Espa?a alcanza un r¨¦cord de vacantes con 149.645 puestos de trabajo sin cubrir

En Espa?a hay 149.645 vacantes sin cubrir, m¨¢s que nunca. Esta cifra, del primer trimestre del a?o, supone un aumento de unas 9.000 personas respecto al ¨²ltimo de 2022, cuando hab¨ªa 140.517, seg¨²n la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL) publicada este viernes por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Cabe destacar que este registro suele aumentar en el primer trimestre, y que en esta ocasi¨®n lo ha hecho en menor medida que en los ¨²ltimos a?os. En 2022 en unas 24.903 personas, una cifra similar a la del ejercicio anterior.

En la comparaci¨®n europea, Espa?a destaca como uno de los pa¨ªses con un menor nivel de vacantes sin cubrir, con una tasa del 0,9%, frente a la media europea de un 2,8%. Bulgaria, Polonia y Rumania tambi¨¦n est¨¢n a la cola, con el mismo porcentaje. Los que arrojan registros m¨¢s altos son Austria, B¨¦lgica y Pa¨ªses Bajos (empatados en el 4,7%).

El Ministerio de Trabajo se est¨¢ esforzando en contextualizar el dato de vacantes, resaltando que pese a estar en niveles r¨¦cord, es un agujero muy peque?o respecto a los 20,8 millones de trabajadores. En el departamento que dirige Yolanda D¨ªaz, tienen ¡°clar¨ªsimo¡± que en Espa?a no hay un problema de vacantes sin cubrir, pese a las quejas de los empresarios. ¡°Son muy pocas en comparaci¨®n con los ocupados. No es estad¨ªsticamente cierto que las empresas tengan dificultades para cubrir necesidades de empleo¡±, explicaron recientemente fuentes del ministerio, tomando como referencia los datos del ¨²ltimo trimestre de 2022.

Entre las patronales que m¨¢s se quejan est¨¢n las de la construcci¨®n, la hosteler¨ªa o la metal¨²rgica. Varias han elaborado sus propios estudios que se?alan un alto nivel de vacantes, al igual que la reciente encuesta entre empresarios de la consultora KPMG, en la que 8 de cada 10 compa?¨ªas dicen que no encuentran personal suficiente. Fuentes del Ministerio de Trabajo destacaron que la ETCL es el ¨²nico registro oficial: ¡°En Espa?a solo existe esta fuente estad¨ªstica oficial para medir vacantes. Y es una estad¨ªstica muy robusta, en la que se pregunta a 28.500 empresas¡±. Ante las dudas sobre una posible debilidad en esta estad¨ªstica, dado el contraste entre lo que refleja y lo que dicen las patronales, el ministerio repiti¨® que ¡°se basa en una muestra enorme, homologada por Eurostat¡±. ¡°Nuestra tasa (0,9%) es tan baja porque, lamentablemente, nuestro dato de paro es muy alto (un 13%, ante la media europea del 6%)¡±, indicaron las mismas fuentes.

Recientemente, en la presentaci¨®n de su memoria anual, el Consejo Econ¨®mico y Social (CES) reconoci¨® que puede haber problemas con la estad¨ªstica del INE. ¡°Lo hemos mirado y hay diferentes opiniones. Creemos que hay problemas con los datos, que la estad¨ªstica de vacantes no es certera y s¨®lida¡±, explic¨® Raymond Torres, el presidente de la comisi¨®n encargada de la elaboraci¨®n de la memoria.

El experto se?al¨® tres posibles problemas que podr¨ªan estar aumentando las vacantes, ¡°sin que el CES se decante por ninguna de ellas como la principal¡±. Una es la escasez ¡°absoluta¡± de mano de obra ¡°cualificada¡± en algunos sectores concretos, ¡°lo que podr¨ªa acabar siendo un factor limitativo del crecimiento econ¨®mico¡±, aunque Torres opina que ¡°esto no pasa en la mayor¨ªa de empresas¡±. Otra son las malas condiciones laborales en algunas actividades, algo que cree que ¡°puede afectar en sectores con la hosteler¨ªa¡±, dijo Torres. El tercer asunto al que aludi¨® fue la ¡°escasa intermediaci¨®n¡± que se da en Espa?a: ¡°Las oficinas de empleo tienen que funcionar mejor¡±.

Sindicatos y patronales coinciden en el diagn¨®stico en algunos sectores, como la industria metal¨²rgica o la tecnolog¨ªa. Representantes de trabajadores y de empresarios reconocen que faltan perfiles muy espec¨ªficos, en los que no hay suficientes empleados formados para la demanda actual. Sin embargo, difieren completamente en el an¨¢lisis en empleos peor pagados, como la hosteler¨ªa o la construcci¨®n. Las centrales apuntan que, en estas actividades, no hay un problema de empleos sin cubrir, sino de malas condiciones laborales.

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