Biden usa el derecho de veto por primera vez en su presidencia

¡°Tengo una pluma que puede vetar¡±. Cuando los dem¨®cratas perdieron el control de la C¨¢mara de Representantes, el presidente de Estados Unidos ya dej¨® claro que no pasar¨ªa por el aro de leyes que no compartiese. Con el Senado relativamente controlado, Joe Biden no hab¨ªa necesitado hasta ahora usar la pluma de vetar, pero este lunes se ha estrenado. El asunto vetado no tiene que ver con los impuestos, las armas de fuego, la seguridad social, el aborto, la inmigraci¨®n u otro de los grandes temas que domina la pol¨ªtica estadounidense, sino con los criterios de inversi¨®n sostenible, los conocidos como ESG (iniciales en ingl¨¦s de medioambiente, social y gobernanza).

Los republicanos han declarado la guerra a la inversi¨®n sostenible y la han convertido en campo de batalla de la guerra cultural. Muchos de ellos consideran que es una forma de imponer por la puerta de atr¨¢s la agenda progresista en temas como la lucha contra el cambio clim¨¢tico o la igualdad de derechos. Por ello, con su mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes y con la ayuda de alg¨²n dem¨®crata disidente en el Senado, votaron una resoluci¨®n para que los gestores de fondos de pensiones no pudieran tener en cuenta los criterios ESG al tomar decisiones sobre sus inversiones, como permite una norma dictada por el Departamento de Trabajo que la oposici¨®n quer¨ªa derogar.

Era una disputa m¨¢s te¨®rica que pr¨¢ctica. La norma que los republicanos quer¨ªan anular no obliga a tomar en consideraci¨®n los criterios de sostenibilidad, sino que simplemente permite hacerlo. Por otro lado, a la hora de asignar activos, los gestores deben guiarse por el beneficio de los part¨ªcipes, pero nadie les pide cuentas de sus decisiones. Si creen que las empresas que respetan criterios de sostenibilidad tienen mejor futuro, pueden invertir en ellas. As¨ª que aunque se hubiera anulado la norma del Departamento de Trabajo, el efecto pr¨¢ctico habr¨ªa sido escaso.

Biden ha devuelto al Congreso sin su aprobaci¨®n la resoluci¨®n que le hab¨ªan enviado para firmar. En el sistema de equilibrios y contrapesos estadounidense, el presidente puede negarse a promulgar una ley o una resoluci¨®n menor (como en este caso) aprobada por el Congreso.

El presidente asegura que la norma que los republicanos quer¨ªan derogar ¡°protege los ahorros de toda la vida y las pensiones duramente ganadas de decenas de millones de trabajadores y jubilados de todo el pa¨ªs¡±. ¡°Permite a los fiduciarios de los planes de jubilaci¨®n tomar decisiones de inversi¨®n plenamente informadas teniendo en cuenta todos los factores pertinentes que puedan afectar a una posible inversi¨®n, al tiempo que garantiza que las decisiones de inversi¨®n tomadas por los fiduciarios de los planes de jubilaci¨®n maximicen los rendimientos financieros para los jubilados¡±, se?ala en su mensaje a la C¨¢mara de Representantes en el que expresa su veto.

Los republicanos sostienen que los criterios ESG son capitalismo woke, como lo denominan despectivamente, en referencia a quienes supuestamente han despertado (woke) ante las injusticias y los problemas sociales y se disponen a combatirlos. Ellos han declarado la guerra a lo woke, as¨ª que han puesto en el disparadero a la inversi¨®n sostenible. Su acusaci¨®n es que se est¨¢ sacrificando la rentabilidad de los part¨ªcipes para lograr imponer otros puntos de la agenda progresista.

Biden contraataca en ese terreno: les contesta que existen numerosas pruebas que demuestran que los factores medioambientales, sociales y de gobernanza pueden tener un impacto relevante en los mercados, los sectores y las empresas.

¡°La resoluci¨®n liderada por los republicanos obligar¨ªa a los gestores de planes de jubilaci¨®n a ignorar estos factores de riesgo relevantes, haciendo caso omiso de los principios del libre mercado y poniendo en peligro los ahorros de toda la vida de las familias trabajadoras y los jubilados. De hecho, esta resoluci¨®n impedir¨ªa a los fiduciarios de planes de jubilaci¨®n tener en cuenta factores, como los riesgos f¨ªsicos del cambio clim¨¢tico y el mal gobierno corporativo, que podr¨ªan afectar a la rentabilidad de las inversiones¡±, afirma en su mensaje el presidente, que cree que se debe poder ¡°tener en cuenta cualquier factor que maximice la rentabilidad financiera de los jubilados de todo el pa¨ªs¡±. ¡°Esto no es pol¨¦mico, es de sentido com¨²n¡±, concluye.

Biden ha parado el golpe en lo relativo a los planes de pensiones, pero la batalla sigue en otros frentes. M¨¢s de una docena de Estados republicanos est¨¢n promoviendo leyes antiESG que impiden que se gestionen fondos p¨²blicos con esos criterios o que se concedan licitaciones a empresas que los apliquen de forma que consideren discriminatoria. Texas, por ejemplo, pretende defender con ello a su potente sector de hidrocarburos.

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