El sindicato del motor de EE UU ampl¨ªa la huelga a nuevos centros de GM y Stellantis por todo el pa¨ªs
La UAW deja a Ford al margen de los paros en 38 nuevos lugares por el progreso en las negociaciones
Los piquetes de las f¨¢bricas de autom¨®viles de Estados Unidos en huelga se han arremolinado esta ma?ana para escuchar al l¨ªder de su sindicato, United Auto Workers (UAW). Shawn Fain se ha dirigido a los trabajadores a trav¨¦s de Facebook para anunciar la extensi¨®n a nuevas plantas de producci¨®n del paro, que hasta ahora afectaba solo a tres f¨¢bricas, en una huelga hist¨®rica en la que por primera vez desaf¨ªa a los tres gigantes del motor de Detroit (Michigan). Fain ha pedido a los trabajadores de 38 centros de distribuci¨®n de General Motors y Stellantis de 20 Estados diferentes del pa¨ªs que abandonen sus puestos de trabajo. Deja al margen de los nuevos paros a Ford, argumentando el progreso en las negociaciones del nuevo convenio colectivo. A las puertas de la planta de Jeep (Stellantis) en Toledo, Ohio, el anuncio ha sido recibido en silencio, sin un solo grito ni aplauso entre las decenas de trabajadores en huelga que escuchaban a su l¨ªder en torno a un altavoz.
¡°Cerraremos los centros de distribuci¨®n de piezas hasta que esas dos empresas entren en raz¨®n y acudan a la negociaci¨®n¡±, ha dicho Fain en su mensaje, en el que ha resaltado que la huelga cuenta con el apoyo de la mayor¨ªa de los ciudadanos. En el caso de Ford, se mantiene en huelga la ¨²nica planta que ha parado hasta el momento, en Wayne, a las afueras de Detroit. ¡°Para ser claros, no hemos terminado con Ford. Tenemos graves problemas que resolver, pero queremos reconocer que Ford se toma en serio la posibilidad de llegar a un acuerdo¡±, ha dicho el l¨ªder sindical.
El presidente de UAW ha invitado incluso al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a sumarse a la protesta: ¡°Invitamos y animamos a todos los que apoyan nuestra causa a unirse a nosotros en el piquete, desde nuestros amigos y familiares hasta el presidente de los Estados Unidos. Os invitamos a uniros a nuestra lucha. La forma en que puedes ayudar es construyendo nuestro movimiento y mostrando a las empresas que el p¨²blico est¨¢ con nosotros y est¨¢ con nuestros negociadores nacionales elegidos¡±, ha dicho.
Fain ha dise?ado una estrategia gradual, quir¨²rgica, en la que est¨¢ dispuesto a dar nuevas vueltas de tuerca en funci¨®n de c¨®mo evolucionen las negociaciones. Con ello, preserva el fondo para huelgas de 845 millones de d¨®lares con el que da una paga semanal de 500 d¨®lares a quienes dejan su puesto de trabajo. Adem¨¢s, reparte castigos en funci¨®n de c¨®mo van las cosas en la mesa de negociaci¨®n. En las tres primeras plantas llamadas a la huelga trabajan unos 13.000 empleados de los cerca de 150.000 afiliados que la UAW tiene entre los tres grandes grupos. Ahora, la huelga se extiende a cerca de 20.000 personas y afecta a centros de trabajo de buena parte del pa¨ªs.
Los cuellos de botella que genera la huelga en algunas f¨¢bricas han provocado que las empresas acometan por su parte despidos de trabajadores que se han quedado sin carga de trabajo. Eso ha aumentado la tensi¨®n, pero es parte de la estrategia sindical. Esos trabajadores, al no estar en huelga, tienen derecho en principio a acogerse a subsidios de desempleo sin vaciar la caja de resistencia.
El sindicato UAW reclama subidas de sueldo (el 40% en cuatro a?os, aunque ha dado se?ales de estar dispuesto a aceptar algo menos), pero tambi¨¦n otras reivindicaciones que tienen que ver con la doble escala salarial (en la que los nuevos trabajadores cobran mucho menos que los de m¨¢s antig¨¹edad), con la cobertura sanitaria y las pensiones. Adem¨¢s, hay una batalla para que los trabajadores de las nuevas plantas de bater¨ªas y coches el¨¦ctricos sean tambi¨¦n trabajadores sindicados, con sueldos equiparables a los de ahora en el sector. Tambi¨¦n reclama una semana laboral de 32 horas con 40 de sueldo, aunque esa reivindicaci¨®n parece de las destinadas a sacrificarse en el camino hacia un acuerdo.
Las compa?¨ªas, por su parte, tienen existencias que les permiten aguantar unas semanas sin desabastecimiento y rechazan las propuestas sindicales con el argumento de que no ser¨ªan competitivas frente a los fabricantes extranjeros (algunos con plantas en Estados Unidos) o ante Tesla, que tiene una enorme ventaja de eficiencia en coste y cuyos trabajadores no est¨¢n sindicados.
Hace cuatro a?os, en la negociaci¨®n de los nuevos convenios colectivos, solo hubo huelga en General Motors. Los trabajadores se quedaron con la sensaci¨®n de que aquella huelga se cerr¨® en falso, con unas subidas salariales que parec¨ªan apropiadas, pero se revelaron irrisorias en un contexto de inflaci¨®n disparada como el que ha vivido Estados Unidos desde hace tres a?os.
Las dos partes se preparan para un conflicto largo, pero deseando que sea corto. El equilibrio no es sencillo. Los gigantes de Detroit tienen costes salariales m¨¢s altos que sus competidores, pero se quejan con raz¨®n de que la bonanza de los ¨²ltimos a?os, con fuertes aumentos de las ventas y los beneficios, no les ha llegado. Los sueldos multimillonarios de los directivos encienden los ¨¢nimos de unos trabajadores que aspiran a mantenerse o reincorporarse a la clase media. Muchos llevan d¨¦cadas trabajando en sus empresas y se dan cuenta de que han sufrido una devaluaci¨®n salarial en t¨¦rminos relativos que se agudiza a¨²n m¨¢s en el caso de los nuevos contratados.
El peri¨®dico Detroit News ha desvelado este jueves de que un portavoz de Fain escribi¨® en un chat de grupo privado en X (antes Twitter) que los negociadores sindicales pretend¨ªan infligir ¡°da?os recurrentes a la reputaci¨®n y caos operativo¡± a los fabricantes de autom¨®viles. ¡°Si podemos mantenerlos heridos durante meses, no sabr¨¢n qu¨¦ hacer¡±, a?ad¨ªa.
Ford y GM han reaccionado con cr¨ªticas a la supuesta mala fe del sindicato. ¡°Ahora est¨¢ claro que la direcci¨®n de la UAW siempre ha tenido la intenci¨®n de causar trastornos durante meses, sin importarle el da?o que cause a sus miembros y a sus comunidades¡±, ha dicho GM en un comunicado.
Un portavoz de Ford, Mark Truby, ha calificado por su parte los mensajes de ¡°decepcionantes, por no decir otra cosa, teniendo en cuenta lo que est¨¢ en juego para los empleados, las empresas y esta regi¨®n¡±, en declaraciones recogidas por AP.
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