Salvados de la crisis de la covid por la Nocilla
El fabricante vasco de copas y vasos Vicrila logr¨® capear el impacto de la pandemia gracias a los pedidos de recipientes para la crema de cacao
Vicrila es el ¨²nico fabricante de vidrio de mesa espa?ol. Una empresa radicada en Leioa (Bizkaia) y con 130 a?os a sus espaldas. Durante este largo trayecto, las vicisitudes han sido muchas. La m¨¢s reciente: la crisis de la covid. Aunque hay que remontarse m¨¢s atr¨¢s para llegar a ese momento.
En 1981 el grupo franc¨¦s ARC International, uno de los m¨¢s grandes del sector, adquiri¨® la compa?¨ªa vasca para convertirla en uno de sus centros de producci¨®n. El idilio dur¨® hasta 2009, el principio del viacrucis para el fabricante de copas y vasos que emplea a 240 personas, aunque lleg¨® a tener 400 en plantilla. Con la salida de ACR, el equipo directivo se hizo con el capital de la compa?¨ªa y se puso manos a la obra. ¡°Vicrila funcion¨® muy bien durante cuatro a?os¡±, recuerda Fernando Bermejillo, su director general. Pero la guerra de precios que se instal¨® en el mercado internacional y una inversi¨®n fallida en M¨¦xico llevaron a la empresa a presentar un concurso de acreedores en 2016, con una deuda superior a 60 millones de euros.
Tras un proceso de b¨²squeda de inversores que pudieran evitar la liquidaci¨®n, en 2018 las familias Lanzagorta y L¨®pez Ante se hicieron con Vicrila, despejando el futuro de los trabajadores de la f¨¢brica de Leioa que, como rememora el ejecutivo, fueron clave junto a los compradores en la resurrecci¨®n de la empresa, pues ¡°aguantaron e hicieron de todo¡± durante a?os para mantener la actividad ¡°porque si eres vicrilero, lo eres para toda la vida¡±, dice.
La nueva compa?¨ªa se puso a funcionar con Fernando Bermejillo al frente. ¡°Ese a?o nos fue bien, en 2019 nos fue muy bien y en 2020 nos paramos. Nuestros clientes hab¨ªan desaparecido como consecuencia de la pandemia¡±, admite. Porque la gran mayor¨ªa de las copas y vasos que se producen en la planta vasca se destinan al segmento horeca (hoteles, restaurantes, bares¡), que cerraron a cal y canto con los confinamientos y paralizaron sus pedidos.
Entonces, Vicrila tuvo que suspender todas sus inversiones ¡ªestaba en marcha un plan para relanzar la empresa valorado en 17 millones de euros y 10 millones m¨¢s destinados a un nuevo horno, de los cuales se hab¨ªan invertido unos 6 millones, seg¨²n Bermejillo¡ª y acometer un expediente temporal de regulaci¨®n de empleo (ERTE) que afect¨® a 80 personas. Sin embargo, la sangre no lleg¨® al r¨ªo. Y la planta de Leioa se volc¨® en su segunda l¨ªnea de negocio: la producci¨®n de copas y vasos personalizados para clientes de la alimentaci¨®n y grandes superficies. Y as¨ª llegaron los pedidos de Nocilla. ¡°Jam¨¢s hubiera pensado que se pod¨ªa comer tanta Nocilla¡±, exclama el ejecutivo, a¨²n sorprendido por la ingente cantidad de vasos que produjeron para la marca. ¡°Nos salvaron la vida¡±, admite, Idilia Foods, el due?o de la crema de cacao, y otros fabricantes de alimentaci¨®n.
Con todo, la empresa que hab¨ªa registrado una facturaci¨®n de 30 millones de euros y unos beneficios despu¨¦s de impuestos de un mill¨®n en 2019, tuvo que conformarse con unas ventas de 25 millones (en lugar de los 36 millones presupuestados) y unas p¨¦rdidas de 3,6 millones: ¡°Nos dimos un guantazo morrocotudo¡±, reconoce el directivo. Aunque ahora las tornas han cambiado para bien.
Porque en 2021 los pedidos se han disparado. ¡°Llevamos desde finales de mayo con un tir¨®n de la demanda terrible. Producimos 350.000 copas y vasos al d¨ªa [el tope de las cinco l¨ªneas de fabricaci¨®n de Vicrila es de medio mill¨®n de unidades]. Hay mucha psicosis de escasez. Por si acaso, los bares piden m¨¢s producto y los distribuidores tambi¨¦n¡±, explica Bermejillo. Adem¨¢s, las plantas de vidrio tardan entre seis y ocho meses en responder a esta demanda, en implementar nuevas l¨ªneas de producci¨®n, mientras que en Vicrila ¡°ten¨ªamos sin utilizar toda la capacidad y esta situaci¨®n nos ha venido muy bien¡±.
Plan estrat¨¦gico
La compa?¨ªa retoma ahora el plan de inversi¨®n que paraliz¨® el a?o pasado, que va a actualizar. ¡°Nos quedan 18 o 20 millones por invertir¡±, sostiene Bermejillo, a fin de incrementar la producci¨®n, adquirir un nuevo horno, acometer reparaciones en la planta y volcarse en el mercado internacional, en el que vende cerca de la mitad del producto, sobre todo a Europa, ¡°donde el cliente est¨¢ dispuesto a pagar por ¨¦l¡±. Despu¨¦s de Espa?a, sus principales mercados son Francia, el Reino Unido y Alemania, adem¨¢s de M¨¦xico, ¡°aunque ahora nuestro objetivo es Estados Unidos¡±. La previsi¨®n del directivo es cerrar 2021 con una facturaci¨®n de 31 o 32 millones de euros y alcanzar el punto de equilibrio financiero para volver a los beneficios durante el a?o que ahora comienza. Y con el horizonte de llegar a 50 millones de euros de cifra de negocio en el ejercicio 2026.
Pese a este viento de cola, Vicrila no es ajena a los problemas que aqueja la industria mundial. Sobre todo los que tienen que ver con el encarecimiento de las materias primas, y especialmente de la energ¨ªa. ¡°Si en enero de 2020 pag¨¢bamos una factura de 250.000 euros mensuales de gas, ahora llega al mill¨®n de euros. Nos ha hecho much¨ªsimo da?o el aumento del precio del gas, tambi¨¦n de la electricidad y los embalajes¡±, aprecia Bermejillo. La compa?¨ªa se ha defendido, prosigue, elevando sus precios. En 2021 han subido un 16% y ¡°este a?o volveremos a subirlos. As¨ª es como vamos equilibrando la cuenta de resultados¡±.
Las dos familias propietarias al 50% de Vicrila Corporaci¨®n XXI, que arranc¨® su nueva andadura con una deuda superior a 3 millones de euros, han visto c¨®mo se reduc¨ªa hasta 1,6 millones y c¨®mo la empresa tiene en caja los cr¨¦ditos ICO solicitados durante la covid, el momento en el que la compa?¨ªa lanz¨® 40 productos nuevos gracias a su rapidez de respuesta (tarda un mes en dise?ar cada art¨ªculo) y a que, al templar el vidrio, la vida ¨²til de los vasos y copas se multiplica por cinco, seg¨²n el director general.
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