Credit Suisse pedir¨¢ prestados hasta 50.000 millones al Banco Nacional de Suiza para fortalecer su liquidez

Credit Suisse pasa de las palabras a los hechos para frenar la sangr¨ªa que amenaza con hacer caer al banco, atrapado en su momento m¨¢s delicado desde su fundaci¨®n en 1856. En un comunicado remitido este jueves, la entidad ha anunciado que tomar¨¢ prestados hasta 50.000 millones de francos suizos ¡ªuna cantidad similar en euros¡ª del Banco Nacional de Suiza ¡°para fortalecer de forma preventiva su liquidez¡±, un modo de anticiparse y crear un cortafuegos que le proteja en caso de que aumenten las retiradas de dep¨®sitos en medio de las dudas sobre su solvencia. La entidad toma aire en la Bolsa y sus t¨ªtulos rebotaron un 19% al cierre de la sesi¨®n.

Tras el cruento desplome burs¨¢til del mi¨¦rcoles, cuando sus acciones cerraron un 24% m¨¢s abajo ¡ªsu cotizaci¨®n ha perdido casi un 90% de valor en cinco a?os¡ª, el paso trata de restaurar la confianza del mercado. El anuncio por parte del National Saudi Bank (NSB), su principal accionista, de que no aumentar¨¢ su participaci¨®n, actualmente del 9,88%, hizo saltar las alarmas, al interpretar los inversores que Credit Suisse quedaba en una posici¨®n mucho m¨¢s vulnerable, precisamente cuando la crisis bancaria en EE UU, donde han cerrado dos entidades regionales, est¨¢ provocando nerviosismo en inversores y clientes.

En la zona cero de la operaci¨®n, la sede del Banco Nacional de Suiza en Berna, nada indica la trascendencia del momento. No hay movimientos en su puerta principal, cerrada a cal y canto, situada en la Bundesplatz junto al Parlamento suizo, en una explanada donde este jueves muchos tomaban el sol o paseaban el perro aprovechando un d¨ªa particularmente c¨¢lido.

A apenas 20 metros, una de las sucursales de Credit Suisse en la capital apenas llegaba a la decena de clientes en su interior. Al salir, una mujer que afirma llevar 40 a?os confiando sus ahorros a la entidad y prefiere no dar su nombre dice que la crisis no ha cambiado su percepci¨®n. ¡°Cada pocas semanas salen noticias negativas sobre Credit Suisse en los medios, y lo m¨¢s peligroso ser¨ªa que sus clientes sac¨¢ramos dinero por miedo. Aunque ahora se mezcle, no tiene nada que ver con el Silicon Valley Bank, y el Banco Nacional de Suiza ya le est¨¢ ayudando. ?D¨®nde va a estar mi dinero m¨¢s seguro?¡±, se pregunta.

Otros dos j¨®venes suizos, recostados en una silla con vistas a las monta?as nevadas en la parte trasera del Parlamento con una cerveza, se muestran ajenos a lo sucedido al ser preguntados al respecto. ¡°?Qu¨¦ ha pasado con Credit Suisse?¡±.

En el texto publicado de madrugada, el banco, que ha pasado de ser un icono del poder financiero suizo a convertirse en una fuente inagotable de problemas y preocupaciones, se?ala que acceder¨¢ a los fondos del banco central por medio de una l¨ªnea de cr¨¦dito y una l¨ªnea de liquidez a corto plazo garantizadas por activos de alta calidad. La entidad recoge as¨ª el guante lanzado a ¨²ltima hora de este mi¨¦rcoles por el banco nacional suizo, que hizo p¨²blico un mensaje en el que afirm¨® que proporcionar¨ªa liquidez a la entidad ¡°si fuera necesario¡±. En el mismo, insisti¨® en que Credit Suisse cumple con los exigentes requisitos de capital y liquidez, y neg¨® que hubiera riesgo de contagio para las instituciones suizas por los colapsos del Silicon Valley Bank y el Signature Bank en EE UU, los mayores en dicho pa¨ªs desde el sufrido en 2008 por Washington Mutual.

Adem¨¢s, Credit Suisse ha anunciado que realizar¨¢ ofertas para recomprar deuda s¨¦nior por cerca de 3.000 millones de euros ¡ª10 t¨ªtulos denominados en d¨®lares y cuatro en euros¡ª. Con ello, el banco busca reducir los intereses que paga, aprovechando que su deuda, muy penalizada, cotiza ¡°a precios atractivos¡±.

El consejero delegado de la entidad, Ulrich K?rner, ha defendido en la nota que las medidas suponen ¡°una acci¨®n decisiva para fortalecer Credit Suisse mientras continuamos nuestra transformaci¨®n estrat¨¦gica¡±. La reestructuraci¨®n puesta en marcha por K?rner ya ha supuesto la venta el pasado noviembre de una parte de su negocio de inversi¨®n al fondo Apollo y el despido de miles de empleados, pero a¨²n no ha concluido. ¡°Mi equipo y yo estamos decididos a avanzar r¨¢pidamente para ofrecer un banco m¨¢s simple y centrado en torno a las necesidades del cliente¡±, a?adi¨® este jueves.

El banco est¨¢ pagando los excesos de a?os de mala gesti¨®n en los que se ha visto involucrado en m¨²ltiples esc¨¢ndalos, ha sido castigado con multas millonarias de los reguladores por malas pr¨¢cticas y ha experimentado m¨²ltiples cambios en su c¨²pula que le han abocado a la inestabilidad. Todo eso le ha llevado a perder la confianza de inversores y parte de sus clientes, que en el cuarto trimestre del a?o pasado pusieron a prueba la resistencia de la entidad con retiradas masivas de fondos.

Su valor en Bolsa perdi¨® este mi¨¦rcoles los 7.000 millones de euros, m¨ªnimo hist¨®rico, y aunque este jueves los ha recuperado de nuevo gracias al respaldo del banco central, los inversores tendr¨¢n que dilucidar si se trata de una tregua pasajera o la inyecci¨®n de liquidez y su apoyo p¨²blico son lo suficientemente relevantes como para cortar por completo el asedio que est¨¢n sufriendo sus t¨ªtulos. De momento, las Bolsas est¨¢n rebotando en toda Europa, impulsada por las mejores valoraciones de los bancos.

Los focos de perturbaci¨®n no son solo internos. La subida de los tipos de inter¨¦s por parte de los bancos centrales ha pasado a considerarse un factor de riesgo para una parte de la banca despu¨¦s de la quiebra del Silicon Valley Bank, afectado por p¨¦rdidas en bonos del Tesoro estadounidense muy devaluados por el endurecimiento de la pol¨ªtica monetaria que se vio obligado a vender antes de su vencimiento. En ese contexto, Credit Suisse ha apuntado que ¡°tiene una posici¨®n conservadora frente a los riesgos de tipo de inter¨¦s¡±, y su volumen de valores de renta fija a largo plazo ¡°no es significativo¡±.

En medio de esa volatilidad incontrolable de los mercados financieros, tan pronto embarcados en el exceso optimista como en su contrario, ser¨¢n los hechos, y no las palabras, los que dictaminen el futuro de la entidad. De momento, al lanzarse a los brazos del Banco Nacional de Suiza para protegerse de la especulaci¨®n contra sus acciones, da alas a la idea de que los bancos no dudan en reclamar la tutela del Estado cuando vienen mal dadas y no participan como uno m¨¢s de la econom¨ªa de mercado.

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