Plan de reanimaci¨®n
La reforma fiscal es urgente para equiparar nuestra capacidad de recaudaci¨®n con la de pa¨ªses de nuestro entorno
El pasado 2 de abril los ministros de Trabajo y Seguridad Social cifraban el impacto inmediato de las medidas del confinamiento y la suspensi¨®n de la actividad econ¨®mica en cerca de 900.000 bajas en la Seguridad Social, la mayor¨ªa de trabajadores con contratos temporales; una magnitud similar a la destrucci¨®n de empleo en los meses siguientes a la ca¨ªda de Lehman Brothers. La diferencia es que, ahora, ha sucedido en dos semanas. Podr¨ªa haber sido peor. Parece que los ERTE (Expedientes de Regulaci¨®n Temporal de Empleo) y los ¡°permisos retribuidos recuperables¡± han amortiguado el primer golpe de un par¨®n econ¨®mico forzoso sin precedentes. Los datos preliminares permiten estimar que los ERTEs solicitados afectan a unos dos millones de trabajadores.
Unas cifras (las bajas de afiliaciones) y otras (afectados por ERTEs) tienen efectos diferentes sobre la renta de las familias espa?olas y las estad¨ªsticas oficiales, pero ambas tienen la misma naturaleza: un shock de oferta brutal con un coste enorme en t¨¦rminos de producci¨®n agregada. Dada la variaci¨®n c¨ªclica del PIB en los ¨²ltimos a?os, podemos estimar que esta ca¨ªda del empleo efectivo inducir¨ªa una ca¨ªda interanual del PIB de un 10% en el escenario m¨¢s adverso. Puesto que los ingresos impositivos caen m¨¢s que el PIB y los estabilizadores autom¨¢ticos del gasto p¨²blico ya est¨¢n aumentando, el escenario macroecon¨®mico con el que nos podemos encontrar a finales del mes de abril ser¨ªa muy parecido al de finales de 2009. Pero hay que mantener la calma: las posibilidades de vuelta a la senda de crecimiento previa, especialmente si hay un rebote de aqu¨ª a fin de a?o, son mayores que entonces siempre que no lo dificulten las malas decsiones pol¨ªticas.
Aunque este shock fenomenal nos viene dado, las pol¨ªticas econ¨®micas son discrecionales. Su buen dise?o y ejecuci¨®n son fundamentales para mitigar la profundidad de la crisis. Los poderes p¨²blicos tienen que sostener las rentas de muchos, especialmente de los m¨¢s vulnerables, y proporcionar las garant¨ªas adecuadas para que los mercados de cr¨¦dito y de deuda sigan funcionando. La resoluci¨®n de los ERTE debe ser r¨¢pida (especialmente para las peque?as empresas) y debe asegurarse la liquidez de las grandes compa?¨ªas. A d¨ªa de hoy los 20.000 millones de euros del ICO a las empresas se han agotado, por lo que hace falta activar m¨¢s recursos. El SURE, el fondo de solidaridad acordado por la Comisi¨®n Europea, podr¨ªa hacer llegar unos 10.000 millones de euros m¨¢s para sostener las rentas de trabajadores, aut¨®nomos, microempresas y pymes en el muy corto plazo. Pero, especialmente, ser¨¢ bienvenida la activaci¨®n inmediata de los fondos MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad ¡ªESM por sus siglas en ingl¨¦s)¡ª, que podr¨ªa inyectar unos 100.000 millones adicionales para dar avales y garant¨ªas. Esta es una medida razonable que permite obtener recursos en el muy corto plazo. Tiempo habr¨¢ de hablar de eurobonos. [El cierre de esta edici¨®n se produjo antes de la segunda reuni¨®n del Eurogrupo esta semana, ya que la primera hab¨ªa concluido sin acuerdo].
Los ¨²ltimos datos sugieren que ya estamos a las puertas del ansiado aplanamiento de la curva de contagios. Es el momento de planear la reanimaci¨®n asistida de la econom¨ªa. Esta reanimaci¨®n debe ser gradual por sectores, por edades de los trabajadores, y por zona geogr¨¢fica. La gran industria y la construcci¨®n deben volver a la actividad en cuanto se pueda garantizar el cumplimiento de estrictos protocolos sanitarios. Esto significar¨¢, muy probablemente, que no toda la plantilla pueda regresar a la vez al puesto de trabajo, y que habr¨¢ que garantizar las medidas de prevenci¨®n de contagios en los traslados. Por eso los ERTE deben ir reduci¨¦ndose gradualmente ya desde la semana del 13 de abril (si es que en efecto pudi¨¦ramos volver al modo inicial del estado de alarma), y las medidas de apoyo a las empresas modularse en funci¨®n de la recuperaci¨®n de la actividad.
El di¨¢logo constante con los agentes sociales es fundamental para tener informaci¨®n, a ser posible, en tiempo real, sobre dicha recuperaci¨®n; especialmente de los sectores que, aunque no esenciales, sean correas de transmisi¨®n entre los sectores susceptibles de ser reabiertos. La reincorporaci¨®n gradual de las plantillas deber¨¢ hacerse, en lo posible, atendiendo a los riesgos potenciales de la enfermedad por edades: una forma de reactivar a los j¨®venes, que en general sufren contratos m¨¢s precarios, y tienen m¨¢s necesidad (psicol¨®gica) de salir. Igualmente, la localizaci¨®n de las plantas de trabajo debe tenerse en cuenta, puesto que siempre ser¨¢ menor la probabilidad de contagio en zonas de menor densidad de poblaci¨®n y m¨¢s facilidad y/o autonom¨ªa en los traslados. La situaci¨®n de los sectores donde las medidas de distancia social afectan a su demanda (por ejemplo, actividades art¨ªsticas y recreativas) es m¨¢s delicada, pero deber¨ªa estudiarse permitir la actividad con un estricto control del aforo, como ya est¨¢ haciendo el sector de alimentaci¨®n. Esta planificaci¨®n debe ser cuidadosa, en constante di¨¢logo con los agentes sociales, y depositando confianza en la responsabilidad de los ciudadanos, de manera que se pueda considerar el mayor n¨²mero de escenarios de reanimaci¨®n posibles. Queremos insistir en la buena disposici¨®n de todos los agentes econ¨®micos. Salimos de la crisis del 2008, fundamentalmente, a trav¨¦s de una devaluaci¨®n brutal que carg¨® la recuperaci¨®n sobre las rentas salariales. Para salir de la crisis de la Covid-19 necesitamos una devaluaci¨®n transitoria, pero significativa, de todas las rentas; especialmente en la fase de reanimaci¨®n.
Si logramos que dicha fase se complete durante este verano, estaremos en disposici¨®n de enfrentar la recuperaci¨®n de manera ¨¢gil. La econom¨ªa no habr¨¢ recobrado la normalidad, pero cabe esperar que la destrucci¨®n de empleo y las p¨¦rdidas empresariales se hayan detenido. Es muy dif¨ªcil hacer previsiones en este panorama macroecon¨®mico; las previsiones actuales, muy inciertas, se ir¨¢n concretando a medida que vayan llegando datos oficiales. Creemos que, m¨¢s all¨¢ de los recursos que podamos obtener a trav¨¦s de un hipot¨¦tico Nuevo Plan Marshall, es urgente decidir qu¨¦ hacemos con los recursos y mecanismos que ya tenemos a nuestra disposici¨®n: cr¨¦ditos MEDE y papel activo del BCE. Debemos dise?ar un plan de estabilizaci¨®n que sea un plan de pol¨ªtica industrial en toda regla. La primera lecci¨®n que hemos aprendido de esta crisis es que la sanidad p¨²blica debe tener categor¨ªa de sector estrat¨¦gico, con m¨¢rgenes de previsi¨®n y actuaci¨®n en caso de emergencia: una agencia europea de salud. La segunda es la importancia de un tejido industrial suficiente para hacer frente a rupturas abruptas de las cadenas de valor. Un tejido que en nuestro caso se puede dise?ar coordinado en la zona euro. La tercera es que la reforma fiscal es urgente para equiparar nuestra capacidad de recaudaci¨®n y eficiencia del gasto con la de pa¨ªses similares de nuestro entorno.
Antonia D¨ªaz (en Twitter @AntoniaDiazRod) y Luis A. Puch (@lpuchg) son profesores de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad Carlos III y Complutense de Madrid, respectivamente.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
- Aqu¨ª puede seguir la ¨²ltima hora sobre la evoluci¨®n de la pandemia
- As¨ª evoluciona la curva del coronavirus en Espa?a y en cada autonom¨ªa
- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus
- Gu¨ªa de actuaci¨®n ante la enfermedad
- En caso de tener s¨ªntomas, estos son los tel¨¦fonos que se han habilitado en cada comunidad
- Pinche aqu¨ª para suscribirse a la newsletter diaria sobre la pandemia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.