La economista Elina Ribakova: ¡°2023 va a ser un a?o cr¨ªtico para la econom¨ªa rusa¡±
La investigadora del Peterson Institute asegura que los controles occidentales al comercio con Rusia pueden servir de modelo para el conflicto con China
La contraofensiva de Ucrania se libra en varios frentes. El econ¨®mico es uno de ellos. Las sanciones occidentales han logrado bloquear buena parte de las operaciones financieras rusas con el exterior, pero no pasa lo mismo con las restricciones impuestas a la importaci¨®n y exportaci¨®n de determinados productos, como la tecnolog¨ªa, el equipamiento industrial o diversas materias primas. La economista Elina Ribakova (Riga, 46 a?os), que conoce la regi¨®n de primera mano, pide persistir en los cambios regulatorios para hacer m¨¢s efectivas estas sanciones. Pueden servir, dice, de modelo para otros conflictos comerciales, como el que EE UU libra con China. Colabora desde el inicio del conflicto con la Escuela de Econom¨ªa de Kiev para ayudar a Ucrania con el an¨¢lisis de datos y el cumplimiento de los requisitos que condicionan la ayuda internacional al pa¨ªs. Es investigadora visitante del Peterson Institute for International Economics en Washington DC, donde reside, y de Bruegel en Bruselas.
Pregunta. Pese a todas las medidas adoptadas por la comunidad internacional, parece que Rusia ha lidiado mejor con las sanciones de lo que se esperaba, ?no?
Respuesta. Rusia se ven¨ªa preparando desde 2014 para hacer frente a las sanciones financieras y con las medidas aprobadas a lo largo de 2022 ya agotamos el margen de actuaci¨®n en ese campo. Desde luego no esperaban que llegaran tan lejos, que participaran tantos pa¨ªses o que congelaran las reservas del banco central fuera del pa¨ªs, pero se hab¨ªan preparado durante estos a?os bastante bien. Sin embargo, las m¨¢s importantes, las sanciones energ¨¦ticas, no se han puesto en marcha hasta finales de 2022 y febrero de 2023. Eso significa que Rusia ha podido beneficiarse de los altos precios del petr¨®leo registrados el a?o pasado, cuando casi se duplicaron, y del encarecimiento del gas a lo largo del a?o pasado. Eso supone que directamente les dimos m¨¢s dinero. Y en tercer lugar, algunas sanciones no se pueden aplicar de la noche a la ma?ana, llevan su tiempo.
P. ?Y qu¨¦ est¨¢ fallando?
R. Hay varias razones. Por un lado, hay pa¨ªses como China, Turqu¨ªa y algunos miembros de la Comunidad de Estados Independientes que est¨¢n ayudando a Rusia a sortear las sanciones. Una ayuda que es cr¨ªtica para Rusia, porque necesita todos los recursos imaginables para poder mantener el gasto militar. Por lo que afecta al control de las exportaciones, hemos comprobado que lo que funciona sobre el papel no necesariamente funciona en la pr¨¢ctica.
P. ?En qu¨¦ sentido?
R. Necesitamos regulaci¨®n internacional y coordinaci¨®n entre las instituciones. Despu¨¦s de 10 a?os de cambios legislativos, hoy las operaciones que se realizan a trav¨¦s de los bancos dejan rastro, las entidades tienen que cumplir con determinadas normas nacionales e internacionales, registrar la informaci¨®n correspondiente y facilitarla a las autoridades. Es f¨¢cil imponer sanciones en ese ¨¢mbito. Pero no sucede lo mismo con las exportaciones, no hay un organismo internacional equivalente al Banco de Pagos Internacionales que se encargue de establecer unas normas comunes sobre los registros de las exportaciones, las empresas no est¨¢n obligadas a llevar a cabo una auditor¨ªa externa sobre sus ventas a terceros pa¨ªses, las aseguradoras en muchos casos no pueden facilitar informaci¨®n ni a los propios Gobiernos por las leyes de protecci¨®n de datos¡ Todo eso impide que haya un buen an¨¢lisis de los datos y los cambios para corregirlo se llevan a cabo muy lentamente. M¨¢s que nuevos paquetes de sanciones hay que avanzar en esa direcci¨®n. No solo para el caso de Rusia, tambi¨¦n por China.
P. ?Por qu¨¦ China?
R. En Washington, como parte de la guerra comercial abierta con China, se insiste en establecer controles a la exportaci¨®n al gigante asi¨¢tico pero el ejemplo de Rusia demuestra que si no tienes la regulaci¨®n y las instituciones apropiadas ni un an¨¢lisis con datos fehacientes esa pol¨ªtica es absolutamente ilusoria. En cambio, si persistimos en las medidas, son pol¨ªticas muy potentes que cambiar¨¢n la econom¨ªa rusa para siempre. Su desarrollo tecnol¨®gico volver¨¢ a la Edad Media, aunque a corto plazo el impacto vendr¨¢ del conflicto militar.
P. Hay analistas que hablan de un punto de inflexi¨®n de la econom¨ªa rusa en 2023, derivado del d¨¦ficit por cuenta corriente, del elevado gasto militar, las dificultades presupuestarias, la devaluaci¨®n del rublo¡
R. Efectivamente va a ser un a?o cr¨ªtico. Este a?o Rusia no va a tener un shock positivo como en 2022: los precios del gas y el petr¨®leo son mucho m¨¢s bajos y se ha puesto en marcha el embargo por parte de la UE, que reducir¨¢ sus ingresos. Eso va a poner mucha presi¨®n sobre el presupuesto porque aproximadamente el 40% de los ingresos federales proceden directamente del petr¨®leo y del gas y este a?o van a aportar al presupuesto la mitad que en 2022. De hecho, el objetivo de d¨¦ficit era del 2% para este a?o y ya lo superaron en los dos primeros meses. Solo la partida militar absorbe el 25% de los gastos.
P. ?Es sostenible el esfuerzo militar en esas condiciones?
R. Sin ajustes, ese ritmo de gasto supone que el d¨¦ficit rondar¨¢ el 6% o el 7% en este ejercicio. Pero a diferencia de las sociedades occidentales, Rusia puede recortar el gasto social, en educaci¨®n, en sanidad, en proyectos medioambientales porque son aut¨®cratas que no dependen de unas elecciones libres y transparentes. Adem¨¢s, est¨¢n obligando a los bancos rusos a comprar deuda p¨²blica, que ya representa el 10% de sus activos.
P. ?Qu¨¦ nivel de precios del crudo necesita el presupuesto ruso para mantener el equilibrio?
R. Lo que recoge el presupuesto es una cotizaci¨®n de 70 d¨®lares por barril de tipo Urals, la referencia para el crudo ruso. Pero la realidad es que la referencia se ha roto. Hay mercados a los que vende por encima de ese nivel, como a China, y a otros como a la India a los que vende a poco m¨¢s de 40 d¨®lares. El mercado se ha vuelto mucho menos transparente y m¨¢s fragmentado. La clave est¨¢ en si con el aumento de los costes de transporte esos niveles de precios son rentables para las empresas rusas.
P. ?Entre la movilizaci¨®n para el frente y la gente que se ha marchado del pa¨ªs, tiene Rusia un problema de mano de obra?
R. Nuestros datos apuntan que han salido del pa¨ªs no menos de 500.000 personas, aunque puede ser casi el doble. Los 300.000 hombres movilizados para el frente son solo la primera tanda, que tendr¨¢ que seguir si sigue la guerra porque muchos est¨¢n perdiendo la vida. Ahora mismo Rusia tiene la tasa de paro en su nivel hist¨®rico m¨¢s bajo, apenas unas d¨¦cimas por encima del 3%, porque ya no tiene gente para trabajar. Todos esos factores van a llevar el potencial de crecimiento a medio plazo a cero o incluso en terreno negativo. Pero a Putin lo que suceda despu¨¦s de ¨¦l no le importa.
P. ?Despu¨¦s de lo que pas¨® en 2022 con la energ¨ªa, puede lograr Putin alguna concesi¨®n occidental por permitir la salida de grano de Ucrania?
R. Igual que hizo con la energ¨ªa, Rusia est¨¢ utilizando ahora los cereales como arma pero dudo que vaya a tener ¨¦xito. No hay ninguna discusi¨®n sobre las condiciones que ha puesto Rusia para permitir la salida de cereal de Ucrania, como la vuelta de los bancos rusos al sistema de pagos Swift. Ninguna en absoluto. Desde luego eso va a tener impacto sobre la econom¨ªa ucrania, necesitada de esos ingresos, y sobre el precio de los alimentos para buena parte de los pa¨ªses emergentes, especialmente en Oriente Pr¨®ximo.
P. ?C¨®mo ha afectado a las din¨¢micas internas el levantamiento de Wagner?
R. A¨²n faltan muchas claves de lo que pas¨® aquel fin de semana, porque Wagner es un producto del propio r¨¦gimen, pero ha dejado dos mensajes muy potentes. El primero, ha evidenciado que Putin no tiene el control del pa¨ªs, y el segundo que ha asestado un duro golpe a su narrativa de que es capaz de imponer su voluntad y tomar represalias en caso contrario. Y las empresas han tomado nota. Son muchas las que, como Gazprom, han reforzado tanto su seguridad que casi se puede hablar de que cuenta con un peque?o ej¨¦rcito privado. Imagino que Rosneft habr¨¢ hecho lo mismo y el pa¨ªs, en general, se est¨¢ armando.
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