Jacques Delors, la econom¨ªa y lo social
Entre sus lecciones, nos ense?¨® que el gran valor del modelo europeo, en el que hay que perseverar, es la b¨²squeda de la armon¨ªa entre el capital y el trabajo; entre el Estado, el mercado y la sociedad
No fueron tantos a?os. Jacques Delors fue nombrado ministro de econom¨ªa y finanzas del primer gobierno Mitterrand en 1981 y abandon¨® la presidencia de la Comisi¨®n Europea en enero de 1995. En un tiempo marcado por la euroesclerosis, la inflaci¨®n y el estancamiento econ¨®mico, en pleno apogeo del neomonetarismo anglosaj¨®n, consigui¨® impulsar un salto adelante para el proyecto europeo que alumbr¨® la Uni¨®n Europea que habitamos hoy.
Son bien conocidos los hitos de aquella haza?a pol¨ªtica y su protagonismo en su consecuci¨®n. El Acta ?nica de 1986 ya conten¨ªa los principales pilares: la creaci¨®n de un verdadero mercado ¨²nico en el que se hicieran efectivas las libertades de circulaci¨®n de bienes, servicios, personas y capitales, el Comit¨¦ Delors que prepar¨® el informe para la creaci¨®n de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria y el desarrollo de la pol¨ªtica de cohesi¨®n. Se trataba de profundizar la integraci¨®n econ¨®mica combinando la competencia en el mercado interior, la estabilidad monetaria y los mecanismos de solidaridad.
Ese gran programa pol¨ªtico de fortalecimiento del proyecto europeo que fue su gran realizaci¨®n plasm¨® su visi¨®n de la econom¨ªa, la sociedad y la pol¨ªtica, adquirida durante su larga carrera de servidor p¨²blico y militante sindical. Comenz¨® a trabajar muy joven en el Banco de Francia, donde aprendi¨® los mecanismos de funcionamiento de los mercados monetarios y de deuda, adem¨¢s de conocer de primera mano las dificultades para vencer la inflaci¨®n. Pas¨® despu¨¦s a la Comisar¨ªa General del Plan, donde defendi¨® como asesor un enfoque basado en la concertaci¨®n social y en las orientaciones a medio y largo plazo del Estado, que deb¨ªa empezar por la provisi¨®n de datos y diagn¨®sticos objetivos sobre la naturaleza de los problemas. Tras pasar por el gabinete del primer ministro e inspirar la legislaci¨®n sobre formaci¨®n continua de los trabajadores, fue elegido parlamentario europeo en 1979 y presidi¨® la comisi¨®n econ¨®mica y monetaria. Durante todos estos a?os particip¨® tambi¨¦n en la acci¨®n sindical, animando la reflexi¨®n y el debate en el sindicato de trabajadores cristianos (la hoy CFDT).
Asumi¨® la dif¨ªcil tarea de mantener la estabilidad macroecon¨®mica en medio del entusiasmo estatista de una izquierda francesa que llevaba fuera del poder m¨¢s de veinte a?os. Y marc¨® una impronta de rigor y reforma en la pol¨ªtica econ¨®mica que no se reanud¨® hasta finales de los a?os noventa, tras a?os de intentos fracasados de cambio y modernizaci¨®n.
Delors nos deja algunas lecciones muy valiosas para la pol¨ªtica econ¨®mica y social de nuestros d¨ªas. Mejorar exige un conocimiento y un an¨¢lisis riguroso de la realidad. El m¨¦todo democr¨¢tico funciona, ya sea a escala nacional o en su versi¨®n europea. Sobre todo cuando se basa en la concertaci¨®n, el debate abierto, la pedagog¨ªa honesta y la b¨²squeda del inter¨¦s com¨²n. Por ¨²ltimo, el gran valor del modelo europeo, en el que hay que perseverar, es la b¨²squeda de la armon¨ªa entre lo econ¨®mico y lo social; entre el capital y el trabajo; entre el Estado, el mercado y la sociedad.
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