La reactivaci¨®n econ¨®mica de Venezuela se estrella con la fragilidad del cr¨¦dito
Las cifras comienzan a recuperarse luego de la quiebra de la econom¨ªa en 2018, pero siguen muy lejos de los niveles deseables, atascadas por las altas tasas de inflaci¨®n y la cr¨®nica incertidumbre
Venezuela es, en este momento, el pa¨ªs que tiene la tasa crediticia m¨¢s baja de Am¨¦rica Latina, y esta circunstancia deja el funcionamiento de su econom¨ªa con uno de sus motores naturales averiados. La debilidad del cr¨¦dito bancario en el pa¨ªs sigue representando ¨Cjunto al levantamiento de las sanciones, el regreso al financiamiento internacional y la recuperaci¨®n de su industria petrolera- uno de los obst¨¢culos m¨¢s notorios para que el pa¨ªs retome las tasas de crecimiento previas a su profunda crisis social y pol¨ªtica.
Hay consenso entre los actores econ¨®micos -incluyendo al Gobierno chavista- en torno a la necesidad de recuperar la tasa de financiamiento de proyectos productivos, pero las altas tasas de inflaci¨®n y la debilidad de la econom¨ªa luego del derrumbe del ciclo 2014-2020 le colocan claros l¨ªmites a este objetivo. La banca venezolana, la quinta en tama?o de Am¨¦rica Latina hasta el a?o 2012, tras haber sido azotada por cuatro a?os de hiperinflaci¨®n, sobrerregulaciones y amenazas, es hoy una de las m¨¢s peque?as de toda la regi¨®n.
En 2022, los pr¨¦stamos y financiamientos para consumo y desarrollo de proyectos de la banca nacional mostraron una clara recuperaci¨®n ¨C promediando, de acuerdo con c¨¢lculos de la consultora Ecoanal¨ªtica, unos 1.000 millones de d¨®lares-, pero su nivel sigue siendo diminuto, muy lejos de su ritmo hist¨®rico, que lleg¨® a ubicarse en 15.000 millones. En 2016, en plena crisis de hiperinflaci¨®n, las cifras de financiamiento de la banca privada tocaron la rid¨ªcula cifra de 400 millones de d¨®lares.
¡°La hiperinflaci¨®n, la depreciaci¨®n de la moneda, y el consecuente debilitamiento de la banca, adem¨¢s de importantes problemas de sobrerregulaci¨®n por parte de las autoridades, han ocasionado este derrumbe¡±, se?ala Asdr¨²bal Oliveros, economista y socio directivo de la firma Ecoanal¨ªtica.
El portal informativo Hispanopost se?alaba que, hace poco, algunos banqueros se reunieron con las autoridades venezolanas con el objeto de explorar la posibilidad de autorizar el volumen de cr¨¦ditos a trav¨¦s de la reducci¨®n del encaje legal. Todo indica que, de momento, el Banco Central de Venezuela no podr¨¢ hacer mucho m¨¢s para complacer estas demandas.
Un alto ejecutivo bancario que prefiri¨® mantener su nombre en la reserva confirm¨® la existencia de ¨¦sta y otras conversaciones con las autoridades. ¡°Se les ha dicho que hay que bajar el encaje. En el Banco Central de Venezuela entienden que el cr¨¦dito no se est¨¢ alimentando de los dep¨®sitos, sino del patrimonio de los bancos. El BCV est¨¢ haciendo grandes intervenciones para mantener el tipo de cambio. Con la dolarizaci¨®n vinieron los cr¨¦ditos indexados, dolarizados, en 8 por ciento, y pr¨¦stamos al 16 por ciento de inter¨¦s. Eso hace que mientras los dep¨®sitos bajen, el cr¨¦dito comience a subir¡±.
¡°Para frenar el precio del d¨®lar, el Gobierno aplica una pol¨ªtica monetaria restrictiva con un elevado encaje que impide a los bancos prestar m¨¢s del 70% de los dep¨®sitos que reciben del p¨²blico¡±, observa el economista y exministro de miner¨ªa V¨ªctor Alvarez. ¡°El elevado encaje deja sin liquidez a los bancos para financiar la producci¨®n y el consumo. Por eso en Venezuela no hay cr¨¦ditos hipotecarios, tampoco para comprar autom¨®viles, y ni siquiera para comprar artefactos electrodom¨¦sticos. Y el l¨ªmite de la mayor¨ªa de las tarjetas de cr¨¦dito gira en torno a los 20 d¨®lares. Los bancos est¨¢n descapitalizados y patrimonialmente no pueden afianzar un elevado volumen de cr¨¦ditos¡±.
La consecuencia inevitable es que esta restricci¨®n, afirma Alvarez, es el freno al consumo privado, ¡°componente clave de la demanda agregada que mueve la producci¨®n y reactiva la econom¨ªa¡±. ¡°Las tasas de cr¨¦dito tuvieron un repunte importante, de casi el 90% en 2022, pero lo curioso es que eso sigue siendo insignificante¡±, dice Jos¨¦ Manuel Puente, economista y acad¨¦mico del Instituto de Estudios Superiores de Administraci¨®n, IESA.
Puente afirma que la reducci¨®n de las tasas inflacionarias es una condici¨®n necesaria, pero no suficiente, para apuntalar la recuperaci¨®n de los pr¨¦stamos, y afirma que, para que el crecimiento en el pa¨ªs sea sostenido, ser¨¢ necesario ¡°un programa adecuado de estabilizaci¨®n macroecon¨®mica con ayuda financiera internacional. Es imposible que los pr¨¦stamos de la banca a los sectores productivos aumenten mucho con tasas reales negativas como las que existen en Venezuela: un promedio de 40% en un pa¨ªs que tiene una inflaci¨®n superior al 200%¡±.
Venezuela necesita conjurar el grave problema inflacionario que todav¨ªa padece para emprender una recuperaci¨®n econ¨®mica que le regrese protagonismo a la banca nacional y dinamice su econom¨ªa. Las pol¨ªticas restrictivas de la liquidez que adelanta el Ejecutivo tienen un sesgo recesivo, que ata a los bancos de pies y manos.
¡°El cr¨¦dito bancario seguir¨¢ aumentando, quiz¨¢s de forma inercial¡±, pronostica la fuente vinculada a la banca. ¡°Falta mucho. Para que el aumento sea vigoroso, se necesitan m¨¢s dep¨®sitos y generar ganancias por la v¨ªa de la devaluaci¨®n: te presto 100, me tienes que pagar eso, m¨¢s 16%, m¨¢s la depreciaci¨®n. Eso obliga a pagar 232. De esos, 116 son lo pactado, y el resto mi ganancia. Si no hay depreciaci¨®n, las ganancias de la banca se reducen¡±.
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