Bofetada del Congreso de Estados Unidos a la inversi¨®n sostenible

El Partido Republicano de Estados Unidos ha emprendido una cruzada contra la inversi¨®n con criterios sostenibles. La empezaron Estados republicanos como Texas y Florida, pero esta semana ha llegado hasta el Capitolio como parte de la guerra cultural que polariza el pa¨ªs. La C¨¢mara de Representantes y el Senado han aprobado impedir a los gestores de fondos de pensiones guiarse por criterios de medioambientales, sociales y de gobernanza corporativa (ESG, por sus siglas en ingl¨¦s). El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tendr¨¢ que usar por primera vez su poder de veto para impedir que esa decisi¨®n se aplique.

Para el mundo de la gesti¨®n de activos, los criterios de inversi¨®n sostenible ayudan a identificar riesgos y oportunidades a medio y largo plazo que no aparecen reflejados en los balances y cuentas de resultados. Numerosas empresas los han adoptado para mejorar sus pr¨¢cticas. Para la mayor¨ªa de los pol¨ªticos republicanos, en cambio, los criterios ESG son una forma de imponer una agenda progresista por la puerta de atr¨¢s. Lo importante para ellos es maximizar el beneficio y lo dem¨¢s son milongas de capitalismo woke, como lo denominan despectivamente, en referencia a quienes supuestamente han despertado (woke) ante las injusticias y los problemas sociales y se disponen a combatirlos.

En Estados Unidos, la legislaci¨®n sobre los fondos de pensiones establece que los gestores deben preocuparse de la rentabilidad que logran para los part¨ªcipes a la hora de distribuir los activos. En la era de Donald Trump se prohibi¨® expresamente a los gestores de estos planes tener en cuenta factores como el cambio clim¨¢tico o asuntos de gobierno corporativo (como demandas judiciales pendientes) a la hora de tomar decisiones de inversi¨®n.

Con Biden en la presidencia, sin embargo, se levant¨® esa prohibici¨®n al calor de las corrientes del capitalismo corporativo y la gesti¨®n de activos que valoran la sostenibilidad (ambiental, social y corporativa) y que perciben la funci¨®n de la empresa como algo m¨¢s que la mera maximizaci¨®n del beneficio a toda costa.

Por ello, una norma dictada por el Departamento de Trabajo ha permitido a los gestores de fondos de pensiones tener en cuenta criterios ESG junto a los financieros a la hora de decidir en qu¨¦ invierten, siempre y cuando sea en beneficio de los part¨ªcipes. La norma no obliga, simplemente permite a un gestor tener en cuenta esos criterios.

Capitalismo ¡®woke¡¯

Aun as¨ª, los republicanos lo han convertido en anatema. Han declarado que los criterios ESG son capitalismo woke y le han declarado la guerra a lo woke, as¨ª que han puesto en el disparadero a la inversi¨®n sostenible. Con su nueva mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes votaron el martes a favor de derogar esa norma del Departamento de Trabajo, y despu¨¦s han conseguido atraerse a dos dem¨®cratas para lograr tambi¨¦n el respaldo del Senado por 50 votos a 46 este mi¨¦rcoles. Para derogar una regulaci¨®n dictada por un organismo gubernamental basta la mayor¨ªa simple.

Los dos senadores dem¨®cratas que se han unido a los republicanos han sido el d¨ªscolo habitual, Joe Manchin, de Virginia Occidental, y Jon Tester, de Montana. Ambos se juegan la reelecci¨®n en 2024 (si se presentan) en Estados con electorados conservadores. Manchin ha alegado que la norma penaliza al sector de los combustibles f¨®siles, importante para Virginia Occidental. Con la guerra de Ucrania, las petroleras se dispararon en Bolsa el a?o pasado, haciendo que los fondos gestionados con criterios sostenibles tuvieran una rentabilidad menor que los que no los aplican.

La votaci¨®n del Congreso contra los criterios ESG es m¨¢s cosm¨¦tica o simb¨®lica que otra cosa, una bofetada a la inversi¨®n sostenible. No solo porque se enfrentar¨¢ al veto presidencial sino tambi¨¦n porque en la pr¨¢ctica los gestores no tienen que dar cuenta de las razones por las que consideran que una inversi¨®n es la mejor desde el punto de vista financiero y en su an¨¢lisis pueden impl¨ªcitamente considerar todo tipo de factores, aunque est¨¦n subordinados a la rentabilidad.

BlackRock, el mayor gestor de activos del mundo, es uno de los abanderados de los criterios ESG, como su jefe, Larry Fink, ha puesto reiteradamente de manifiesto. Los gobiernos republicanos de Florida, Texas, Louisiana y Carolina del Sur han castigado a la firma retirando sus fondos de la misma por abrazar esos criterios. M¨¢s de una docena de Estados republicanos est¨¢n promoviendo leyes antiESG que impiden que se gestionen fondos p¨²blicos con esos criterios o que se concedan licitaciones a empresas que los apliquen de forma que consideren discriminatoria. Texas, por ejemplo, pretende defender con ello a su potente sector de hidrocarburos.

¡°Los criterios ESG y la sostenibilidad han sido objeto de una mayor atenci¨®n regulatoria en todas las jurisdicciones¡±, advierte BlackRock en su ¨²ltimo informe anual. ¡°Algunos estados o cargos estatales de Estados Unidos han aprobado o propuesto leyes o han adoptado posturas oficiales que restringen o proh¨ªben a las entidades p¨²blicas estatales hacer ciertos negocios con entidades identificadas por el estado como ¡°boicoteadoras¡± o ¡°discriminatorias¡± contra determinados sectores o que tienen en cuenta factores ESG en sus procesos de inversi¨®n y votaci¨®n en las juntas. Otros estados y localidades pueden adoptar una legislaci¨®n similar u otras leyes y posiciones relacionadas con los criterios ESG¡±, a?ade en el documento registrado ante la Comisi¨®n de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC).

Grupos de presi¨®n han puesto en el punto de mira a los defensores de los criterios sostenibles de inversi¨®n. Uno de los candidatos republicanos a las primarias para la presidencia, el multimillonario Vivek Ramaswamy, ha convertido en la lucha contra el capitalismo woke y los criterios ESG en el eje de su campa?a. El papel de Ramaswamy es marginal, pero un credo similar lo abrazan numerosos republicanos, incluidos Donald Trump y Ron DeSantis, gobernador de Florida, que suenan como favoritos para la nominaci¨®n.

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