La OPEP encadena ya dos a?os de recortes de oferta, pero con el final del camino m¨¢s cerca
Pese a la prorroga del tijeretazo, que expiraba en junio, el cartel petrolero deja la puerta entreabierta a relajar sus restricciones. El brent cae con fuerza
Todas las previsiones cristalizaron en hechos el domingo. La Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo (OPEP) anunci¨® lo que todo el mundo anticipaba: que los tijeretazos sobre la oferta de crudo, iniciados en la pandemia ¡ªcon el barril cotizando en negativo por primera y probablemente ¨²nica vez en la historia¡ª y solo brevemente interrumpidos en la primavera de 2002 ¡ªcon miles de barriles rusos abandonando el mercado¡ª, continuar¨¢n hasta bien entrado el a?o que viene. Sin embargo, el propio cartel ya deja entrever una reversi¨®n de su pol¨ªtica restrictiva, la ¨²nica con la que han podido contener la depresi¨®n de precios. Un primer gui?o futuro a los pa¨ªses consumidores ¡ªEstados Unidos, Jap¨®n, India, China y la UE¡ª tras muchas plegarias para que aflojase la soga en plena escalada inflacionaria.
La nueva hoja de ruta de los petroleros cl¨¢sicos pasa por empezar a abrir la mano con su oferta a partir de octubre, unos meses antes de lo que preve¨ªan la mayor¨ªa de casas de an¨¢lisis que siguen el d¨ªa a d¨ªa del sector. ¡°Mantendremos la misma aproximaci¨®n preventiva y prudente¡±, desliz¨®, con todo, el ministro de Energ¨ªa de Arabia Saud¨ª ¡ªindiscutible l¨ªder del club¡ª, Abdulaziz bin Salm¨¢n Al Saud, tras el encuentro telem¨¢tico del domingo. Esperar y ver, s¨ª, pero con la puerta abierta a una reversi¨®n de la pol¨ªtica que han seguido en los ¨²ltimos tiempos. El petr¨®leo se deja m¨¢s de un 3% este lunes, la primera jornada en los mercados desde la decisi¨®n de la OPEP.
El del crudo es uno de los mercados que menos se rigen por los principios del librecambio. No tanto por la demanda, estrechamente vinculada al crecimiento econ¨®mico aunque tambi¨¦n influida por una electrificaci¨®n que va claramente a m¨¢s, sino por la oferta: pese al gran aumento de la producci¨®n en EE UU, Brasil o Guyana, la versi¨®n ampliada del cartel (la OPEP+, Rusia incluida) sigue aportando casi el 60% del crudo que se pone cada d¨ªa en el bazar global. De ah¨ª que su decisi¨®n de abrir o cerrar el grifo tenga tanta influencia en los precios.
El acuerdo alcanzado este domingo pasa por prolongar del tijeretazo de casi dos millones de barriles diarios de crudo, que inicialmente expiraba a finales de junio. Sin ese acuerdo, los menos de 80 d¨®lares por barril de hoy ser¨ªan sencillamente inimaginables: el precio ser¨ªa notablemente menor. De ah¨ª que tantos pa¨ªses, ricos y emergentes, lleven meses de repetidas instancias para que el cartel afloje en sus restricciones.
Juego de equilibrios
Se da la paradoja, no obstante, de que el potencial regreso de oferta de la OPEP el a?o que viene pueda coincidir con el primer descenso significativo en el consumo global de carburantes, a lomos de una electrificaci¨®n que no deja de ganar terreno y que tiene en China ¡ªpor mucho el primer importador global de crudo¡ª uno de sus principales focos.
El juego de equilibrios del cartel tambi¨¦n es todo menos sencillo. Por un lado, es tentador para sus intereses cerrar la oferta tanto como sea posible sin sofocar la demanda para tratar de elevar los precios al m¨¢ximo: hasta el entorno de los 100 d¨®lares, el umbral a partir del cual Riad equilibra sus cuentas p¨²blicas pero al que el cartel parece haber renunciado definitivamente.
Por otro, necesitan vender cantidades ingentes de petr¨®leo mes tras mes: todos los miembros del grupo tienen en la energ¨ªa fiscal, de largo, su mayor fuente de ingresos. Y son cada vez m¨¢s conscientes de que una parte no menor de sus reservas acabar¨¢n qued¨¢ndose bajo tierra por los siglos de los siglos, la ¨²nica forma de frenar un cambio clim¨¢tico hasta ahora imparable.
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