado como respuesta a los subsidios que da Estados Unidos y China a sus empresas en las llamadas transiciones gemelas. El grupo de pa¨ªses que reclaman ¡°una gran cautela¡± ha sumado un nuevo integrante, B¨¦lgica, y ya cuenta con 11 miembros.
El mismo d¨ªa en que la Comisi¨®n Europea presentaba el plan industrial para una era verde abr¨ªa, como parte de ese plan, una consulta sobre una nueva revisi¨®n de las reglas sobre ayudas de Estado, ya relajadas por la crisis provocada por la invasi¨®n de Ucrania. Bruselas ya apuntaba incluso que su intenci¨®n era extender ese marco especial vigente hasta finales de 2025, una duraci¨®n inusualmente larga, y se?alaba que ya no pretend¨ªa solo responder a las dificultades propias de la guerra y los precios disparados de la energ¨ªa, sino tambi¨¦n respaldar a las empresas para que no pierdan competitividad frente a las estadounidenses, chinas o japonesas en la doble transici¨®n y tambi¨¦n evitar la fuga de inversiones.
Este tipo de movimientos pone de los nervios a los pa¨ªses m¨¢s peque?os o con m¨¢s estrecheces fiscales, ya que su capacidad de dar ayudas palidece frente a Par¨ªs o Berl¨ªn. As¨ª que al d¨ªa siguiente de que Competencia abriera la consulta, el 2 de febrero, cuatro pa¨ªses -Hungr¨ªa, Rep¨²blica Checa, Eslovaquia y Letonia- se adhirieron a una carta previa que hab¨ªan hecho llegar a la Comisi¨®n otros seis pa¨ªses -Pa¨ªses Bajos, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Irlanda y Polonia- en diciembre (el debate en realidad lleva meses abierto): ¡°Los cambios fundamentales de las normas de la UE sobre ayudas estatales no deben hacerse de la noche a la ma?ana en el contexto de un marco temporal de crisis no concebido para este fin¡±. ¡°La Comisi¨®n tambi¨¦n debe evaluar de cerca los posibles impactos de los requisitos de contenido local de naturaleza distorsionadora en el IRA (la Ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n, por sus siglas en ingl¨¦s, de Estados Unidos que da los subsidios)¡±. ¡°Es importante mencionar que la pol¨ªtica de ayudas estatales no siempre es el ¨²nico factor decisivo para las decisiones de inversi¨®n¡±. Advertencias como esta pueden leerse en las dos p¨¢ginas de la carta.
Al texto, visto por EL PA?S, se sum¨® B¨¦lgica el 10 de febrero. Hay otros pa¨ªses que no se han incorporado, de los que tambi¨¦n se sabe que tienen reservas. Ser¨ªa el caso de Luxemburgo. Espa?a, por su parte, es partidaria de que se relajen las ayudas de Estado y de que se eliminen muchos de los obst¨¢culos administrativos, pero no en la medida que lo hace Francia. Fuentes diplom¨¢ticas explicaban la semana pasada durante el Consejo Europeo que Par¨ªs est¨¢ reclamando que el l¨ªmite por el que los Estados miembro no tengan la obligaci¨®n de comunicar una subvenci¨®n a Bruselas se multiplique por 10, de 10 millones a 100. Madrid defiende que se suba, pero no tanto.
Y en paralelo a este debate, tambi¨¦n corre el de las reglas fiscales, ¨ªntimamente ligado al anterior, porque de c¨®mo quede el cors¨¦ presupuestario depende la capacidad de dar apoyo y subvenciones. Este ¨²ltimo ha tenido el martes su primera gran cita pol¨ªtica, en el Ecofin, el ¨®rgano en que discuten los ministros de Finanzas de la Uni¨®n Europea m¨¢s los responsables de la Comisi¨®n. La principal conclusi¨®n que ha salido al acabar es la intenci¨®n de la mayor¨ªa de acelerar el trabajo para tener las l¨ªneas b¨¢sicas del pacto en marzo. A partir de ah¨ª, los l¨ªderes de la UE deber¨ªan cerrar el acuerdo en el Consejo Europeo y el Ejecutivo de Ursula von der Leyen deber¨ªa tener r¨¢pido los textos legales para iniciar el tr¨¢mite legislativo.
El objetivo, como ha reclamado la ministra de Finanzas neerlandesa, Sigrid Kaag, en la propia reuni¨®n, es que los Estados miembro pueden implementar las nuevas normas en 2024. Tambi¨¦n el vicepresidente econ¨®mico de la Comisi¨®n, Valdis Dombrovskis, y la ministra sueca, presidenta de turno del Consejo de la UE, Elisabeth Svantesson, han apuntado a marzo como el momento clave. ¡°Hemos sentado una base s¨®lida para proporcionar una visi¨®n clara en marzo¡±, ha declarado el let¨®n a la salida.
Para cumplir con este plazo, ser¨¢ necesario vencer la resistencia alemana. El ministro germano de Finanzas, Christian Lindner, ha dejado claro a su llegada a la reuni¨®n que tiene puntos de discrepancia con la propuesta que hizo Bruselas en noviembre, algo que ya le dijo personalmente al comisario de Econom¨ªa, Paolo Gentiloni, hace un par de semanas en Berl¨ªn. Sus reticencias est¨¢n principalmente en c¨®mo se elabora la senda de ajuste de deuda personalizada a cada pa¨ªs, pues Lindner teme que este proceso acabe en una negociaci¨®n bilateral sin transparencia entre el estado concernido y la Comisi¨®n. El otro aspecto sobre el que Alemania quiere concreci¨®n es c¨®mo se determina la sostenibilidad de la deuda para cada pa¨ªs.
En la propuesta que hizo la comisi¨®n, el ¨ªndice que establece la sostenibilidad de la deuda de cada pa¨ªs es el punto de partida de cada deuda individualizada. En funci¨®n de ella puede determinarse la exigencia del ajuste y el plan que cada pa¨ªs debe seguir para rebajar su pasivo, de ah¨ª la importancia que concede Berl¨ªn a conocer la metodolog¨ªa que va a emplear la Comisi¨®n antes de dar su aprobaci¨®n.
S¨ª que hay ya un acuerdo, tambi¨¦n con Alemania, algo que han se?alado en alguna delegaci¨®n y en la comparecencia posterior Dombrovskis y Svantensson, en otros aspectos importantes de la propuesta de la Comisi¨®n. Uno ser¨ªa la necesidad de que cada pa¨ªs siga su propia senda de ajuste fiscal; otro que se definan marcos macroecon¨®micos a medio plazo y, por ¨²ltimo, la necesidad de que los planes nacionales contengan reformas, pero tambi¨¦n dejen hueco a las inversiones necesarias en las transiciones gemelas.
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