Del supermercado m¨¢s caro al m¨¢s barato: hasta 15 euros m¨¢s para llenar el carrito para una semana

La primera impresi¨®n al entrar en un supermercado de la cadena madrile?a S¨¢nchez Romero, la m¨¢s cara de Espa?a, seg¨²n la OCU, es que los art¨ªculos est¨¢n perfectamente alineados en sus cortos pasillos y que no hay un solo producto sin reponer. Por el contrario, en Supeco, uno de los establecimientos m¨¢s baratos, seg¨²n la asociaci¨®n de consumidores, hay que usar una escalera port¨¢til para llegar a los estantes m¨¢s altos que albergan productos con descuento y ¡°packs ahorro¡±. Pero la diferencia principal entre ambos radica en los precios: entre uno y otro hay una diferencia de hasta 15 euros a la hora de llenar el carrito de la compra, seg¨²n se desprende de un an¨¢lisis realizado por este peri¨®dico, tomando como referencia una cesta b¨¢sica de alimentaci¨®n e higiene que se puede comprar en las dos empresas y cuyos productos son iguales o de una calidad similar. ¡°Se nota mucho la diferencia, sobre todo en los enlatados y embutidos¡±, explica en los pasillos de Supeco ?ngela Carrillo, de 43 a?os, que antes sol¨ªa comprar en otros supermercados de Madrid.

Los datos de la OCU constatan que, efectivamente, comprar en un supermercado u otro puede suponer un notable ahorro: el descuento medio llega a los 1.056 euros, seg¨²n un estudio publicado este jueves en el que la organizaci¨®n compara los precios de las cadenas que operan en Espa?a. El informe concluye que la cadena S¨¢nchez Romero (propiedad de El Corte Ingl¨¦s) es la m¨¢s cara, mientras que Family Cash, Alcampo y Supeco (marca low cost de Carrefour) son las m¨¢s baratas a nivel nacional. En la mini cesta b¨¢sica elaborada por este peri¨®dico con 17 productos, tambi¨¦n se aprecian diferencias (ver gr¨¢ficos): la m¨¢s barata es la de Supeco (casi 45 euros) y la m¨¢s cara, la de S¨¢nchez Romero (60 euros). Existe una diferencia de 15 euros que, si se realiza esta compra una vez a la semana, pasa a suponer un ahorro total al a?o de unos 780 euros.

Buscar la mejor cesta al mejor precio es la motivaci¨®n de Carrillo para comprar en Supeco. ¡°Aunque hay que tener cuidado; la mayor¨ªa de productos tiene la fecha de caducidad muy cercana¡±, advierte su hijo de 26 a?os mientras recorre el pasillo de los refrescos. ¡°El ahorro tambi¨¦n est¨¢ en comprar los formatos que llevan m¨¢s contenido¡±, a?ade y se?ala un bote de zumo de pi?a de cinco litros.

No es dif¨ªcil identificar el supermercado entre el resto de edificios. Su amplia fachada amarilla destaca entre el gris¨¢ceo del pol¨ªgono de Vallecas, al sur de Madrid. Es un gigantesco almac¨¦n de 1.500 metros cuadrados que alberga docenas de estanter¨ªas que se levantan hasta el techo donde se amontonan, a¨²n dentro de palets, cientos de productos alimenticios, promociones y gangas de todo tipo. Es parte del secreto para reducir los precios. A diferencia de gran parte de la competencia, el supermercado funciona como almac¨¦n y tienda al mismo tiempo.

Supeco abri¨® su primera tienda en Sevilla en 2012 y ahora ya tiene m¨¢s de 50 por todo el pa¨ªs. Su estrategia se basa en abaratar en mobiliario y personal para conseguir que ¡°todo cueste menos¡±, como reza su propio lema. En la sucursal de Vallecas, una sola cajera atiende a una larga fila de clientes que esperan con los carritos grandes y repletos. Muchos est¨¢n llenos de congelados y art¨ªculos para el hogar, en los que tambi¨¦n la cadena ofrece jugosos descuentos.

En el otro extremo del almac¨¦n, Mar¨ªa Blanco, de 56 a?os, se estira para alcanzar un paquete de cartones de leche. Admite que suele frecuentar Alcampo y Supeco porque le parecen m¨¢s baratos. ¡°Tengo una enfermedad en el ri?¨®n, por lo que no puedo cambiar mi dieta¡±, explica. Y a?ade que si un supermercado le sube los precios de un producto, tiene que acudir a otro para ver si est¨¢ en descuento.

Fijarse en el precio es cada vez m¨¢s una prioridad tras dos a?os de escalada del IPC de los alimentos. Seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica, estos llevan 17 meses consecutivos creciendo a un ritmo superior al 10% anual, una cifra superior al IPC actual que se sit¨²a en el 3,2%. La OCU estima que los precios de los productos m¨¢s esenciales de su cesta de la compra han subido un 14,1% en el ¨²ltimo a?o (un 30,08% para los ¨²ltimos dos). El alza se ha notado principalmente en el az¨²car, las hortalizas, el arroz y el aceite. Este ¨²ltimo se dispar¨® un 52,5% el pasado agosto en comparaci¨®n con el mismo mes del a?o anterior. Para art¨ªculos como el arroz, el crecimiento ha sido de un 21,6% anual.

Al otro lado de la ecuaci¨®n est¨¢n las cadenas con los precios m¨¢s altos. Ah¨ª es donde el supermercado S¨¢nchez Romero ocupa el primer puesto. La cadena, que fue comprada el a?o pasado por el grupo Corte Ingl¨¦s, cuenta con 11 establecimientos y todos ellos en Madrid. ¡°?Quiere que le ayude a hacer la compra?¡±, pregunta una de sus empleadas a todos los clientes que pasan por la puerta de uno de los locales ubicado en la calle Alfonso XIII. Lo que esta cadena se marca como objetivo es que el usuario viva toda una experiencia al comprar un kilo de patatas.

La oferta de esta firma consiste en ofrecer una gran variedad de productos gourmet. Pilar, una vecina jubilada de este c¨¦ntrico barrio de la capital, ha comprado carne para cocinar ese mismo d¨ªa. Esta habitual clienta de S¨¢nchez Romero acude a comprar hasta ¡°tres o cuatro veces semanales¡± y lo que m¨¢s valora es la calidad y la atenci¨®n del personal.

¡°No puede tocar el g¨¦nero. Me pueden llamar la atenci¨®n por eso¡±, replica uno de los trabajadores encargados de introducir las frutas y las verduras en bolsas de papel y entregarlas al cliente. Otra de las dependientas del supermercado cuenta que el punto fuerte de la cadena es la secci¨®n de bebidas alcoh¨®licas y los productos frescos. Ignacio, un cliente ocasional, casi nunca compra en este supermercado, pero cuenta que en una cena especial, donde es el anfitri¨®n, no puede escatimar en gastos. R¨ªe porque ha comprado cinco art¨ªculos que le han costado 63 euros, y admite que normalmente con ese dinero suele llenar la despensa para casi una semana.

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