Nadia Calvi?o regresa con galones a su casa europea
La vicepresidenta sigue con su trayectoria internacional al hacerse con un alto cargo tras las intentonas del FMI y el Eurogrupo
Los guardianes de la llave de la caja son casi por norma los miembros m¨¢s ortodoxos de cualquier gabinete. Y a esa supuesta naturaleza conservadora se atribuy¨® en abril de 2020 la decisi¨®n que tomaron los ministros de Finanzas de la UE de echar mano a la artiller¨ªa del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para hacer frente al batacazo de la pandemia, en lugar de recurrir a los presupuestos nacionales o a los eurobonos. Tambi¨¦n la vicepresidenta econ¨®mica, Nadia Calvi?o (A Coru?a, 55 a?os) abraz¨® esa f¨®rmula. El BEI era entonces una sanead¨ªsima entidad con sede en Luxemburgo que, pese a haber nacido al calor de los Tratados de Roma, estaba fuera de los focos. Ha sido de nuevo la urgencia, esta vez para movilizar fondos por los desaf¨ªos clim¨¢ticos y geopol¨ªticos, la que ha convertido a esa instituci¨®n en una pieza clave en el engranaje financiero europeo. Y Calvi?o, que se encargar¨¢ de pilotar el banco, ha podido constatarlo desde sus responsabilidades en el Fondo Monetario Internacional (FMI), en cuyas reuniones anuales Washington ha presionado para dar las instituciones financieras multilaterales, incluido el Banco Mundial, la potencia de fuego necesaria para luchar contra los grandes desaf¨ªos geopol¨ªticos y la emergencia clim¨¢tica.
La presidencia del BEI brinda a Calvi?o una salida de la pol¨ªtica espa?ola tras el intento fallido en verano de 2019, cuando se lanz¨® a la carrera por la direcci¨®n del FMI. Entonces, hac¨ªa apenas un a?o que aquella alta funcionaria internacional llegada de Bruselas hab¨ªa asumido la cartera de Econom¨ªa. Su perfil pol¨ªtico, sin embargo, ha ido creciendo a lo largo de los sucesivos gobiernos de Pedro S¨¢nchez, breg¨¢ndose incluso en el ¨¢spero debate parlamentario espa?ol. Pero el papel de Calvi?o ha sido sobre todo el de ancla de estabilidad del Gabinete de S¨¢nchez, quien ha admitido que su marcha ser¨¢ una ¡°p¨¦rdida enorme¡±. Dentro y fuera de Espa?a. De cara a Bruselas, su perfil socioliberal y europe¨ªsta ha sido la garant¨ªa de que el Ejecutivo espa?ol iba a mantener sus compromisos con la UE pese a las posiciones maximalistas de Unidas Podemos y Sumar. Los encontronazos con la vicepresidenta segunda y titular de Trabajo, Yolanda D¨ªaz, a prop¨®sito de las reformas en el ¨¢mbito laboral han sido sonados y han durado hasta pr¨¢cticamente el ¨²ltimo minuto. Dentro, Calvi?o tambi¨¦n ha sido un factor de moderaci¨®n del Gobierno que ha facilitado el di¨¢logo con la patronal.
La todav¨ªa vicepresidenta ha decidido dar continuidad a su carrera internacional, que arranc¨® cuando la fich¨® la holandesa Neelie Kroes en 2006. Encaden¨® las direcciones generales adjuntas de Competencia y Servicios Financieros para, ya en 2014, acceder a la codiciada direcci¨®n general de Presupuestos. Lejos de frenar su carrera en las instituciones comunitarias, su retorno a Madrid le dio m¨¢s protagonismo en Bruselas. Calvi?o busc¨® marcar un perfil propio dentro del Eurogrupo, plant¨¢ndose en no pocas ocasiones frente a los halcones y, en especial, al entonces ministro holand¨¦s Wopke Hoekstra. Ese antagonismo le cost¨® la presidencia del Eurogrupo pese a contar con el respaldo de Alemania, Francia e Italia. La muralla levantada por Pa¨ªses Bajos con una campa?a que en Bruselas se bautiz¨® con las siglas ABC ¡ªde ¡°anyone but Calvi?o¡± [cualquiera menos Calvi?o]¡ª, acab¨® por arrebatar por solo un voto ese cargo a la vicepresidenta, que hab¨ªa despreciado la capacidad de esa alianza de desmontar su candidatura. ¡°Pa¨ªses muy peque?os, con muy poco peso¡±, la hab¨ªa definido. De aquello, dice su entorno, sac¨® tres lecciones: una, pudo constatar que su voz contaba; dos, empez¨® a tejer una red de relaciones m¨¢s all¨¢ de los socios m¨¢s afines a la posici¨®n espa?ola, y tres, aprendi¨® que no hay que dar nada por hecho hasta el final. Funcion¨®: un a?o y medio despu¨¦s, la vicepresidenta acced¨ªa a la presidencia del comit¨¦ monetario y financiero del FMI a propuesta de sus colegas europeos. Y, ahora, ha ganado la presidencia del BEI.
La vicepresidenta, que nunca se ha afiliado al PSOE, fue el rostro solvente y moderado que Pedro S¨¢nchez necesitaba para su campa?a para el 23-J. ¡°O Nadia o nadie¡±, corri¨® entre los militantes. Al final no ser¨¢ Nadia. Desde su entorno se apunta a que ya entonces la ministra habr¨ªa decidido optar a una de las posibilidades internacionales que se abr¨ªan entre ella: un puesto de comisaria o incluso repetir la carrera para el FMI. Al final se decant¨® por el BEI, uno de los sillones m¨¢s interesantes para Espa?a, no solo por el pulm¨®n que ya tiene la entidad, que solo en 2022 firm¨® acuerdos por 72.500 millones de euros. Tambi¨¦n porque las grandes capitales est¨¢n decididas a que el BEI asuma el liderazgo en financiar el cambio clim¨¢tico o la reconstrucci¨®n de Ucrania ante la inminencia de la llamada a rebato a la disciplina fiscal y las estrecheces presupuestarias. Calvi?o, pues, vuelve a casa: a las instituciones europeas. Pero a otro nivel, dando el salto que tanto ansiaba a un alto cargo comunitario. A¨²n le queda una espinita que sacarse para lograr el final de pel¨ªcula redondo que le gustar¨ªa a esta amante del cine cl¨¢sico: cerrar la reforma de las reglas fiscales. A¨²n es posible. Pero, en cualquier caso, este es un final feliz.
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