?Cu¨¢l es la jornada laboral en cada sector? ?Qu¨¦ pa¨ªses echan menos horas que Espa?a? 9 gr¨¢ficos ¨²tiles en plena negociaci¨®n
Los sectores m¨¢s precarios y las comunidades en las que estos predominan concentran las jornadas pactadas m¨¢s largas. Trabajo est¨¢ cerca de un acuerdo con los sindicatos, mientras el PSOE pide alargar el di¨¢logo para que participe la patronal
El Ministerio de Trabajo, los sindicatos y la CEOE buscan un acuerdo para reducir la jornada ordinaria semanal a 38 horas y media este a?o y a 37,5 en 2025. El departamento de Yolanda D¨ªaz y los representantes de los trabajadores sintonizan, al contrario que la patronal, lejos del pacto. Pero el PSOE insiste en la importancia de que participe la CEOE, y por ello reclama que la negociaci¨®n se alargue, contra los deseos de D¨ªaz y los sindicatos.
Si el pacto que alcancen los agentes sociales (a dos o tres partes) recibe el respaldo del Congreso de los Diputados, Espa?a avanzar¨¢ en una posici¨®n que lleva 40 a?os congelada. El Estatuto de los Trabajadores establece las 40 horas semanales desde 1983. Sin embargo, eso no quiere decir ni mucho menos que todos trabajemos 40 horas, ni que esa sea la norma en el resto de pa¨ªses europeos.
A continuaci¨®n desgranamos el panorama espa?ol respecto a la jornada laboral, por sectores, territorios y en comparaci¨®n con el resto de Europa.
Las jornadas pactadas m¨¢s largas, en hosteler¨ªa
Antes de abordar esta estad¨ªstica conviene precisar que lo que pretende cambiar el Gobierno es la jornada ordinaria m¨¢xima legal. Es decir, el l¨ªmite a partir del cual otra hora de trabajo se considera una hora extraordinaria. Aunque las 40 horas no hayan cambiado en el Estatuto de los Trabajadores en cuatro d¨¦cadas, la negociaci¨®n colectiva s¨ª ha logrado contracciones sector a sector o empresa a empresa. Es decir, patronales y sindicatos han acordado jornadas ordinarias inferiores a las 40 horas en diversos convenios colectivos.
Esto se refleja en las estad¨ªsticas del Ministerio de Trabajo, que establecen un promedio de 38,2 horas. Todos los sectores tienen jornadas medias pactadas por debajo de las 40 horas, aunque sea por los pelos, como hosteler¨ªa (39,4), empleo dom¨¦stico (39,3), comercio (39,1) y la actividad agraria (39). Son las cuatro actividades con jornadas pactadas m¨¢s largas y todas ellas se caracterizan por condiciones laborales precarias, a veces con horarios repartidos a lo largo de todo el d¨ªa, imprevisibles y retribuciones baj¨ªsimas. Tambi¨¦n son sectores menos productivos que la media, en los que la mano de obra es intensiva y la tecnolog¨ªa es menos decisiva, por lo general.
El panorama es justo el contrario en los sectores m¨¢s productivos, varios de ellos entre los que m¨¢s fuerza sindical atesoran. De ah¨ª que la jornada media pactada casi empate con el promedio en industria y log¨ªstica (38,4) y est¨¦ por debajo en suministro de energ¨ªa o finanzas (37,9 y 37,1), las dos actividades con mejores salarios de la econom¨ªa espa?ola (en torno a 3.500 euros mensuales). Los sectores con las jornadas pactadas m¨¢s bajas muestran la fortaleza de los sindicatos en lo p¨²blico: 32,6 horas en educaci¨®n y 35,9 en el corpus de la Administraci¨®n p¨²blica.
Estas diferencias por sectores apuntalan los argumentos tanto de un bando como del otro en la negociaci¨®n. Los sindicatos y el ministerio dicen que son la mejor prueba de que hay sectores a los que no llega la negociaci¨®n colectiva, que siguen trabajando tantas horas porque los empleados no tienen fuerza suficiente para lograr que las patronales cedan. Y que por ello la contracci¨®n se debe dar por ley, porque se est¨¢ ensanchando la desigualdad entre los trabajadores mejor protegidos y el resto. ¡°No es de justicia que las personas sin un sindicalismo fuerte no se vean beneficiadas¡±, dijo al t¨¦rmino de la ¨²ltima reuni¨®n en el ministerio el vicesecretario general de Pol¨ªtica Sindical de UGT, Fernando Luj¨¢n.
La patronal lee justo lo contrario: s¨ª est¨¢ habiendo reducciones de las jornadas pactadas, de ah¨ª que el promedio est¨¦ en 38,2, y se est¨¢n dando en los sectores m¨¢s productivos, en aquellos en los que la mejora de la productividad permite hacer lo mismo o m¨¢s en menos tiempo. Por ello CEOE y Cepyme, e institutos de estudios como Fedea, reclaman que no haya una reducci¨®n forzada por ley que implique un aumento de los costes salariales. Que se deje al albur de la negociaci¨®n bipartita.
37 horas en Euskadi, 39,3 en Canarias
El peso de unas actividades u otras en cada territorio es f¨¢cil de adivinar en un vistazo a la jornada pactada en promedio en cada provincia. Donde m¨¢s peso tienen los sectores de alto valor a?adid, Euskadi, Navarra y Catalu?a, m¨¢s cortas son las jornadas pactadas, ya entre las 37 y las 37 horas y media. Tambi¨¦n registran jornadas inferiores al promedio en la Comunidad de Madrid. En el otro lado de la balanza hay autonom¨ªas en las que mandan la hosteler¨ªa y la agricultura, como Andaluc¨ªa (38,89), Regi¨®n de Murcia (39,13) y Canarias (39,27). Hay m¨¢s de dos horas de diferencia a la semana entre la jornada pactada de los vascos y de los canarios, una brecha que tambi¨¦n cristalizan los salarios: los primeros cobran 2.500 euros brutos al mes, frente a los 1.870 de los insulares.
Aunque en promedio los canarios trabajan m¨¢s, en la desagregaci¨®n por convenios provinciales (sin tomar en cuenta los interauton¨®micos, que bajan mucho la media en territorios como Catalu?a) el peor dato es el de Almer¨ªa (39,57), seguido de Santa Cruz de Tenerife (39,29), Las Palmas (39,26), Ourense (39,21) y M¨¢laga (39,17). Las jornadas m¨¢s cortan se registran en Bizkaia (36,93), Gipuzkoa (37,18), Navarra (37,43), ?lava (37,56) y Madrid (38,22).
Tendencia a la baja, pero despacio
La jornada pactada se contrae poco a poco en Espa?a, en una ca¨ªda con altibajos en funci¨®n de la situaci¨®n econ¨®mica. Sindicatos y patronales vienen se?alando que en los momentos cr¨ªticos parte del ajuste para ahorrar costes laborales cristaliza en menos tiempo de trabajo, de ah¨ª que de 2010 a 2011 (en plena Gran Recesi¨®n) la jornada media pactada cayese de 38,36 a 38,05, y que de 2019 a 2020 (el a?o de la pandemia) pasara de 38,31 a 38,04. Sea como sea, el ¨²ltimo registro, de 2022 (38,18) es inferior al primero de la serie estad¨ªstica, las 38,53 horas de 2001.
?Cu¨¢l es la jornada pactada en Europa?
Si cristaliza la promesa del PSOE y Sumar, Espa?a se pondr¨ªa claramente a la vanguardia en la regulaci¨®n del tiempo de trabajo. Seg¨²n los datos de la OCDE, de los pa¨ªses que establecen una jornada ordinaria para el com¨²n de los empleados, en Europa solo Francia (35) y B¨¦lgica (38) fijan tiempos inferiores a las 40 horas.
Hay otros pa¨ªses en los que esta figura (una jornada pactada global) no existe, como Alemania, donde queda en manos de la negociaci¨®n colectiva en cada sector. Y esta derivada es clave, ya que aunque las 40 horas sigan siendo tot¨¦micas, la jornada media pactada en convenios sectoriales ya est¨¢ por debajo en otros pa¨ªses. El registro espa?ol (38,2) est¨¢ en l¨ªnea con el alem¨¢n o el italiano (38), pero hay otros pa¨ªses en condiciones muy diferentes: la jornada pactada es m¨¢s corta en Suecia (37,1) o Pa¨ªses Bajos (37,4) y mucho m¨¢s larga en Austria (38,8) o Portugal (39,4).
?Y cu¨¢nto trabajamos realmente?
Hasta aqu¨ª hemos analizado las jornadas pactadas, lo que cambiar¨¢ si fructifican los planes del Ministerio de Trabajo. Pero otra variable clave es el tiempo real de trabajo, cu¨¢ntas horas echamos de verdad a la semana. Seg¨²n Eurostat en Espa?a trabajamos un promedio de 36,6 horas, ligeramente por encima de la media europea (36,4) y lej¨ªsimos de los pa¨ªses que menos tiempo pasan en el puesto, B¨¦lgica (35), Alemania (34,5), Noruega (34,4), Dinamarca (33,3) y Pa¨ªses Bajos (30,5), todos ellos con renta per c¨¢pita superior a la espa?ola. En el otro lado de la balanza, el de los pa¨ªses que m¨¢s horas trabajan, encontramos econom¨ªas menos desarrolladas: Polonia (39,5), Croacia (39,6), Bulgaria (40), Chipre (40,2) y Ruman¨ªa (40,3).
Cabe precisar que estos datos son globales, tomando en cuenta el tiempo parcial, que tira del promedio para abajo. Al contrario de lo que podr¨ªa parecer, los mayores niveles de parcialidad se asocian con econom¨ªas m¨¢s poderosas: Pa¨ªses Bajos (38,75%), Austria (30,4%), Alemania (28,5%) o B¨¦lgica (22,9%). Esta proporci¨®n tan alta es la que hunde el tiempo de trabajo en estos pa¨ªses, todo un signo de fortaleza econ¨®mica: si hay tantas jornadas parciales es porque all¨ª los salarios son muy superiores, se puede vivir con menos de un sueldo completo. De ah¨ª que la parcialidad involuntaria (personas que querr¨ªan trabajar a jornada completa) sea ¨ªnfima en estos pa¨ªses, mientras que Espa?a est¨¢ en cabeza en esa variable. El 41% de los trabajadores con esa jornada querr¨ªan trabajar a jornada completa, en l¨ªnea con el 44% de Grecia y el 42% de Portugal. En Alemania solo son el 4%.
Seg¨²n los datos de OCDE, los empleados espa?oles trabajaron en 2023 1.632 horas en c¨®mputo anual, el m¨ªnimo registrado si no tomamos en cuenta la anomal¨ªa de 2020 por la pandemia. Esta cifra es 60 horas inferior a la de 2013 y supera en 120 a la de 2003. El primer registro, de 1970, marcaba 2.046 horas por trabajador al a?o, 400 m¨¢s que ahora, el equivalente a diez semanas de jornada al uso. Esta tendencia a la baja es parecida a la que vienen registrando el resto de principales econom¨ªas europeas.
?Echamos horas extra? ?Y cu¨¢ntas cobramos?
De los 18 millones de asalariados que hay en Espa?a, 884.000 hacen horas extra, seg¨²n indica la Encuesta de Poblaci¨®n Activa del primer trimestre. Estas cifras esconden un problema estructural del tiempo de trabajo en Espa?a: una parte important¨ªsima de las horas extra no se retribuyen. Solo el 51,3% de los trabajadores que hicieron horas extraordinarias declaran que cobraron todas, frente a un 42,6% que nunca recibe retribuciones por ellas y un 6,1% que cobra algunas y otras no. Entre las medidas compensatorias requeridas por los empresarios para aceptar el recorte de jornada est¨¢ el aumento del tope de horas extra anuales permitido, ahora establecido en 80. Trabajo descarta esta posibilidad.
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