Richard Koo: ¡°Me preocupa que Estados Unidos, supuestamente el l¨ªder del libre comercio, aumente tan f¨¢cilmente los aranceles¡±
El creador del concepto ¡°recesi¨®n de balance¡± muestra los peligros del estallido de la burbuja inmobiliaria en China
Richard Koo (Kobe, Jap¨®n, 70 a?os) es uno de esos economistas a los que conviene tener en cuenta cuando el fantasma de una crisis ronda el vecindario. Lo suyo son las ¡°recesiones de balance¡±, un monstruo que se alimenta de las heridas que deja el pinchazo de una burbuja, cuando la econom¨ªa de manual salta por los aires, y la cosa comienza a ir de mal en peor porque todo el mundo, de las familias a las empresas, est¨¢ tratando de reducir sus deudas a la vez: nadie pide prestado, se hunde la demanda, caen los precios, y esto vuelve a su vez m¨¢s dif¨ªcil pagar las deudas. El sistema implosiona en una espiral que, seg¨²n Koo, economista jefe del banco de inversi¨®n Nomura y asesor de varios Gobiernos japoneses, solo puede detenerse con un Ejecutivo que pide dinero prestado y endosa una inyecci¨®n de est¨ªmulo fiscal.
El economista alumbr¨® su tesis tras ver la larga y aparatosa digesti¨®n de la crisis que estall¨® en Jap¨®n en 1990. Se le escuch¨® (pero poco) en la UE durante la Gran Recesi¨®n. Y as¨ª nos fue: algunos pa¨ªses, como Espa?a, ¡°sufrieron enormemente de forma innecesaria¡±, asegura el pasado martes en una entrevista en l¨ªnea. Se le hizo algo m¨¢s de caso en Estados Unidos ¡ªel presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, ¡°por suerte¡±, dice, ley¨® sus teor¨ªas¡ª. Estos d¨ªas se le sigue de cerca en China. A la segunda econom¨ªa del planeta se le atraganta una burbuja inmobiliaria de proporciones colosales. Su demanda interna, tras la pandemia, no termina de arrancar. Y lo que haga Pek¨ªn para salir del atolladero puede marcar al resto del planeta: si lo f¨ªa todo a la exportaci¨®n, como trat¨® de hacer Jap¨®n en los noventa, se encontrar¨¢ con un mundo en fase de repliegue proteccionista, advierte este economista.
Pregunta. ?Est¨¢ China en la situaci¨®n de Jap¨®n en los noventa?
Respuesta. Puede ocurrir lo mismo porque ha estallado una enorme burbuja inmobiliaria. La gente ya no pide dinero prestado, est¨¢ tratando de reparar sus balances. Los precios se desploman, los pasivos siguen altos. Mi temor es que si el Gobierno no pide prestado lo suficiente, la econom¨ªa china podr¨ªa caer en una recesi¨®n de balance.
P. ?Se puede decir entonces que la burbuja inmobiliaria china ha estallado?
R. Es muy dif¨ªcil saber lo que est¨¢ pasando realmente en China. El Gobierno est¨¢ desalentando a la gente a vender casas a los llamados precios de mercado, as¨ª que las estad¨ªsticas indican que estos siguen siendo relativamente altos, pero cuando vas al terreno y hablas con los banqueros y la gente involucrada, te cuentan que ya han bajado un 20% o 30%, incluso un 40%. El da?o al balance ya est¨¢ ah¨ª.
P. Se ven bloques de edificios inacabados , el descenso en las compras, pero cuesta observar los s¨ªntomas de una crisis como la que golpe¨® a Espa?a.
R. El pesimismo que siente hoy mucha gente en China es muy diferente a lo que se hablaba hace dos o tres a?os, especialmente entre los j¨®venes. Aunque en la superficie no parezca que las cosas est¨¦n tan mal como en Espa?a despu¨¦s de 2008, donde el desempleo juvenil lleg¨® casi al 50%, es probable que sea algo cercano en China [la cifra oficial es del 14,7%; tras superar el 21% el verano pasado, Pek¨ªn suspendi¨® su publicaci¨®n, que solo reactiv¨® tras cambiar los criterios]. Estuve hablando el otro d¨ªa con un profesor de la Universidad de Pek¨ªn y contaba que incluso a los graduados de su universidad les cuesta encontrar buenos puestos de trabajo. Puedes imaginar c¨®mo ser¨¢ el resto.
P. ?Ve posible un contagio a la econom¨ªa global?
R. La demanda interna en China es muy d¨¦bil, la gente est¨¢ tan asustada que no quiere gastar dinero o lo utiliza para pagar la deuda, lo que empuja a los fabricantes chinos a buscar una salida a trav¨¦s de la exportaci¨®n. El Gobierno parece estar alent¨¢ndolo tambi¨¦n. Esto lleva a que a muchos, fuera de China, incluidos los europeos, les preocupe ser inundados con importaciones chinas baratas, lo cual se sumar¨ªa a su desempleo y a su lento crecimiento econ¨®mico. Por eso numerosos pa¨ªses est¨¢n hablando de subir los aranceles. Jap¨®n se enfrent¨® al mismo problema en 1990 y trat¨® de buscar una salida a trav¨¦s de las exportaciones. Mi sensaci¨®n es que en un par de meses o un par de trimestres, los europeos, los estadounidenses y muchos otros empezar¨¢n a decir, ¡°oye, espera un momento, no podemos aceptar todo esto¡±. Los aranceles sobre los productos chinos subir¨¢n, China se encontrar¨¢ encajonada, y tendr¨¢ que utilizar el est¨ªmulo fiscal para salir de la recesi¨®n de balance.
P. Pek¨ªn est¨¢ dirigiendo inversi¨®n p¨²blica hacia sectores como el tecnol¨®gico, de manufacturas y militar. ?Son los pasos correctos?
R. Si el Gobierno pide prestado y gasta el dinero, no hay raz¨®n para que el PIB se desplome. El Gobierno chino es consciente de esto y est¨¢ tratando de hacer algunos est¨ªmulos fiscales. Pero c¨®mo se gasta el dinero tiene consecuencias indirectas, ya sea en cuestiones de seguridad nacional o el llamado problema de sobrecapacidad. He recomendado al gobierno chino que termine todos los edificios de apartamentos empezados. Esa deber¨ªa ser la primera defensa contra la recesi¨®n de balance, y se est¨¢ moviendo en este sentido. Me preocupa si la cantidad es la adecuada, dado el tama?o de la econom¨ªa china y la magnitud del problema.
P. Los l¨ªderes europeos y estadounidenses llevan meses advirtiendo de esta sobrecapacidad.
R. El exceso de capacidad se debe a la debilidad de la demanda interna china. Si esta se recupera y vuelve a la normalidad, estoy seguro de que el impulso exportador de los fabricantes chinos ser¨¢ mucho menor. Nadie hablar¨¢ de exceso de capacidad una vez que la econom¨ªa china se estabilice. Pero esto puede llevar muchos a?os, Jap¨®n tard¨® m¨¢s de 20. Incluso si tomara de 5 a 7 a?os puede colocar la econom¨ªa mundial en una situaci¨®n muy dif¨ªcil.
P. Washington ha impuesto ya aranceles del 100% al coche el¨¦ctrico chino, y se espera que Bruselas haga algo similar [anunci¨® tasas de hasta un 48% un d¨ªa despu¨¦s de esta entrevista]. Un nuevo signo de desglobalizaci¨®n. ?Qu¨¦ rumbo est¨¢ tomando la econom¨ªa mundial?
R. Me preocupa seriamente que Estados Unidos, supuestamente el l¨ªder del libre comercio, aumente tan f¨¢cilmente los aranceles. Y si Donald Trump es reelegido, ese tipo puede hacer cosas horribles al libre comercio. Esto no es un problema chino, sino m¨¢s bien de Estados Unidos, que ha tenido un d¨¦ficit comercial los ¨²ltimos 45 a?os. En la universidad de Econom¨ªa, nos ense?aron que el libre comercio crea ganadores y perdedores en el mismo pa¨ªs. Pero las ganancias de los ganadores son mayores que las p¨¦rdidas de los perdedores, as¨ª que la econom¨ªa, en su conjunto, sale ganando. Los profesores nunca nos dijeron una cosa: para que esta conclusi¨®n se sostenga, el comercio debe estar en equilibrio o en super¨¢vit. Si tienes d¨¦ficit a?o tras a?o tras a?o, el n¨²mero de personas que se consideran perdedoras del libre comercio sigue creciendo.
P. Y tiene consecuencias en las urnas.
R. Tras unos 40 a?os, ese grupo en Estados Unidos fue lo suficientemente grande como para enviar a Donald Trump a la Casa Blanca, porque estaba abiertamente a favor del proteccionismo. Una vez expulsado, cuando entr¨® Joe Biden en 2020, este tambi¨¦n se dio cuenta de que existe este gran grupo, y por eso se neg¨® a reincorporarse al Acuerdo Transpac¨ªfico de Cooperaci¨®n Econ¨®mica, mantuvo todos los aranceles de Trump, y ahora est¨¢ planteando un gran n¨²mero de ellos.
P. ?Ve alguna soluci¨®n?
R. Estados Unidos no ha logrado abordar la cuesti¨®n porque permiti¨® que el d¨®lar se mantuviera demasiado alto, y no hab¨ªa manera de que los fabricantes estadounidenses pudieran competir con los japoneses y luego con los taiwaneses, los coreanos y los chinos. A menos que se haga algo con el d¨®lar, la ¨²nica forma en que pueden protegerse es a trav¨¦s de aranceles. EE UU y algunos otros est¨¢n yendo en esta direcci¨®n. Lo encuentro muy preocupante. Deber¨ªan unirse y bajar el d¨®lar para detener esta implosi¨®n del libre comercio.
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