La investigaci¨®n en enfermedades neurol¨®gicas, prioritaria ante el envejecimiento de la poblaci¨®n
Una de cada tres personas sufre alg¨²n tipo de trastorno neurol¨®gico. Concienciar sobre su prevenci¨®n y mejorar las pol¨ªticas p¨²blicas de apoyo a la investigaci¨®n ser¨¢ fundamental de cara al futuro
Migra?as, alzh¨¦imer, p¨¢rkinson, epilepsia, esclerosis m¨²ltiple, ELA... Un tercio de la poblaci¨®n mundial padece alg¨²n tipo de trastorno neurol¨®gico, y solo en Espa?a afectan a m¨¢s de siete millones de personas; una prevalencia que, con el envejecimiento de la sociedad, ir¨¢ en aumento. Son, adem¨¢s, la primera causa de discapacidad (y la segunda de mortalidad) en todo el mundo, y en Europa suponen un coste de m¨¢s de 800.000 millones de euros. Y, sin embargo, siguen estando infradiagnosticadas, no se destinan suficientes recursos a su investigaci¨®n y probablemente no estemos haciendo lo suficiente por prevenirlas. ¡°El cerebro humano consta de 100.000 millones de neuronas que son capaces de realizar m¨¢s de 10 millones de conexiones (sinapsis) gracias a las cuales podemos hablar, leer, escribir, pensar, aprender, sentir, respirar, comer o movernos. Sin el cerebro perder¨ªamos nuestra esencia como seres humanos, por lo que las enfermedades neurol¨®gicas tienen un fort¨ªsimo impacto en nuestra salud general, y prevenirlas debe ser una prioridad¡±, sostiene Jos¨¦ Miguel L¨¢inez, presidente de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa (SEN).
Y es que una detecci¨®n a tiempo facilita no solo su tratamiento, sino que impacta sensiblemente en el desarrollo y evoluci¨®n de la enfermedad, sea cual sea: en Espa?a, la patolog¨ªa neurol¨®gica m¨¢s frecuente es la migra?a (con cinco millones de personas, de las cuales 1,5 la sufren de forma cr¨®nica, es decir, durante m¨¢s de 15 d¨ªas al mes); seguida del alzh¨¦imer (700.000 personas); epilepsia (400.000); p¨¢rkinson (150.000) y esclerosis m¨²ltiple (50.000). Los efectos de la prevenci¨®n son m¨¢s que notorios: mantener unos h¨¢bitos de vida cerebrosaludables puede ayudar a prevenir hasta un 90 % de los casos de ictus, un 40 % de los casos de demencia o un 35 % de los de epilepsia.
Pero hay m¨¢s: para una gran parte de la sociedad, las cefaleas no son motivo de consulta m¨¦dica, y eso hace que cuatro de cada 10 migra?as sigan sin detectarse: se estima que un paciente puede llegar a tardar m¨¢s de seis a?os en recibir el diagn¨®stico, y transcurrir 14 desde la primera crisis de migra?a hasta una consulta inicial de atenci¨®n especializada. Una falta de diagn¨®stico y, por lo tanto, de tratamiento adecuado que, unido a la automedicaci¨®n, son la principal causa de cronificaci¨®n de esta patolog¨ªa, lo que la hace m¨¢s discapacitante y dif¨ªcil de tratar. Y, sin embargo, son la tercera enfermedad m¨¢s frecuente del mundo y la segunda causa de discapacidad.
Carencias en la investigaci¨®n
La prevenci¨®n y el diagn¨®stico van, no obstante, de la mano de un esfuerzo en investigaci¨®n que, seg¨²n los propios expertos, est¨¢ lejos de ser suficiente: ¡°En Espa?a, los recursos son muy limitados, y luego est¨¢ el problema de que a muchos neur¨®logos les cuesta investigar porque tienen que hacer much¨ªsima tarea cl¨ªnica ¡ªllegando a dedicar el 100 % de su jornada¡ª, y eso les deja muy poco tiempo disponible¡±, afirma L¨¢inez, que habla de un d¨¦ficit con Europa de hasta un 30 o 40 % menos de especialistas en neurolog¨ªa, dependiendo de con qui¨¦n se compare. ¡°A d¨ªa de hoy, yo creo que ese es probablemente el factor m¨¢s limitante, porque tanto los recursos humanos como el tiempo de las personas son limitados¡±. Pero los avances, aunque lleven tiempo, se producen: ¡°Hemos avanzado en much¨ªsimos aspectos. El tratamiento del ictus, por ejemplo, no tiene nada que ver con c¨®mo se abordaba hace 10 o 12 a?os; tienes terapias de rescate en lo vascular; se es capaz de hacer un cateterismo y evitar que el perfil se necrose...¡±
Muchos centros, como el hospital 12 de Octubre de Madrid, tienen sus propias l¨ªneas de investigaci¨®n. All¨ª, por ejemplo, se ha llevado a cabo un ensayo cl¨ªnico para las miopat¨ªas (enfermedades del m¨²sculo con una patolog¨ªa mitocondrial) gracias al cual pacientes que antes no ten¨ªan un tratamiento espec¨ªfico pueden mantenerse independientes durante a?os. ¡°Mientras, en la esclerosis m¨²ltiple nos hemos centrado mucho en las pruebas de neuroimagen, porque muchas veces nos encontramos lesiones que no sabemos si en el futuro van a provocar una esclerosis m¨²ltiple o si ser¨¢n menos agresivas. Un proyecto en el que colaboramos con la Universidad Complutense y la Rey Juan Carlos¡±, explica el doctor David P¨¦rez, jefe de servicio de Neurolog¨ªa del hospital madrile?o. Y las enfermedades neurodegenerativas, a?ade, tienen sus propias l¨ªneas de investigaci¨®n: ¡°Respecto al mal de Alzheimer, hemos trabajado mucho en biomarcadores, sustancias que pueden estar acumuladas o ser deficitarias en el l¨ªquido cefalorraqu¨ªdeo o en la sangre, y que nos avisan de que el paciente puede desarrollar esa u otra patolog¨ªa. Y hace a?os publicamos un trabajo muy interesante sobre la capacidad de detecci¨®n del p¨¢rkinson¡±.
Unos avances que tambi¨¦n vienen por el lado de la farmacolog¨ªa: ¡°En el campo de la esclerosis m¨²ltiple, los f¨¢rmacos incorporados condicionan y modifican la evoluci¨®n de la enfermedad; en la epilepsia (¡) permiten controlar mejor las crisis; en el p¨¢rkinson, adem¨¢s de nuevos medicamentos, se han mejorado las t¨¦cnicas quir¨²rgicas; en las migra?as ha habido avances important¨ªsimos que incorporan los anticuerpos monoclonales de algunos f¨¢rmacos; y en el alzh¨¦imer hay unos 80 f¨¢rmacos en investigaci¨®n¡±, recuerda L¨¢inez. De cara al futuro, quedan desaf¨ªos tecnol¨®gicos como la incorporaci¨®n de las t¨¦cnicas de inteligencia artificial. ¡°Ahora todos los implantes el¨¦ctricos son unidireccionales; solo dan est¨ªmulos, pero no reciben informaci¨®n. Se est¨¢n dise?ando sistemas mucho m¨¢s inteligentes que analizan lo que reciben y dan una respuesta en funci¨®n de ello. Y luego est¨¢ tambi¨¦n el descubrimiento de nuevas dianas y soluciones por parte de la gen¨¦tica¡±.
¡°Nunca se invierte suficiente en investigaci¨®n, porque no encontramos una soluci¨®n a corto plazo, sino a largo plazo. El problema es que las becas de las Administraciones p¨²blicas son altamente competitivas, y compiten muchos grupos a nivel nacional. Y luego est¨¢ la continuidad, porque a veces recibes financiaci¨®n para hacer un proyecto durante dos o tres a?os y luego de repente se corta durante uno o dos. Ser¨ªa interesante que las Administraciones apostaran por una l¨ªnea de financiaci¨®n constante¡±, reclama P¨¦rez.
Convertirse en especialista en neurolog¨ªa es, por otra parte, un camino largo que incluye al menos los seis a?os del grado en Medicina y cuatro a?os de residencia m¨¦dica (que podr¨ªan ser cinco, seg¨²n L¨¢inez), aparte de cursos de formaci¨®n continua como los que ofrece la propia SEN. ¡°Nuestra sociedad tiene un m¨¢ster de Neurolog¨ªa General y programas de formaci¨®n espec¨ªficos en los 22 grupos de estudio en que estamos estructurados: vascular, esclerosis m¨²ltiple, cefaleas... Cada grupo organiza un curso al a?o, para que todos nuestros residentes se formen en las diferentes especialidades, y luego hay cursos de formaci¨®n permanente¡±.
?Se pueden prevenir las enfermedades neurol¨®gicas?
Para el rector de la SEN, una de las claves a la hora de prevenir la aparici¨®n de enfermedades neurol¨®gicas o neurodegenerativas es la de mantener una buena reserva cognitiva, que no es sino la capacidad del cerebro para funcionar, aunque pierda un poco de algunas funciones: ¡°Se trata de estimular el cerebro con todo tipo de actividades intelectuales: leer, estar un poco informado, mantenerse activo.... La reserva cognitiva probablemente no aumenta significativamente la cantidad de neuronas, pero s¨ª la conectividad entre ellas, lo que hace que funcionen de forma mucho m¨¢s eficaz¡±. Y luego est¨¢ el beneficio de mantener unos h¨¢bitos de vida saludables, como evitar el tabaquismo, la hipertensi¨®n, el consumo de alcohol, la depresi¨®n, la inactividad f¨ªsica y mental, la diabetes o la contaminaci¨®n del aire, as¨ª como seguir una dieta mediterr¨¢nea y tener un estado an¨ªmico lo m¨¢s optimista posible: todo ello ayuda a reducir la prevalencia y progresi¨®n de muchas patolog¨ªas como el alzh¨¦imer, el ictus o la epilepsia.
Pero no se trata solo de educar y concienciar sobre h¨¢bitos preventivos. Para la Federaci¨®n Mundial de Neurolog¨ªa, tambi¨¦n es necesario invertir y mejorar el acceso a la atenci¨®n m¨¦dica porque, aunque el 70 % de la carga de los trastornos neurol¨®gicos recae en pa¨ªses en desarrollo, solo un 28 % de ellos han impulsado planes de lucha contra estas enfermedades. Una atenci¨®n que, adem¨¢s, ha de ser capaz de abordar necesidades muy diversas e incluso con perspectiva de g¨¦nero: ¡°En Espa?a, una de cada cinco personas con p¨¢rkinson tiene menos de 50 a?os y aproximadamente la mitad son mujeres... Y aunque la enfermedad afecta de forma diferente a cada persona, las mujeres tienen necesidades espec¨ªficas. Pero no hay investigaciones que consideren el g¨¦nero como una variable de estudio, a pesar de que s¨ª existen indicios sobre su importancia¡±, se?ala Paqui Ruiz, fundadora de la asociaci¨®n Con P de P¨¢rkinson.
¡°Aspectos propios de la mujer como son la menstruaci¨®n, la menopausia, el embarazo o los ciclos hormonales pueden estar afectando al tratamiento, la enfermedad y los s¨ªntomas de forma distinta en hombres y mujeres. Y luego tambi¨¦n hay estudios que confirman patrones distintos de autocuidado entre ellos y ellas, lo que conllevar¨ªa diferentes resultados en una enfermedad que requiere rutinas y h¨¢bitos de vida saludables durante a?os¡±, a?ade. En general, las personas con p¨¢rkinson de inicio temprano han de convivir con la enfermedad un mayor n¨²mero de a?os, lo que implica enfrentarse durante m¨¢s tiempo a las consecuencias de los tratamientos y realizar un importante ajuste respecto a sus aspiraciones personales y expectativas de futuro: todo un proceso de aceptaci¨®n y toma de decisiones laborales y personales, as¨ª como aspectos econ¨®micos que normalmente no se plantean en esta etapa de la vida.
¡°En algunos casos, han de dejar su trabajo, con los problemas que ello conlleva: las relaciones de pareja, las responsabilidades paternofiliales, la comunicaci¨®n de la enfermedad, el estigma... y todo ello hace que haya m¨¢s riesgo de depresi¨®n¡±. La evoluci¨®n, no obstante, es diferente, ya que en personas m¨¢s j¨®venes es m¨¢s lenta y con menor probabilidad de desarrollar deterioro cognitivo, y la respuesta motora a los tratamientos es mucho mayor, ¡°aunque aumenta el riesgo de complicaciones como fluctuaciones o discinesias (movimientos anormales involuntarios)¡±, afirma Ruiz.
FORMACI?N EL PA?S en Twitter y Facebook
Suscr¨ªbase a la newsletter de Formaci¨®n de EL PA?S
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.