Solidaridad y protestas en Valencia

El alivio m¨¢s valioso que est¨¢n recibiendo las v¨ªctimas de la sobrecogedora riada de Valencia es la ola de solidaridad de los voluntarios que han reforzado decisivamente los auxilios de los servicios p¨²blicos. La abnegaci¨®n mostrada por miles de personas, (bomberos, polic¨ªas, militares y sobre todo voluntarios), es un fuerte revulsivo contra el individualismo del capitalismo.

La fraternidad no se improvisa y depende de su preparaci¨®n y organizaci¨®n. En Valencia actuaron con rapidez porque ya exist¨ªan importantes entidades como Cruz Roja, Plataforma del Voluntariado de la Comunidad Valenciana, C¨¢ritas, Oxfam Interm¨®n, los sindicatos, ECOSOL, Petjades, Farmamundi y Metges del M¨®n entre muchos otros. Ha sido lamentable el rechazo inicial a los bomberos de otras comunidades por parte de la Generalitat Valenciana.

Junto a las acciones de solidaridad han aparecido las protestas ciudadanas por los fallos de las autoridades antes y despu¨¦s de la tragedia. Este tipo de acciones son cada vez m¨¢s relevantes en las sociedades democr¨¢ticas. Son necesarias para hacer reaccionar a las autoridades e instituciones ante las necesidades reales desatendidas. El profesor de Filosof¨ªa Moral de la Universidad de Girona, Joan Verg¨¦s Gifra, acaba de publicar La protesta i la queixa, (Arcadia), que aporta una fecunda reflexi¨®n sobre el distinto impacto social de ambas formas de acci¨®n ciudadana.

Es notorio el crecimiento de este tipo de acciones. Seg¨²n el Ministerio del Interior en 1994 se notificaron en Espa?a 10.902 manifestaciones y en 2018 se elevaron a 53.726. Con base al libro World Protests: A Study of Key Protest Issues in the 21 st Century, el autor analiza el aumento de las protestas en el mundo que han pasado de 576 entre 2006 y 2010, a 1.152 entre 2016 y 2020. Incluye algunas tan significativas como la Primavera ?rabe, el 15 M en Espa?a, el MeToo o el Proc¨¦s catal¨¢n o el Black Lives Matter. Destaca la huelga general contra liberalizaci¨®n de la agricultura en la India en 2020 en la que participaron 250 millones de personas, probablemente la huelga m¨¢s grande de la historia.

Verg¨¦s, realiza una triple caracterizaci¨®n de la protesta: desigualdad socioecon¨®mica; su percepci¨®n como un perjuicio y entendimiento que esta desigualdad es injusta. Reflexiona sobre el papel de los activistas y la desobediencia civil de la mano de Howard Zinn, John Rawls y Donald Dworkin. Inspirado por Albert Camus, cree que ¡°no hay nada m¨¢s democr¨¢tico que protestar¡±.

En la tragedia de Valencia se dan elementos serios para protestar. Los afectados sufren una clara desigualdad econ¨®mica, al pertenecer a ciudades convertidas en barrios pobres de Valencia. Los fallos y retrasos en la informaci¨®n se debieron en buena parte por anteponer los intereses empresariales de no parar las actividades econ¨®micas a la seguridad de los trabajadores. Hay un tercer factor global que afecta a la planificaci¨®n urban¨ªstica y a los sistemas de protecci¨®n que explica los fallos anteriores: La negaci¨®n del cambio clim¨¢tico. Qued¨® patente con el desmantelamiento de la Unidad Valencia de Emergencias por el PP y VOX. Har¨¢n falta muchas protestas para logar una acci¨®n p¨²blica al servicio de los ciudadanos.