La energ¨ªa f¨®sil recibe nueve veces m¨¢s ayudas que el coche el¨¦ctrico, las bombas de calor y la eficiencia

La crisis energ¨¦tica ha tenido un doble efecto. Ha supuesto, por un lado, un potente aldabonazo para la transici¨®n a las energ¨ªas renovables, no solo m¨¢s limpias sino tambi¨¦n mucho m¨¢s econ¨®micas que sus pares de origen f¨®sil. Por otro, ha forzado a los gobiernos de medio mundo a redoblar las ayudas al gas, al gas¨®leo y a la gasolina para proteger a sus sufridos consumidores y evitar que la crisis inflacionista fuese a mayores. El resultado de esta segunda fuerza es que en 2023 las ayudas p¨²blicas a los combustibles sucios en todo el mundo fueron nueve veces mayores que las aplicadas a los coches el¨¦ctricos, la eficiencia energ¨¦tica y las bombas de calor: 574.000 millones de euros frente a menos de 65.000, seg¨²n las cifras publicadas este jueves por la Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE).

¡°La necesidad de mantener un precio de la energ¨ªa asumible es la raz¨®n por la que muchos Gobiernos, sobre todo en pa¨ªses emergentes o en desarrollo, han intervenido. Pero eso tambi¨¦n introduce barreras al cambio, sobre todo cuando, tras esa intervenci¨®n, el precio de los combustibles f¨®siles queda por debajo de su valor de mercado¡±, apuntan los t¨¦cnicos del organismo con sede en Par¨ªs, que critica estas ayudas por ¡°poco focalizadas¡± y por beneficiar ¡°desproporcionadamente¡± a las rentas m¨¢s altas, que tambi¨¦n son las que m¨¢s energ¨ªa consumen.

La conclusi¨®n del brazo energ¨¦tico de la OCDE es n¨ªtida: lejos de lo que a¨²n se piensa en algunos ¨¢mbitos de la sociedad ¡ªsobre todo, por los a?os de renovables fuertemente privada¡ª un r¨¢pido desarrollo de las tecnolog¨ªas limpias no solo no encarece el precio final de la energ¨ªa sino que lo abarata. ¡°Poner al mundo en la senda de cumplimiento del objetivo de cero emisiones netas en 2050 requiere nuevas inversiones, pero tambi¨¦n reduce los costes de operaci¨®n del sistema energ¨¦tico global a m¨¢s de la mitad respecto al escenario al que se llegar¨ªa con las pol¨ªticas actuales¡±, se lee en el estudio.

El sol y el viento, enfatiza, son desde hace tiempo las dos tecnolog¨ªas m¨¢s baratas para generar electricidad. Los veh¨ªculos el¨¦ctricos, aunque a¨²n algo m¨¢s caros que los de combusti¨®n, acaban saliendo m¨¢s econ¨®micos a lo largo de su vida ¨²til porque la luz es notablemente m¨¢s barata que la gasolina y el di¨¦sel; una brecha que, lejos de acortarse, se ensancha cada vez m¨¢s. Y las bombas de calor, tambi¨¦n conocidas bajo el nombre de aerotermia, son notablemente m¨¢s eficientes que las calefacciones de gas natural y los aires acondicionados tradicionales.

¡°Cuanto m¨¢s r¨¢pida sea la transici¨®n energ¨¦tica, m¨¢s econ¨®mico ser¨¢ tambi¨¦n para las arcas p¨²blicas, para las empresas y para los hogares¡±, sintetiza el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol. Si, por el contrario, ¡°pol¨ªticos y l¨ªderes industriales posponen la inversi¨®n hoy, todos terminaremos pagando de m¨¢s ma?ana: la forma de hacer que la energ¨ªa sea m¨¢s asequible es acelerar la transici¨®n, no ralentizarla¡±, agrega al tiempo que llama a ¡°hacer mucho m¨¢s¡± para ayudar a los hogares, las comunidades y los pa¨ªses de menor renta en el tr¨¢nsito a las tecnolog¨ªas limpias.

Reparto de cargas

Casi la mitad de la inversi¨®n para el cambio energ¨¦tico (el 45%) la acometen las empresas privadas, seg¨²n las cifras de la Agencia, mientras que el 35% recae sobre las espaldas de los Estados y el 20% restante, de los hogares. Cada uno de ellos, con sus propios desaf¨ªos: los Gobiernos ven ¡°restringida¡± su capacidad por sus propias limitaciones fiscales y su endeudamiento; las compa?¨ªas m¨¢s intensivas en energ¨ªa encaran una ¡°intensa¡± competencia internacional y unos m¨¢rgenes, en muchos casos, reducidos; y la mayor¨ªa de inversiones limpias de los hogares las acometen las familias de mayor renta.

¡°Sin m¨¢s pol¨ªticas [de apoyo], el despliegue de los paneles solares [de autoconsumo], la aerotermia o el coche el¨¦ctrico ser¨¢ mucho m¨¢s lento de lo requerido¡±, avisan los especialistas de la AIE.

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