Santander y BBVA cobraron 1.240 millones de Hacienda en 2022 por las p¨¦rdidas de la pandemia
Las dos entidades activaron un aval del Estado que se dio en la pasada crisis financiera y que pudieron reclamar al incurrir en n¨²meros rojos en 2020
Las facturas de las ayudas a los bancos siguen aflorando una d¨¦cada despu¨¦s. El Santander y el BBVA han recibido 1.240 millones de euros de Hacienda por los n¨²meros rojos que registraron en 2020. Al haber arrojado p¨¦rdidas con la pandemia, las entidades pudieron reclamar una parte de los cr¨¦ditos fiscales que acumulan, la mayor¨ªa generados con el estallido de la burbuja inmobiliaria, y que estaban garantizados por el Estado desde 2013. Este aval fue una de las medidas que se facilitaron en plena crisis financiera para respaldar su solvencia y proteger los dep¨®sitos. La conversi¨®n de estos activos fiscales monetizables en un pago solo se puede exigir en los ejercicios en los que se registren p¨¦rdidas en Espa?a o en el caso de liquidaci¨®n.
Tanto el Santander como el BBVA tuvieron resultados negativos en 2020, al consolidar sus filiales espa?olas y centros corporativos. Seg¨²n sus memorias anuales, el banco que preside Ana Bot¨ªn pidi¨® a Hacienda 642 millones de euros y el que pilota Carlos Torres, 598 millones. El proceso, seg¨²n fuentes del sector, comenz¨® a mediados de 2021 con la liquidaci¨®n del impuesto del a?o anterior. Entonces solicitaron el cobro, que se produjo ya en 2022.
La normativa permite a estas compa?¨ªas dos opciones: recibir la cantidad reclamada en efectivo o compensarlo con pagos tributarios del ejercicio y posteriores. Fuentes de ambos bancos aseguran que optaron por la segunda v¨ªa. ¡°Estos 598 millones de euros no se han cobrado, sino que han compensado el pago de deudas tributarias correspondientes al Impuesto sobre Sociedades¡±, confirma el BBVA. Y tambi¨¦n el Santander: ¡°Es un cr¨¦dito que compensamos con impuestos futuros¡±. De acuerdo con un documento de la Intervenci¨®n del Estado, Hacienda tuvo que abonar unos 1.200 millones a bancos espa?oles por las p¨¦rdidas de 2020, de lo que se deduce que las dos mencionadas fueron las ¨²nicas entidades que activaron estos cr¨¦ditos monetizables.
Si se toma la recaudaci¨®n del Impuesto sobre Sociedades de los grupos bancarios ¡ªhay 36, seg¨²n la Agencia Tributaria¡ª, la cuota total que abonaron al fisco por el ejercicio de 2020 fueron 356 millones. Eso es lo que Hacienda recibi¨® en el conjunto por este gravamen. Esto supone un tipo efectivo del 3,5% del beneficio que obtuvieron las entidades en aquel a?o, seg¨²n las estad¨ªsticas de la Agencia. Este tipo tan bajo se explica porque a las ganancias contables se le restan una parte de las p¨¦rdidas acumuladas de otros a?os, las exenciones por beneficios repatriados del exterior ¡ªSantander y BBVA, por ejemplo, ganan mucho m¨¢s fuera que en el mercado nacional¡ª y otras deducciones. El Libro Blanco sobre la Reforma Tributaria ya explicaba que hab¨ªa que tomar con cautela ese dato porque, en realidad, los impuestos pagados en el exterior sub¨ªan el tipo efectivo hasta cotas superiores al 15% en el conjunto de las multinacionales espa?olas. En todo caso, en la pr¨¢ctica esos 350 millones que tribut¨® la banca se volatilizaron al tener que compensar a los dos transatl¨¢nticos del sector con los 1.200 millones por sus cr¨¦ditos fiscales garantizados. Por tanto, al Estado la cuenta del a?o de la pandemia le sali¨® a pagar.
Estas cifras agregadas se conocen en pleno estallido de las tensiones financieras y cuando todav¨ªa est¨¢ vivo el debate sobre el impuesto extraordinario a la banca aprobado por el Gobierno, con el que espera recaudar 3.000 millones en dos a?os. El pasado febrero ya se efectu¨® el primer pago anticipado de la tasa, del 50% de la cuota del primer ejercicio, por el que la banca desembols¨® 637,1 millones. No obstante, la batalla judicial est¨¢ servida. El sector financiero se ha opuesto al gravamen desde el inicio y hay bancos que han anunciado recursos. Entre ellos, CaixaBank: el que posee m¨¢s actividad bancaria en Espa?a y, adem¨¢s, tiene al Estado como accionista, con una participaci¨®n de algo m¨¢s del 16%.
En el ejercicio 2020, los dos gigantes del sector financiero espa?ol acabaron en n¨²meros verdes por su actividad nacional: 606 millones el BBVA y 517 millones el Santander. Sin embargo, al consolidar lo anotado por sus centros corporativos, que est¨¢n en Espa?a, ambos terminaron en n¨²meros rojos. En el caso del banco que preside Torres, el centro corporativo perdi¨® 2.635 millones (-856 millones si no se tiene en cuenta el deterioro del fondo de comercio de EE UU), mientras que el centro corporativo de la entidad que dirige Bot¨ªn rest¨® 1.844 millones. Es decir, el neto en Espa?a termin¨® en negativo en ambos casos, lo que les permiti¨® activar los cr¨¦ditos. Al incorporar los centros corporativos se est¨¢n imputando gastos en Espa?a, y por lo tanto p¨¦rdidas, que no pertenecen a la actividad en el pa¨ªs, sino a la del grupo. Aunque esto tambi¨¦n tiene una cara favorable: la ubicaci¨®n en territorio nacional de estos centros atrae a altos directivos con salarios elevados.
La sombra del rescate
Como dice Francisco de la Torre, inspector de Hacienda y autor del libro Y esto, ?qui¨¦n lo paga?, la sombra del rescate bancario es alargada. Estos cr¨¦ditos fiscales se garantizaron a finales de 2013 dentro del paquete de medidas para ayudar a la banca en medio de la crisis financiera. Si estos no se monetizan, se materializar¨¢n s¨ª o s¨ª: en caso de no activarse en un periodo de 18 a?os desde que se originaron, Hacienda tendr¨¢ que pagarlos igualmente con t¨ªtulos de deuda p¨²blica. Pese a ello, algunas fuentes financieras creen que este plazo se alargar¨¢ cuando llegue el momento del desembolso.
Cabe recordar tambi¨¦n que este aval p¨²blico tiene un coste para las entidades. Estas tienen que hacer frente a una tasa del 1,5% anual desde 2016. El cambio se incluy¨® para permitir que estos activos sirvieran de refuerzo del capital sin que la Comisi¨®n Europea los considerase ayudas de Estado. Los ingresos por este concepto han sido de algo m¨¢s de 400 millones al a?o. Con la recaudaci¨®n de 2022, habr¨ªa unos 27.700 millones pendientes. Solo entre el Santander y el BBVA tienen casi 15.500 millones. Seg¨²n datos de Eurostat, el coste del rescate bancario a fecha de 2021 ronda los 73.000 millones de euros, sin contar la materializaci¨®n de estas garant¨ªas. Esa fue la factura que se tuvo que abonar para salir de la crisis financiera y proteger los dep¨®sitos de los ciudadanos.
Estos cr¨¦ditos fiscales pueden ser de dos tipos. O bien p¨¦rdidas que superaron la factura fiscal del a?o en que se generaron y que, por lo tanto, no se pudieron deducir en ese ejercicio, de modo que en los siguientes a?os el banco va rest¨¢ndolos de sus pagos del Impuesto sobre Sociedades en la medida en que va teniendo beneficios contra los que se compensan en los porcentajes que permite el regulador. O bien p¨¦rdidas contables, por ejemplo provisiones gen¨¦ricas o por posibles impagos, que Hacienda no admite como p¨¦rdidas fiscales y que se guardan como un activo a la espera de que esa p¨¦rdida se materialice y entonces la entidad los utilice, aminorando su tributaci¨®n. Estos ¨²ltimos son los activos fiscales por diferencias temporales.
En general, la idea es que una entidad o empresa tiene que tributar teniendo en cuenta todos sus beneficios o p¨¦rdidas, de ah¨ª que estas puedan acumularse para liquidaciones posteriores. Sin embargo, la acumulaci¨®n ha llegado a unos niveles que est¨¢ reduciendo a cotas muy bajas la factura fiscal de las entidades. Por eso, el Gobierno fij¨® el a?o pasado que el tipo efectivo m¨ªnimo sea del 18% sobre la base imponible, no sobre el resultado. Adem¨¢s, la banca soporta otros impuestos como el de los dep¨®sitos, el de Actos Jur¨ªdicos Documentados y, seg¨²n el libro blanco, el hecho de no poder deducir el IVA.
Otro salvamento de Bankia
Con la crisis financiera, la nueva regulaci¨®n era m¨¢s exigente y establec¨ªa que estos activos se suprimieran del capital de m¨¢xima calidad porque desaparecer¨ªan con la entidad si quebraba y el banco no pod¨ªa tirar de ellos al sufrir p¨¦rdidas. Adem¨¢s, en un contexto de tipos negativos, las compa?¨ªas no pod¨ªan contabilizarlos porque ten¨ªan ante s¨ª un horizonte de beneficios muy escasos como para poder compensar estos cr¨¦ditos. En aquel momento la banca espa?ola contaba con muchos activos por impuestos diferidos reforzando su capital regulatorio. Al tener que sustraerlos del capital, sus ratios de solvencia iban a quedarse muy da?adas en una coyuntura delicada, con muchas dificultades para captar capital y empeorando la brutal restricci¨®n que hab¨ªa del cr¨¦dito. As¨ª que el Gobierno de Mariano Rajoy decidi¨® garantizarlos en caso de p¨¦rdidas o liquidaci¨®n, como hicieron Portugal o Grecia. ¡°De no haberlo hecho, se tendr¨ªa que haber inyectado capital en Bankia otra vez¡±, explica un ex alto cargo de aquella ¨¦poca. Fuentes del sector explican que lo que se hizo fue ¡°corregir una distorsi¨®n competitiva que se gener¨® tras la entrada en vigor de Basilea III¡±.
De esta forma, se igualaba adem¨¢s con otras jurisdicciones que s¨ª admit¨ªan como gastos fiscales los gastos contables. Al ser activos que pod¨ªan emplearse en caso de p¨¦rdidas o liquidaci¨®n, estos fortalecieron los balances de las entidades. Hoy ya no cuentan igual como capital. Y solo se pueden convertir en garantizados los de diferencias temporales porque ya se ha adelantado el impuesto. Adem¨¢s, hay entidades que deciden no pagar por la garant¨ªa y dejan de utilizarlos como monetizables. Si se decide tenerlo como monetizable, ahora se limita al 25% la compensaci¨®n y el 75% restante queda bloqueado hasta que haya p¨¦rdidas, liquidaci¨®n o se convierta en deuda p¨²blica.
Al tener n¨²meros rojos, los bancos pueden pedir a Hacienda el mismo porcentaje de activos fiscales garantizados que el porcentaje que supone la p¨¦rdida del a?o respecto a la suma de fondos propios. Con esta f¨®rmula se ha calculado el importe que ten¨ªa que abonar el Estado al Santander y el BBVA por el a?o de la pandemia.
¡°Los activos por impuestos garantizados disminuyen, principalmente, por la utilizaci¨®n en el ejercicio de activos por impuesto diferido convertidos en un cr¨¦dito exigible ante la Administraci¨®n tributaria, conversi¨®n que se consign¨® en la declaraci¨®n del Impuesto sobre Sociedades del Grupo fiscal en Espa?a correspondiente al ejercicio 2020, y como consecuencia de la compensaci¨®n de los mismos prevista en la estimaci¨®n del Impuesto sobre Sociedades del grupo fiscal en Espa?a correspondiente a 2022¡å, recoge el BBVA en su ¨²ltima memoria. Un uso similar al que especific¨® el Santander en sus cuentas del a?o anterior, con referencia a los 642 millones mencionados: ¡°La citada autoliquidaci¨®n est¨¢ pendiente de comprobaci¨®n a la fecha de formulaci¨®n de estas cuentas anuales¡±, dec¨ªa entonces.
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