El Banco de Espa?a advierte de que los j¨®venes acumulan cada vez menos patrimonio

El Banco de Espa?a advierte de que los j¨®venes tienen ahora menos capacidad para acumular riqueza y que esto puede dejarlos en una situaci¨®n m¨¢s vulnerable ante futuras perturbaciones econ¨®micas. La Encuesta Financiera de las Familias, que ha publicado este martes el organismo con datos que se remontan m¨¢s de 20 a?os, permite comparar cu¨¢l ha sido la evoluci¨®n por edades del patrimonio de los hogares una vez restadas las deudas. Aquellos con un cabeza de familia menor de 35 a?os han visto c¨®mo su riqueza neta de endeudamiento ha descendido frente a los que ten¨ªan esas mismas edades dos a?os antes. Medido en euros de 2022, cae mucho: desde los 27.000 euros contabilizados en 2020 hasta los 20.000 de 2022, un retroceso del 26%. En cambio, en ese mismo periodo ha subido algo para los mayores de 55 a?os y se ha quedado pr¨¢cticamente igual para el grupo entre 35 y 55 a?os.

Estos n¨²meros se calculan cogiendo la mediana, aquella dato que divide al conjunto en dos grupos justo por la mitad, con un 50% por arriba y el otro 50% por debajo. As¨ª sale que la riqueza neta de los espa?oles aument¨® un 3,7% entre 2020 y 2022. El dato contrasta con la ca¨ªda del 26% que sufri¨® el patrimonio de los hogares j¨®venes. El organismo supervisor prefiere tomar la mediana para dar un reflejo m¨¢s fiel de la realidad, evitando las distorsiones que generan en las medias los individuos muy ricos.

Estos datos, elaborados con encuestas a 6.385 hogares y la colaboraci¨®n del INE y la Agencia Tributaria, ponen de manifiesto que las secuelas de la burbuja inmobiliaria de principios de siglo siguen vigentes. Si se compara con 2008 actualizando los euros con la inflaci¨®n, el patrimonio promedio de los espa?oles una vez restadas las deudas no se ha recuperado: la mediana se sit¨²a en los 140.000 euros frente a los m¨¢s de 220.000 registrados hace 14 a?os. Pero en los hogares con un cabeza de familia menor de 35 a?os el desplome es bastante m¨¢s acusado: este dato se ha hundido desde los cerca de 100.000 euros hasta los 20.000. De ah¨ª que el Banco de Espa?a afirme que los j¨®venes pierden capacidad de ahorro: ¡°Para los hogares j¨®venes se observa una menor acumulaci¨®n de riqueza neta mediana en relaci¨®n con la acumulaci¨®n observada por las cohortes previas¡±, dice en su informe.

La capacidad de acumular riqueza entre las generaciones j¨®venes es bastante reducida. A los 30 a?os, la mediana del patrimonio neto es ahora casi nula. Y esto ocurre por diversos motivos: por un lado, el banco achaca esta tendencia a la escasa capacidad que tienen las generaciones j¨®venes para endeudarse consiguiendo una hipoteca. Lo que adem¨¢s impide que aprovechen luego su revalorizaci¨®n. Por otro lado, los precios complican el acceso a la vivienda. Y las rentas hacen a¨²n m¨¢s dif¨ªcil ahorrar: corregido por la inflaci¨®n, entre 2019 y 2021 caen los ingresos de los colectivos inferiores a 44 a?os. En cambio, a partir de 45 a?os suben en todos los grupos de edad.

El Banco de Espa?a explica que el empleo es un factor determinante en estos resultados. Entre 2016 y 2019 las rentas de los hogares j¨®venes mejoraron con el aumento de la ocupaci¨®n. Pero con la pandemia han ido peor, mientras que en el conjunto aguantaron bastante bien: la mediana del total incluso creci¨® un 1,1% entre 2019 y 2021. Es decir, aunque las rentas de los hogares soportaron muy bien la pandemia gracias a unas ayudas p¨²blicas financiadas por el BCE, parece que los hogares j¨®venes se quedaron algo relegados, probablemente porque ten¨ªan m¨¢s contratos temporales y hab¨ªan acumulado menos derechos para recibir ayudas. Y estos son los j¨®venes que han sido capaces de formar un hogar. M¨¢s de la mitad de los nacidos en torno a 1988 siguen viviendo en casa de sus padres.

Podr¨ªa tambi¨¦n influir que los j¨®venes est¨¦n cursando m¨¢s a?os de estudios y retrasen as¨ª su incorporaci¨®n al mercado laboral. Aunque en ese caso, el Banco de Espa?a recuerda que el esfuerzo tendr¨ªa m¨¢s adelante premio: cuando la educaci¨®n del cabeza de familia alcanza los estudios universitarios, la renta mediana del hogar se coloca en los 54.900 euros antes de impuestos. En cambio, en la familia cuya persona de referencia cuenta con una educaci¨®n inferior al bachillerato, los ingresos bajan hasta los 23.000 euros. Tener t¨ªtulo universitario m¨¢s que duplica la renta del hogar, en parte porque en esas familias la pareja tambi¨¦n tiene cualificaciones similares y aporta renta.

La U invertida

El perfil habitual del patrimonio es que este vaya aumentando con la edad hasta un punto en el que se deja de trabajar por la jubilaci¨®n y empieza a disminuir. Es una especie de U invertida. Las generaciones mayores tuvieron adem¨¢s la ventaja de que compraron casa cuando los precios estaban m¨¢s bajos y se beneficiaron de la enorme revalorizaci¨®n. El ciclo del mercado inmobiliario est¨¢ marcando todo lo que ha pasado con la riqueza por generaciones. Y hace que los mayores obtuvieran una riqueza mucho mayor que las siguientes. De hecho, el estallido de la burbuja afect¨® mucho al patrimonio de los que nacieron en torno a los a?os sesenta y setenta, achatando esa U invertida y haciendo que esta ocurriese antes de la jubilaci¨®n. Y los m¨¢s j¨®venes ni siquiera han podido poner pie en este proceso de acumulaci¨®n de riqueza porque solo un tercio de ellos ha accedido a la vivienda.

Aun as¨ª, los mayores est¨¢n manteniendo unos niveles de riqueza m¨¢s elevados que el resto, quiz¨¢ porque tengan la incertidumbre respecto a las condiciones en las que van a envejecer y si van a ser dependientes y necesitar¨¢n cuidados especiales. Quiz¨¢s no gasten porque prefieran dejar una herencia a sus hijos. Adem¨¢s, sus rentas est¨¢n mejorando debido a un efecto composici¨®n: entran nuevos pensionistas con mejores carreras laborales y, por tanto, con derecho a una prestaci¨®n mucho m¨¢s alta. Esto tambi¨¦n obedece a un sistema de Seguridad Social que paga como pensi¨®n un porcentaje muy elevado del ¨²ltimo salario si se compara con el resto de Europa.

Los datos muestran que en la desigualdad en Espa?a hay un elevado componente generacional y que se est¨¢ creando una brecha cada vez mayor. As¨ª ocurre con el porcentaje de hogares que disponen de una vivienda en propiedad. Solo el 32% de las familias con un cabeza de familia menor de 35 a?os son due?os de su casa. Hace m¨¢s de una d¨¦cada este porcentaje se elevaba al 69%. Ha sido una ca¨ªda de 37 puntos entre las generaciones anteriores y las de ahora. En claro contraste ¨Dy como en parte es l¨®gico¨D, los hogares mayores de 55 a?os presentan tasas de propiedad del 80%. Es m¨¢s, aumenta el n¨²mero de hogares con edades superiores a los 55 a?os que tiene otras propiedades inmobiliarias. M¨¢s de la mitad de ellos poseen una segunda vivienda, una plaza de garaje, un local o un terreno. Las herencias ya en edad avanzada pueden haber desempe?ado tambi¨¦n un papel en esta acumulaci¨®n de riqueza de los s¨¦niores.

En definitiva, las cicatrices de la crisis que se vivi¨® entre 2008 y 2014 son persistentes. Lo normal era que las nuevas cohortes fueran superando en riqueza a las siguientes conforme llegaban a las mismas edades. Pero este fen¨®meno se quebr¨® con la Gran Recesi¨®n.

Una buena noticia es que el endeudamiento cae sensiblemente, en parte por el esfuerzo p¨²blico que hubo entre 2019 y 2021 para sostener las rentas. Esto tiene el reverso no deseado de que menos gente joven accede al cr¨¦dito hipotecario y, en consecuencia, a la vivienda. Pero incluso si se coge solo a la gente endeudada, esta ha reducido sus pasivos sustancialmente. Y los pagos que tienen que hacer las familias por la deuda han disminuido su carga respecto a la renta sensiblemente, bajando la vulnerabilidad de estas. Los n¨²meros concluyen que se ha paliado con ¨¦xito el golpe de la covid. Habr¨¢ que esperar a la siguiente oleada de la encuesta para ver los efectos completos sobre las cuentas de los hogares de la espiral inflacionista que sigui¨® a la pandemia.

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