Anna Bjerde (Banco Mundial): ¡°Las crisis ya no son aisladas, forman parte de la normalidad¡±
La directora gerente de Operaciones de la instituci¨®n advierte de que el 60% de los pa¨ªses est¨¢n sobreendeudados
Las instituciones nacidas con los acuerdos de Bretton Woods, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, buscan m¨¢s fondos para ampliar su foco ante los nuevos desaf¨ªos que impone este siglo. Los golpes a la econom¨ªa de origen geopol¨ªtico ya no son algo excepcional para un mundo que encadena varias crisis clim¨¢ticas y sanitarias. El Banco Mundial ya ha dado el primer paso al asumir la misi¨®n de la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Anna Bjerde, directora gerente de la instituci¨®n responsable de Operaciones, considera en una entrevista durante las reuniones de ambos organismos, celebradas en Marraquech, que las misiones que ya ten¨ªa hasta ahora ¡ªla reducci¨®n de la pobreza y la prosperidad global¡ª no pueden desligarse de esa nueva meta.
Pregunta. ?El Banco Mundial tiene desde ahora un nuevo objetivo?
Respuesta. Estamos muy emocionados. Los gobernadores del Banco Mundial han respaldado nuestra nueva visi¨®n y misi¨®n de la pobreza en un planeta habitable. Siempre nos hemos propuesto poner fin a la pobreza, pero la parte del planeta habitable es nueva. Creemos que no se puede rebajar la pobreza ni impulsar la prosperidad sin tener en cuenta el cambio clim¨¢tico. Pero vamos m¨¢s all¨¢. Vimos que la pandemia afect¨® al mundo con tanta fuerza porque nadie estaba listo para afrontarla, por lo que queremos centrarnos en la preparaci¨®n sanitaria. Y tambi¨¦n queremos abordar la fragilidad, puesto que hemos visto que tanto la debilidad clim¨¢tica como la sanitaria es transfronteriza y acaba afectando a todos.
P. ?Podemos decir entonces que el Banco Mundial y el FMI est¨¢n intentando rearmarse para afrontar un mundo que va a ser propenso a los shocks?
R. Por supuesto. Y creo que otro de los grandes resultados del debate de las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial ha sido que debemos prepararnos para los shocks, que van a ser la nueva normalidad. As¨ª que hemos debatido c¨®mo armar a los pa¨ªses con herramientas de preparaci¨®n y acuerdos institucionales y financieros para responder r¨¢pidamente a esos golpes. Estamos pensando mucho en el conjunto de herramientas de respuesta a las crisis.
P. Dicen que el enemigo p¨²blico n¨²mero 1 es la inflaci¨®n, pero esa batalla est¨¢ poniendo contra las cuerdas a muchos pa¨ªses por el aumento del coste de la deuda. ?Est¨¢n preparados para que haya m¨¢s pa¨ªses que puedan quebrar?
R. Estamos preocupados por el nivel de deuda, sobre todo en los pa¨ªses de bajos ingresos. Estimamos que alrededor del 60% de esos pa¨ªses se hallan en situaci¨®n o riesgo de sobreendeudamiento. Y estamos apoyando el Marco Com¨²n para el proceso global de reestructuraci¨®n de la deuda, pero creemos que avanza lentamente. Nos gustar¨ªa mucho que progresara m¨¢s r¨¢pido. Intentamos ayudar a los pa¨ªses a analizar cu¨¢l es su perfil de deuda y a garantizar que, cuando se endeudan, lo hacen para llevar a cabo buenos proyectos y obtener buenos resultados. Y cuando esos pa¨ªses tienen ya problemas, pasamos a la financiaci¨®n mediante ayudas.
P. Algunas ONG, como Debt Service Watch, est¨¢n advirtiendo de que los pa¨ªses con ingresos bajos afrontan una crisis de la deuda que puede ser incluso peor a las anteriores. ?C¨®mo van a afrontar las inversiones necesarias para el reto clim¨¢tico?
R. Ese es muy buen punto. Hemos vivido tres a?os encadenando crisis. Muchos pa¨ªses del mundo en desarrollo se endeudaron para poder responder a la covid y despu¨¦s el aumento del coste de vida, los precios de la energ¨ªa y la inseguridad alimentaria. Todo eso ha ejercido presi¨®n sobre su capacidad financiera. Al mismo tiempo, ahora tenemos unas condiciones de financiaci¨®n muy estrictas en todo el mundo. As¨ª que adem¨¢s de tener que destinar una parte muy importante de sus presupuestos al pago de la deuda, los pa¨ªses tienen que prepararse para desastres naturales e impactos clim¨¢ticos. Tenemos que trabajar con los pa¨ªses para lo que ya no son crisis y shocks aislados, sino que forman parte de la nueva normalidad. La transici¨®n verde va a requerir cantidades masivas de inversi¨®n, por lo que vamos a necesitar una arquitectura financiera que permita transferir recursos hacia donde debe llevarse a cabo la lucha clim¨¢tica. Para dar algunas cifras: ?frica afronta algunos de los impactos clim¨¢ticos m¨¢s graves, pero solo el 3% de la financiaci¨®n global clim¨¢tica va a al continente.
P. Hay una estimaci¨®n realizada para el G-20 que habla de cuatro billones de d¨®lares anuales hasta 2030. ?De d¨®nde saldr¨¢ ese dinero?
R. Es una cantidad enorme. Por eso era necesario dotar a las instituciones multilaterales de desarrollo de la capacidad financiera para hacer m¨¢s. Pero tambi¨¦n significa que debemos centrarnos mucho m¨¢s en movilizar al sector privado hasta unos niveles muy superiores a los actuales y trabajar con los pa¨ªses para movilizar recursos internos. Y tambi¨¦n necesitamos que los gobiernos movilicen recursos internos, lo que significa una reforma en los sistemas y la administraci¨®n tributarios.
P. ?Qu¨¦ esperan de EE UU y Europa en esta batalla?
R. Esperamos una coalici¨®n global en torno al cambio clim¨¢tico. Y creo que debemos reconocer que los pa¨ªses que no causaron el cambio clim¨¢tico, pero que son los m¨¢s afectados, deben recibir apoyo. Segundo, necesitamos transferir recursos en las condiciones m¨¢s favorable posible. En algunos casos, esto debe ser una subvenci¨®n total. O bien debe articularse con instrumentos como el que recientemente hemos aprobado para Uruguay, que contempla una reducci¨®n del pago de intereses si se cumplen objetivos clim¨¢ticos.
P. ?Y crear una alianza global es posible cuando se est¨¢ advirtiendo de una gran fragmentaci¨®n mundial?
R. Creo que existe una comprensi¨®n global de los problemas y la amenaza existencial del cambio clim¨¢tico. Creo que la fragmentaci¨®n y las tensiones en el mundo desafortunadamente nos afectan y los pa¨ªses deben aproximarse, aunque parezca complicado.
P. China est¨¢ ganando terreno en la concesi¨®n de pr¨¦stamos y ayudas comerciales a pa¨ªses de ?frica, Am¨¦rica Latina y Asia. ?Lo perciben como una amenaza?
R. No lo veo necesariamente como una amenaza. Los pa¨ªses necesitan inversiones, pero es importante que cuando asuman deuda para inversiones y desarrollo trabajemos juntos para asegurarnos de que se realizan evaluaciones de sostenibilidad con regularidad y se comparten datos e informaci¨®n. En realidad, apreciamos la participaci¨®n de todos porque la movilizaci¨®n de recursos es importante, pero debe ser transparente.
P. ?Pero la presencia de China entre los acreedores no dificulta los procesos de deuda?
R. Creemos que el enfoque del Marco Com¨²n es el correcto, porque re¨²ne a todos a la mesa. El problema es que el progreso es muy lento.
P. En las reuniones se ha notado un clima de preocupaci¨®n por un panorama econ¨®mico que a medio plazo se presenta d¨¦bil, plagado de obst¨¢culos y de grandes retos. ?Cu¨¢l es su perspectiva?
R. Tenemos desaf¨ªos por delante. El crecimiento mundial a medio plazo no es muy destacable, Y sin crecimiento no podemos lograr una reducci¨®n de la pobreza. Por eso hay que reactivarlo. Necesitamos centrarnos en algunas ¨¢reas de naturaleza estructural que sabemos que funcionan. Primero, nunca es un error invertir en desarrollo humano, por lo que es una gran oportunidad crear redes de educaci¨®n, salud y seguridad social para quienes las necesitan, respaldadas por un enfoque en las mujeres, los j¨®venes y el uso de lo digital. Segundo, hemos de convertir los desaf¨ªos energ¨¦ticos en una oportunidad para acelerar la transici¨®n verde. Los pa¨ªses saben que el rumbo a la descarbonizaci¨®n es inevitable, por lo que ya estamos viendo c¨®mo est¨¢n acelerando en renovables. Y es una oportunidad para los servicios y la industria local. Y tercero: las mujeres y los j¨®venes. Las mujeres son el 50% de la poblaci¨®n mundial, pero su participaci¨®n en la fuerza laboral es baja. Muchos pa¨ªses tienen ahora mercados laborales muy ajustados, ?verdad? Imaginemos que pudi¨¦semos incorporar a todas esas mujeres a esa fuerza laboral¡ Ser¨ªa una contribuci¨®n masiva al crecimiento que necesitamos ver. Y los j¨®venes porque son los agentes de cambio del mundo, por lo que me gustar¨ªa ver mucho m¨¢s debate sobre la formaci¨®n profesional como parte de la soluci¨®n.
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