Alejandra Nu?o: ¡°Las empresas no pueden seguir siendo peque?os reinos de taifas corrosivos que nos vac¨ªan y llenan de desafecci¨®n¡±
La experta en crecimiento empresarial reivindica la cultura del cuidado y el bienestar personal como elementos clave en la futura relaci¨®n entre las organizaciones y sus trabajadores
Entre las muchas consecuencias que dejar¨¢ la pandemia est¨¢, sin duda, la forma en que ha transformado el mundo laboral y c¨®mo nos relacionamos con ¨¦l. Cada vez son m¨¢s quienes se proponen priorizar, por encima de todo, su bienestar y su salud mental, y exigen un trabajo que les permita vivir y realizarse de acuerdo con esos principios fundamentales. No en vano tres de cada cuatro espa?oles reconocen ser incapaces de desconectar del trabajo, y casi la mitad (el 45 %) sufren estr¨¦s laboral cr¨®nico, seg¨²n un estudio de Cigna. Los contenidos relacionados con el bienestar y la psicolog¨ªa positiva son frecuentes en plataformas de formaci¨®n corporativa como Goodhabitz, cuyo curso sobre c¨®mo combatir el burnout laboral, por ejemplo, ha sido realizado por m¨¢s de 400.000 empleados; y a partir del uno de enero, el estr¨¦s laboral estar¨¢ incluido dentro de la Clasificaci¨®n Internacional de Enfermedades que publica la Organizaci¨®n Mundial de la Salud.
Mientras, en Estados Unidos, cuatro millones de personas abandonan voluntariamente la poblaci¨®n activa cada mes, en un fen¨®meno que comenz¨® en abril y que los expertos ya han bautizado como la Gran Renuncia, cuestionando el enfoque tradicional que priorizaba el desempe?o profesional por encima de cualquier otra cosa. Los factores en juego son numerosos: bienestar, flexibilidad laboral, comunicaci¨®n de valores, percepci¨®n de desarrollo personal... Todo parece indicar un nuevo contexto de retos y oportunidades laborales con la salud como eje que ser¨¢, seg¨²n los Fjord Trends 2022 de Accenture International, una de las cinco grandes tendencias del a?o que entra, y que puede facilitar el crecimiento de una nueva cultura del cuidado en organizaciones grandes y peque?as. De todo ello conversamos con Alejandra Nu?o, soci¨®loga y experta en crecimiento empresarial.
Pregunta. ?En qu¨¦ consiste la cultura del cuidado en las empresas, y de qu¨¦ manera ha influido la pandemia?
Respuesta. La covid supuso un revulsivo para millones de personas. Puede que, por primera vez en mucho tiempo, hicieran un balance de lo que verdaderamente importaba en sus vidas, y les ofreci¨® la oportunidad de redise?ar c¨®mo, con qui¨¦n y de qu¨¦ modo las quer¨ªan vivir. Nos mostr¨®, con un golpe seco y sin tapujos, la vulnerabilidad de nuestras vidas, y nos puso frente a un nuevo paradigma que muchas empresas han sabido abanderar afianzando su compromiso con la salud y el bienestar como epicentro de un crecimiento sostenible. La cultura del cuidado no es otra cosa que poner la vida en el centro de los negocios, de forma transversal a toda su operativa.
Se trata de compa?¨ªas que empoderan y llenan de autoestima a sus equipos, recompensando el esfuerzo y la meritocracia bajo la batuta de un liderazgo humanista; compa?¨ªas que promueven un sistema de comunicaci¨®n diferente y que conciben el trabajo en espacios colaborativos que se adec¨²an a lo humano, y no al rev¨¦s. Reconocen el valor de generar climas de confianza y lo demuestran siendo flexibles, porque han observado que hemos sido capaces de afrontar de forma madura una pandemia, probando que se puede teletrabajar.
P. Sin embargo, parece que en cuanto la situaci¨®n sanitaria lo ha permitido, la mayor¨ªa de las organizaciones ha querido volver a la presencialidad total...
R. Como cualquier otro cambio social o econ¨®mico (y eso pasa por las propias estructuras laborales), materializar su capitalizaci¨®n a¨²n llevar¨¢ un tiempo. Las compa?¨ªas van a tener que mejorar sus propuestas de valor, porque la mentalidad de los equipos a nivel global ha cambiado. Se ha puesto la primera piedra y se piden unos entornos laborales diferentes. Pero va a suceder seguro, porque este modelo no era natural y no fomenta los resultados. Hay que ir hacia formatos de trabajo mucho m¨¢s flexibles, que generen confianza y que sean m¨¢s inteligentes.
P. ?Se trata de una tendencia global?
R. Yo creo que la gran crisis laboral que se inici¨® en el mercado americano ha cruzado el charco y llegado al viejo continente, redefiniendo las expectativas sobre el significado del trabajo. Las personas quieren trabajar en coherencia con la vida; quieren trabajar en salud, y quieren algo tan sencillo como el reconocimiento. Sentirse valorados transciende con creces una n¨®mina o un contrato indefinido. Las organizaciones no pueden seguir siendo peque?os reinos de taifas corrosivos que nos vac¨ªan y llenan de desafecci¨®n. Nadie quiere trabajar en entornos t¨®xicos. Y bajo esta premisa, valoro la valent¨ªa del que emprende, y quiero una segunda oportunidad, sin complejos, para que el que haya fracasado lo pueda volver a intentar. Pero no a cualquier precio: tiene que haber un prop¨®sito, un compromiso, y eso comienza por la gesti¨®n del capital humano bajo la cultura del cuidado.
P. En un contexto de crisis social y econ¨®mica como el actual, llama la atenci¨®n que haya cuatro millones de personas abandonando cada mes la poblaci¨®n activa en EE UU.
R. Eso se explica porque la covid ha servido como un revulsivo para sopesar el valor de la vida, de los significados que nos llenan. Una gran parte de esa Gran Renuncia reivindica un m¨¢s all¨¢, busca una conciliaci¨®n con lo humano, en trabajar para que el mundo sea m¨¢s equitativo. Eso, para m¨ª, y m¨¢s en lo que concierne a Espa?a, me parece un gran halo de esperanza. Creo firmemente que estamos construyendo el futuro concepto del trabajo.
P. Pero no parece probable que algo as¨ª pueda suceder en Espa?a.
R. Los dos mercados son muy distintos, tanto estructural como culturalmente, y honestamente, no veo probable que esa Gran Renuncia suceda en nuestro pa¨ªs; m¨¢s a¨²n cuando Espa?a est¨¢ sumida en retos tan complejos como el paro juvenil. Pero, por eso mismo, creo firmemente que hay que impulsar ese cambio. Aliento un cambio de mentalidad sobre el c¨®mo se trabaja, lo que significa y lo que debe aportar en nuestras vidas. Porque, entre otras cosas, no es asumible seguir, como hasta ahora, trabajando contra natura. El trabajo debe suponer una forma de autorrealizaci¨®n personal que transcienda el nivel productivo.
P. ?Se da ahora una mayor importancia al cuidado personal a la hora de buscar empleo?
R. Definitivamente s¨ª. Es un reclamo de captaci¨®n y retenci¨®n del talento, una cuesti¨®n de rentabilidad y valores. Hablar de una pol¨ªtica de autocuidado, tanto individual como corporativo, es un s¨ªntoma de madurez, de desarrollo y de elevaci¨®n moral. Por eso mismo no est¨¢ capitalizado todav¨ªa, ni siquiera en los pa¨ªses desarrollados: los cambios sociales y estructurales conllevan tiempos de maduraci¨®n. Pero tambi¨¦n es inevitable reflexionar sobre el clima de crispaci¨®n de la clase pol¨ªtica, que genera much¨ªsima toxicidad. No nos lo podemos permitir: los gestores p¨²blicos, al igual que los privados o los propios ciudadanos, deben autoexigirse una vocaci¨®n de crecimiento social, trabajar por objetivos y asumir con pasi¨®n y humildad que el futuro pasa por sus manos. Lo p¨²blico y lo privado deben madurar.
P. En este contexto de pandemia, ?qu¨¦ tendencias de crecimiento empresarial ser¨¢n m¨¢s relevantes en el futuro?
R. Destacar¨ªa cuatro tendencias, todas interrelacionadas entre s¨ª. Por un lado, est¨¢ la visi¨®n que tenemos del crecimiento sostenible: un sistema productivo respetuoso con las personas y el planeta, que busca el largo plazo y evita el corto. Se acab¨® la cultura del pelotazo a cualquier precio; hacen falta soluciones cocreativas humildes entre consumidores y marcas que saben escucharse, aportaciones de valor inteligentes que, adem¨¢s, son comprometidas con dejar huella bajo las pol¨ªticas de prop¨®sitos ¨¦ticos y responsables. La segunda gran tendencia es el valor de la tecnolog¨ªa, que al automatizar los procesos aporta calidad relacional y nos permite liberar tiempo para pensar y para vivir.
El ecosistema digital se reinventa, crece y se reproduce, y nos trae el metaverso; nuevos entornos para relacionarnos que generar¨¢n negocio y que paulatinamente se ir¨¢n asentando. De ah¨ª me ir¨ªa a la cuarta tendencia, el cambio relacional sobre nuestra percepci¨®n del trabajo, lo que es y lo que debe ser. Eso hace que las corporaciones asuman madurez, mejorando sus propuestas de valor que se manifiestan con comportamientos comprometidos con la salud y el bienestar, y por primera vez, ponen la vida en el eje del negocio.
P. Una de las tendencias relacionadas con esta cultura del cuidado ser¨ªa la del job crafting. ?Qu¨¦ es y c¨®mo funciona?
R. El job crafting nace dentro de entornos empresariales maduros. Consiste en aportar flexibilidad para dise?ar algunos aspectos de su rutina diaria, con el objetivo de conciliar y trabajar con una mayor sostenibilidad y bienestar y, por tanto, producir con m¨¢s rentabilidad. En la actual coyuntura social, el job crafting representa una gran oportunidad para empoderar a las personas, concedi¨¦ndoles el poder de dise?ar sus propias estructuras laborales (que no tienen por qu¨¦ ser colectivas). Puede ser un incentivo para emprender, e implica que las personas puedan elegir c¨®mo quieren vivir y trabajar. Hoy en d¨ªa hay m¨¢s facilidades porque existen m¨²ltiples combinaciones y formatos, gracias a la democratizaci¨®n de la tecnolog¨ªa.
Podemos ser due?os de nuestro tiempo conciliando y siendo m¨¢s honestos con nuestras propias propuestas de valor, casadas con nuestras mejores cualidades. Un compromiso con la excelencia que es fruto de la libertad y de vivir en coherencia con nuestra forma de ser, fomentando nuestra autoestima y motivaci¨®n. No s¨¦ si podr¨ªa asentarse en Espa?a, pero hay un mont¨®n de factores en el entorno (el auge del e-commerce, la posibilidad de crear tu propio contenido y colaborar con profesionales de otras partes del mundo) que lo favorecen, y por eso es necesario darle voz.
P. ?Puede decirse que las empresas son m¨¢s conscientes de la importancia de cuidar el bienestar y la salud mental de sus trabajadores?
R. Las empresas han tomado una firme conciencia de ello, hasta el punto de que la salud y el bienestar est¨¢n dentro del ADN de la propuesta de valor conviviendo con la sostenibilidad, la diversidad y el prop¨®sito corporativo. No es una moda pasajera, ha llegado para quedarse, porque el sistema antinatural no era sostenible. No podemos producir en contra del planeta, de las personas o de la vida. Y para m¨ª, el hecho de tomar conciencia de ello representa el gran cambio. A partir de ah¨ª, la operativa integral de la compa?¨ªa, desde financiero a ventas, es salud. Es un modelo de gesti¨®n en s¨ª mismo, un cambio cultural que desde mi punto de vista es sanador, porque libera la verdadera esencia del individuo, lo motiva, lo llena, le da razones para ir y sumarse diariamente.
P. ?Se valora suficientemente la experiencia acumulada?
R. La nueva concepci¨®n laboral que estamos viviendo es un motivo que pone en valor la experiencia, y esta debe ser una forma de ganar autonom¨ªa, de capitalizarla y fragmentarla. Cuando tienes 40 a?os tienes una experiencia acumulada y la puedes diversificar y monetizarla. ?Hay que perder el miedo! Diversifiquemos y llev¨¦mosla a la academia, a los medios o al negocio directo o indirecto; aportando valor a terceros e incluso sumando al compromiso social, a la comunidad. No tenemos por qu¨¦ estar en estructuras que nos desalientan y nos queman. Lo que tenemos que hacer es hacer bien lo que se nos da bien, y luchar por ello.
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