Los Veintisiete bloquean la ratificaci¨®n de la ¡®ley rider¡¯ europea

Ser¨¢ dif¨ªcil que la ley rider europea sea ratificada antes de las elecciones. El Consejo de la UE, es decir, los Estados miembro en pleno, no ha ratificado el pacto alcanzado con el Parlamento Europeo y no parece que haya tiempo para dar el visto bueno esta legislatura si tiene que volver a abrirse a la negociaci¨®n el texto con los eurodiputados. La causa inmediata del bloqueo hay que buscarla en la falta de apoyo franc¨¦s al texto y a la abstenci¨®n de Alemania, Grecia y Estonia. Solo son cuatro pa¨ªses los que no respaldan la directiva, pero la presencia de los dos grandes pa¨ªses de la Uni¨®n en ese grupo y su peso demogr¨¢fico, impide que se alcance la mayor¨ªa cualificada necesaria.

Este tropiezo en el Consejo de la directiva europea del trabajo en plataformas digitales (Uber, Amazon Mechanical Turk, Deliveroo...) es el segundo en poco tiempo. Ya a finales de 2023 encall¨® la ratificaci¨®n alcanzada por la presidencia espa?ola el 13 de diciembre. A pa¨ªses como Francia, tambi¨¦n a Hungr¨ªa, Grecia y rep¨²blicas b¨¢lticas, lo acordado les parec¨ªa muy exigente con las plataformas a la hora de reconocer que los trabajadores eran asalariados. B¨¦lgica, el pa¨ªs que preside durante la primera mitad de este a?o el Consejo de la UE, tuvo que volver a negociar con el Parlamento y hace unos d¨ªas logr¨® un pacto que dejaba m¨¢s libertad a cada pa¨ªs para determinar c¨®mo se reconoc¨ªa la relaci¨®n laboral de los trabajadores. Pero tampoco esto ha sido suficiente.

El camino recorrido de la ley rider ha sido muy complicado desde el primer d¨ªa que se present¨®, en noviembre de 2021. Siguiendo el camino marcado por la norma espa?ola para los repartidores de plataformas digitales, planteaba la presunci¨®n de que todo trabajador de estas compa?¨ªas electr¨®nicas fuera considerado asalariado y correspondiera a la empresa demostrar que no lo era. No obstante, ayudaba a definir algo esta situaci¨®n al establecer un listado de cinco circunstancias que pod¨ªan darse en la relaci¨®n y se?alar que bastaba que se dieran dos para que la relaci¨®n fuera considerada como la que se da entre un empleado y su empresa. Ese quinteto era: el sueldo lo fija la compa?¨ªa; hay uniforme o requerimientos similares de identificaci¨®n; el trabajo es controlado por medios digitales; se restringe la libertad en la organizaci¨®n del trabajo, y, por ¨²ltimo, se restringe la posibilidad de que el trabajador cree una base de datos de clientes.

El texto era m¨¢s ambicioso que la norma espa?ola porque no se limitada a un sector concreto sino a todos los que trabajaran este tipo de empresas, no solo repartidores. Los c¨¢lculos de la Comisi¨®n Europea cuando lanz¨® su propuesta eran que la aprobaci¨®n de la directiva tal cual se planteaba supon¨ªa la regularizaci¨®n de m¨¢s cuatro millones de falsos aut¨®nomos en toda la UE.

La norma nunca gust¨® a las empresas. Pero tampoco a bastantes pa¨ªses, sobre todo a Francia, que cree que esa posici¨®n ¡°no tiene en cuenta la realidad¡± del sector, apuntan fuentes de esta delegaci¨®n. Ahormar una posici¨®n com¨²n no fue nada f¨¢cil, aunque al final se consigui¨®, con la abstenci¨®n cr¨ªtica espa?ola, por la v¨ªa de eliminar la presunci¨®n de inocencia y establecer un listado de condiciones que serv¨ªa para calificar de asalariado al trabajador si se cumpl¨ªa un n¨²mero determinado de ellas. Este fue el esp¨ªritu de lo pactado en diciembre entre el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo que no vio la luz. Al no ser ratificado por los Veintisiete, se hicieron cambios para dejar en manos de cada pa¨ªs si el trabajador es aut¨®nomo o asalariado, si bien en caso de discrepancia corresponder¨ªa a la empresa demostrar que eran trabajadores por cuenta propia.

Tampoco esto ha convencido a Francia. Varias fuentes del Consejo apuntan que el representante franc¨¦s se ha limitado a se?alar que su pa¨ªs no pod¨ªa respaldar este texto porque el pacto alcanzado es ¡°vago y ambiguo¡±, y podr¨ªa generar ¡°contenciosos en el futuro¡±. Esta posici¨®n, seg¨²n el propio pa¨ªs, equivaldr¨ªa t¨¦cnicamente a una abstenci¨®n. Otros Estados apuntan m¨¢s bien a que ha quedado bastante claro el rechazo franc¨¦s a la norma.

Pero no solo la posici¨®n francesa ha provocado el atasco. Ha sido clave tambi¨¦n la alemana. El Gobierno de coalici¨®n no ha definido una posici¨®n respecto a la directiva, evitando el choque interno, y, por tanto, se ha abstenido junto a Grecia y Estonia.

El bloqueo ha provocado la reacci¨®n del Ministerio de Trabajo espa?ol, cuyo secretario de Estado, Joaqu¨ªn P¨¦rez Rey, ha se?alado en X, antes Twitter, que ¡°la directiva del trabajo en plataforma ha sido presa de las grandes multinacionales¡±. Despu¨¦s ha relacionado a dos de los pa¨ªses que han provocado el bloqueo (Francia y Estonia) con dos de estas compa?¨ªas (Uber y Bolt).

Para que la directiva saliera adelante, es preciso que contara con una mayor¨ªa cualificada: un m¨ªnimo de un 55% de pa¨ªses que sumen el 65% de la poblaci¨®n. Francia y Alemania suman el 33,8% de la poblaci¨®n de la UE, con esta suma es bastante f¨¢cil que se constituya una minor¨ªa de bloqueo, basta que otros dos pa¨ªses (la minor¨ªa de bloqueo requiere al menos cuatro estados) sumen 1,2 puntos porcentuales m¨¢s para frenar el proyecto.

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