El FMI constata el retraso de las grandes empresas europeas sobre las estadounidenses: menos innovadoras y productivas
El organismo advierte de que en Europa hay un d¨¦ficit de empresas j¨®venes con alto crecimiento y sobreabundancia de peque?as empresas maduras de bajo crecimiento
La econom¨ªa europea languidece. Lleva bastantes a?os perdiendo la carrera de la productividad y, en consecuencia, de la competitividad de sus empresas con Estados Unidos y China. Y eso est¨¢ muy vinculado con la falta de innovaci¨®n de las grandes empresas europeas, que, como se?ala el Fondo Monetario Internacional (FMI), invierten bastante menos que las estadounidenses en investigaci¨®n y desarrollo. Esto se ve en un sector con claridad, la tecnolog¨ªa: en los ¨²ltimos 20 a?os la inversi¨®n de las firmas norteamericanas ha crecido un 40%, ¡°mientras que en las europeas se ha mantenido constante¡±, se?ala un breve informe del FMI que diagnostica los males de la UE para acabar planteando una soluci¨®n muy similar a la que ponen sobre la mesa los informes de Enrico Letta y Mario Draghi: ahondar en el mercado ¨²nico para que este gane tama?o y con ¨¦l, el sector privado europeo.
El documento que ha divulgado el FMI este jueves contiene datos, que como este, evidencian que Europa se queda atr¨¢s por la falta de dinamismo: el a?o de fundaci¨®n de las 10 mayores empresas estadounidense fue 1985; en Europa 1911. Pocos datos resumen mejor que estas dos fechas ese concepto schumpeteriano de la destrucci¨®n creativa en la econom¨ªa -por el que la innovaci¨®n y las revoluciones tecnol¨®gicas generan algo nuevo que acaba por arrumbar lo viejo en el sistema productivo- se despliega mucho mejor a un lado del Atl¨¢ntico que al otro.
Todo esto acaba resultando en que en ¡°Europa no solo hay un d¨¦ficit de empresas j¨®venes con alto crecimiento, sino tambi¨¦n de empresas de ¨¦xito, como demuestra la sobreabundancia de peque?as empresas maduras de bajo crecimiento¡±, apostillan los economistas del Fondo. Apoya esa conclusi¨®n que, por ejemplo, el 20% del empleo en la Uni¨®n se agrupa en compa?¨ªas de 10 trabajadores o menos, es decir, en microempresas. En Estados Unidos ese porcentaje es la mitad.
Pero este escenario no es m¨¢s que la consecuencia de un diagn¨®stico que se repite una vez tras otras en muchos de los informes que analizar por qu¨¦ la econom¨ªa europea pierde en la carrera contra la estadounidense desde antes de acabar el acabar el siglo pasado y lejos de encontrar soluciones ve c¨®mo la brecha se agranda cada vez m¨¢s. Y ese diagn¨®stico pasa por un mercado ¨²nico incompleto que encuentra en esa construcci¨®n inacabada l¨ªmites a su tama?o, lo que acaba por afectar al sector privado.
¡°El tama?o limitado del mercado impide la innovaci¨®n y el crecimiento entre las empresas europeas m¨¢s productivas¡±, apunta el Fondo. ¡°Frente a estas barreras, las empresas europeas tienen dificultades para aprovechar las econom¨ªas de escala y los efectos de red tanto como las empresas estadounidenses¡±, puede leerse en otro punto.
La falta de una verdadera uni¨®n de capitales acarrea para las empresas m¨¢s problemas en su financiaci¨®n que en otras zonas como, de nuevo, Estados Unidos. Lastra la inversi¨®n en investigaci¨®n y desarrollo, un elemento que conforme se desarrolla la revoluci¨®n digital gana protagonismo, puesto que con avances como la inteligencia artificial o la computaci¨®n cu¨¢ntica se precisa cada vez m¨¢s dinero para no quedarse atr¨¢s.
Siendo este el an¨¢lisis de las causas, la propuesta de soluciones pasa, l¨®gicamente, por reclamar que se eliminen esos ¡°cuellos de botella¡± que hay en el mercado ¨²nico y sus regulaciones para para profundizar en ¨¦l. De ah¨ª que plantee que ¡°hay margen para ampliar el acceso al mercado de las empresas dentro de Europa abordando la falta de inversi¨®n en infraestructuras fronterizas, abriendo sectores protegidos, prosiguiendo la liberalizaci¨®n del comercio de servicios y armonizando las normativas¡±. Tambi¨¦n ven espacio los t¨¦cnicos del Fondo ¡°para promover la entrada mediante la flexibilizaci¨®n de las barreras administrativas a la entrada, especialmente en los sectores de servicios¡±.
El FMI recupera, incluso, alguna de las recetas que se pod¨ªan leer en sus informes -y en los de la OCDE- acerca de Espa?a antes de la crisis financiera: ¡°Facilitar la reasignaci¨®n de trabajadores hacia empresas j¨®venes e innovadoras si protegen a los trabajadores en lugar de los puestos de trabajo¡±. Hasta el ejemplo es el mismo que se pon¨ªa entonces: Dinamarca y sus recetas de flexiseguridad en un mercado de 2,9 millones de trabajadores con un gran gasto en pol¨ªticas activas de empleo.
En lo que no entra este documento, es en c¨®mo se debe financiar la inversi¨®n en el sector p¨²blico. Los economistas del Fondo no se adentran en uno de los terrenos m¨¢s pantanosos de la UE: emisiones de deuda conjunta para pagar, al menos, los proyectos comunes europeos , algo que viene a sugerir Draghi en sus recetas.
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