Jordi Ametller: ¡°Los payeses no lloran, se mueren¡±
El copropietario del mayor productor agr¨ªcola de Catalu?a reclama adaptar la transici¨®n verde a la capacidad de los agricultores
Jordi Ametller se siente ¡°pay¨¦s¡± pese a que es, junto a su hermano Josep, el propietario de Grupo Ametller Origen, un conglomerado empresarial que, efectivamente, empez¨® en unos campos de cultivo, pero que ahora tambi¨¦n alarga su sombra sobre el negocio de las comidas preparadas, los restaurantes y los supermercados en los que predominan la fruta y la verdura. Aun as¨ª, es el principal productor agr¨ªcola catal¨¢n. No ha participado en las tractoradas que el mi¨¦rcoles conquistaron el centro de Barcelona, pero comparte el sentir generalizado de las protestas, que ¨¦l resume as¨ª: ¡°Los payeses no lloran, se mueren¡±.
¡°Esto ha petado por agotamiento, no porque haya sucedido nada determinante. La mochila cada vez pesaba m¨¢s y cada vez asumimos m¨¢s riesgos: solo hay que ver los efectos de la sequ¨ªa y el encarecimiento de los insumos¡±, explica desde Murcia, a trav¨¦s de una videoconferencia a trav¨¦s de un m¨®vil incapaz de mantener la imagen fija. En un modelo empresarial vertical como el suyo, con una facturaci¨®n de 551 millones de euros el a?o pasado, reconoce que la pata que m¨¢s padece es la agr¨ªcola. Es la base principal, el primer eslab¨®n ¡ª¡±ahora m¨¢s que alimentos hacemos materia prima para hacer comida¡±, afirma refiri¨¦ndose a la agricultura en general¡ª y tambi¨¦n el m¨¢s d¨¦bil, aunque evita hablar del margen que deja esa parte del negocio sobre su grupo, ¡°la hermana pobre¡±.
Y eso, concluye, tiene una traslaci¨®n directa sobre los trabajadores del campo: ¡°El problema de este oficio no es que sea cansado, sino que es estresante, porque la sensaci¨®n de no dominar la situaci¨®n genera ansiedad y hoy una mala cosecha te lleva a ir al banco a contratar una p¨®liza de cr¨¦dito aval¨¢ndola con tu casa¡±. Es ese riesgo y la ca¨ªda de la rentabilidad la que explica, en su opini¨®n, de que en Catalu?a se haya reducido la huerta un 50%, hasta las 8.000 hect¨¢reas, y que tres de cada cuatro de esas hect¨¢reas est¨¦n en peligro¡±. Ametller es el primer productor agr¨ªcola catal¨¢n y en el conjunto espa?ol reconoce explotar m¨¢s de 1.400 hect¨¢reas.
Habla, por ejemplo, de las tarifas hortofrut¨ªcolas a precio de derribo que denuncian que perciben los agricultores espa?oles, como los franceses o los italianos, consecuencia de una cadena de valor con cada vez m¨¢s actores que acaban deprimiendo el precio que se paga a quien trabaja la tierra. En un mercado de competencia ¡ªy producto¡ª global, esa situaci¨®n todav¨ªa se agrava m¨¢s: ¡°Siempre hemos tenido problemas de excedentes, pero el problema es que ahora los padecemos de otra manera. Cuando faltan productos, los precios suben unas semanas y cuando hay excedentes los precios est¨¢n bajos durante meses¡±.
Una de las denuncias que forman parte del listado de agravios se?alados estos d¨ªas por los agricultores es la Agenda 2030, la hoja de ruta comunitaria de desarrollo sostenible. Ametller no denuesta el objetivo en s¨ª, que califica de ¡°correcto¡±, pero habla de incorrecci¨®n ¡°en la manera y los tempos¡± de aplicaci¨®n. ¡°Si no se abordan, se genera que se quede gente en el camino¡±, critica, quejoso porque ¡°no es normal que a los sectores afectados no se les pregunte cu¨¢les son sus necesidades y cu¨¢nto tiempo necesitan para hacer la transici¨®n: pr¨¢cticamente nos obligan a tomar un camino donde hay una parte de escalada y llegamos ya d¨¦biles¡±. Adem¨¢s, denuncia, el camino hacia esa sostenibilidad est¨¢ basado en ¡°medias aritm¨¦ticas¡± que no existen, porque los ¨¢mbitos de producci¨®n son muy variables en funci¨®n del territorio, del producto y del mercado. ¡°Lo importante es marcar un ritmo que todos puedan seguir¡±.
Aunque la compa?¨ªa ha pedido fondos europeos para financiar un proyecto de agroparque donde se sit¨²a su cuna, en la comarca del Pened¨¨s, Ametller, menosprecia las ayudas a los agricultores que reclama el sector. ¡°No creo demasiado en las ayudas, porque son miseria. Los esfuerzos econ¨®micos tienen que ir m¨¢s vinculados a la construcci¨®n de escenarios m¨¢s ordenados y m¨¢s favorables a la transici¨®n que a ayudas que son peque?as limosnas. Por ejemplo, que preparemos c¨®mo anticiparnos a las pr¨®ximas sequ¨ªas¡±.
Ahora, s¨ª que asegura que tiene que haber una mano decidida y contundente para luchar contra el dumping procedente de otros productos que acaban en el mercado espa?ol con unos precios m¨¢s bajos porque no tienen los condicionantes exigidos por la Comisi¨®n Europea. ¡°Es tan injusto como f¨¢cil de controlar¡±, dice el empresario, que defiende contar ¡°con las mismas reglas¡± para evitar carreras dispares.
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